Juliette Gréco murió a los 93 años: recordando la brillante vida y amores de la legendaria cantante

Fue la última de las legendarias estrellas de la época dorada del barrio de Saint-Germain-des-Prés, en París.

Juliette Gréco, ícono legendario de la canción francesa, falleció el pasado miércoles 23 de septiembre por la tarde, a los 93 años de edad, después de casi 70 años carrera artística.

Según reseñó ABC, para el momento de su muerte se encontraba en su residencia en Ramatuelle, en la Cosa Azul.

MUSA DEL EXISTENCIALISMO

Tuvo una existencia profunda, longeva y llena de altibajos y constantes preocupaciones. Entre las décadas de los cincuenta y sesenta, fue considerada como la musa del existencialismo.

Su rostro mostraba tristeza o melancolía la mayor parte del tiempo y siempre vestía de negro. Sin embargo, eso no fue obstáculo para llegar a los corazones y las mentes de sus admiradores con sus canciones.

Nació en Montpellier, el 7 de febrero de 1927. Tuvo una infancia complicada. Según reseñó Libertad Digital, fue criada por sus abuelos, pues la relación con su madre fue difícil y muy poco recordaba de su padre.

Fue encarcelada cuando tenía 16 años, pues, tras el ingreso de los nazis en la capital francesa, su familia se enroló con la resistencia. Fue liberada al poco tiempo.

INICIO DE SU CARRERA

Posteriormente, se convirtió en actriz, presentándose en los teatros de Saint-Germain-des-Prés. Y, aunque no había pensado en cantar, fue convencida por Jean-Paul Sartre para realizar ambas facetas.

Entonces, comenzó a presentarse en las "caves" de París y su nombre pronto se convirtió en leyenda. Se codeaba con escritores, filósofos, pintores y compositores. Estos últimos le facilitaban sus temas para que la cantante los inmortalizara.

Juliette se elevó como uno de los grandes íconos del París de la posguerra, donde el cabaret sobrevivía en paralelo con el jazz. Su vida cultural renació después de que Hitler fuera derrotado.

VIDA ROMÁNTICA

En aquel entonces, la cantante tenía 22 años, y su dulce voz y presencia transmitían las emociones de una manera extraordinaria. En 1949, Miles Davis se trasladó a París para presentarse en el festival de jazz que tendría lugar en la ciudad.

Su intención era llamar la atención de los intelectuales franceses, seguidores del bebop. Sin embargo, terminó encontrándose con la mujer que se convertiría en su gran amor.

Ella ya había tenido una relación con Jean-Pierre Wimille, un piloto de carreras francés que perdió la vida en 1949, mientras realizaba las pruebas del Gran Premio de Buenos Aires.

Según ABC, la leyenda cuenta que, cuando Juliette conoció al mago de la trompeta, ambos se enamoraron en lo que duró una cena. Él ya estaba en una relación con Irene Birth en Estados Unidos y habían formado una familia.

Se había ido a Francia con la intención de solo tocar en el Festival de Jazz de París y luego regresar a su país. Sin embargo, ni a él, ni a la cantante, les importó nada.

Iniciaron una fogosa una relación a principio de la década de los cincuenta y, a pesar de que a ella se lo reprocharon, quiso mucho al trompetista. No obstante, él se alejó debido a que tenía muchos compromisos. Juliette no pudo olvidarlo durante un largo tiempo.

Posteriormente, la también actriz viajó a Hollywood y se encontró con Darryl Zanuck, un poderoso el productor de la industria cinematográfica.

Él le proporcionó varias películas e iniciaron una relación. Pero ese romance no causó gran impacto en la cantante, pues no conquistó su corazón.

Posteriormente, mientras grababa la película ‘Quand tu liras ce lettre’, de 1953, dirigida por Jean-Pierre Melville, inició una relación con el galán Philippe Lemaire, con quien celebró su boda en 1954, y tuvieron una hija llamada Laurence-Marie.

Se divorciaron dos años después. Luego conoció al actor Michel Píccoli, con quien se casó en septiembre de 1965. Su relación no resultó muy bien, y terminaron separándose.

SU ÚLTIMO GRAN AMOR

Luego llegó a su vida el pianista llamado Gérard Jouannest, con quien se casó en 1988 y fue su último gran amor. Fue él quien le hizo compañía durante los últimos años de su vida hasta su muerte, en mayo de 2018. La única hija de Juliette falleció en 2016.

Posteriormente, la artista sufrió un derrame cerebral después de su último concierto, mientras se encontraba en un hotel de Lyon. Desde entonces, no pudo articular palabras y solo esperó que el tiempo transcurriera entre los recuerdos, hasta que llegó su final.

Según Libertad Digital, Juliette Gréco fue enterrada en el cementerio del Pére Lachaise, de París, rodeada de las tumbas de otras grandes personalidades y artistas.