Victoria Eugenia: fumadora, clienta de Balenciaga y la primera reina estrella de las revistas de moda en España
Victoria Eugenia, bisabuela del rey Felipe VI, importó la frescura de la corte inglesa a la rígida nobleza española.
Victoria Eugenia de Battemberg perteneció a la familia de más rancio abolengo de la nobleza europea. Su madre, Beatriz del Reino Unido, descendía de la prestigiosa casa alemana de los Sajonia-Coburgo-Gotha.
Destinada desde pequeña a ser reina, Victoria Eugenia, se preparó arduamente para el cargo que ocuparía en el futuro. Como nieta de la emperatriz Victoria del Reino Unido, su esperanza recayó en ser desposada por algún monarca europeo.
La reina Victoria Eugenia de España (1887-1969). | Foto: Getty Images
ÍCONO DE LA MODA
La hija de Enrique de Battenberg logró lo que quería cuando el entonces el rey de España, Alfonso XIII, la eligió para convertirla en la soberana de la nación.
Causó sensación por su estilo desde que puso un pie en España para su boda con Alfonso, acaparando las portadas de revistas. La esperada ceremonia de los reyes se ofició el 31 de mayo de 1906, entre la pérdida de vidas humanas.
La Reina Victoria Eugenia de España, Princesa Ena de Battenberg, nieta de la Reina Victoria, en 1910. | Foto: Getty Images
El mismo día del enlace, el anarquista Mateo Morral atentó contra el séquito dejando el saldo de 23 muertos.
“La real desposada sale llorando envuelta en su rígido mantón blanco bordado en plata”, escribió Doña Emilia Pardo en la crónica de aquel trágico 31 de mayo de 1906 según Vanity Fair.
El rey Alfonso XIII de España, con su esposa, la reina Victoria Eugenia de España en 1906. | Foto: Getty Images
FUMADORA EN LA CORTE
La joven reina se convirtió en la primera estrella de revistas españolas debido a la frescura con la que impregnó a la realeza. Es recordada por su pasión por la moda y su predilección por Charles F. Worth, reconocido modisto inglés.
Si bien la sobriedad de la reina María Cristina era la norma, el tribunal no pudo resistirse ante las innovaciones de Ena (apodo que le tenían sus allegados).
La reina Victoria Eugenia de España (1887-1969). | Foto: Getty Images
Victoria Eugenia inculcó nuevas maneras y comportamientos más relajados a la usanza británica en la corte española. “Ena introdujo otras costumbres, como la de fumar”, afirma Ricardo Mateos, historiador de la realeza.
CLIENTA DE BALENCIAGA
A pesar de su amor por los diseños de Worth, la royal se decantó por el corte al bies de la maison de Madeleine Vionnet. El monocromo de Coco Chanel, que tan bien se ajustaba a su silueta, también captó su atención.
La Reina Eugenia Victoria de España leyendo una revista en inglés, entre 1940 y 1950. | Foto: Getty Images
En San Sebastián conoció a Cristóbal Balenciaga, quien se convirtió en uno de los creadores más importantes de la alta costura. Ena se convirtió en una de sus más distinguidas clientas de su lista, que en aquel entonces abarcaba a gran parte de la nobleza europea.
Pero la gran afición de la soberana fue la joyería, pues solía dedicar una visita a Cartier en todos sus viajes a Londres. En España, Alfonso encargó varias joyas para su consorte a Ansorena, proveedor de diamantes de la casa real.
La reina Victoria Eugenia de España (1887-1969). | Foto: Getty Images
Algunos de los regalos del rey fueron la tiara flor de Lys y el collar de chatones, según Elena García-Ansorena. Pese a su gusto por la alta joyería, la predecesora de Sofía de Grecia poseía una acentuada sencillez.
LA MUSA REAL
La belleza natural de Victoria, marcada por su cabello rubio y sus poderosos ojos azules, la convirtieron en la musa de numeroso retratistas de la época.
La reina Victoria Eugenia de España (1887-1969). | Foto: Getty Images
Fue retratada por pintores como Philip de László o Joaquín Sorolla, junto a sus grandes compañeras: sus joyas. En el campo de la fotografía, posó en varias ocasiones para el lente de Kaulak.
A pesar de su belleza y la sencillez que la caracterizó, el destino de Victoria tomó un rumbo inesperado. Apartada de la corona, la elegante consorte real murió en el exilio, sin trono y sin tierra.