El príncipe Harry admite que desconocía el sesgo racial hasta que lo vivió con Meghan Markle
El esposo de Markle habló recientemente con la revista GQ, donde también señaló que vivir con su mujer lo hizo consciente de su existencia.
El príncipe Harry admitió recientemente que crecer en la familia real lo hizo inconsciente de la raza inconsciente que experimentan los negros.
El duque de Sussex se abrió durante una entrevista con British GQ, donde habló con Patrick Hutchison, popular por haber ayudado a un hombre blanco a ponerse a salvo durante las protestas del movimiento Black Lives Matter.
IGNORABA LA SITUACIÓN
El príncipe Harry explicó que le tomó muchos años comprender el concepto de prejuicio inconsciente y agregó que conviviendo con su esposa, pudo entender como se sentía cuando vivió un día en sus zapatos.
Explicó además que es injusto criticar a las personas que tienen prejuicios inconscientes, pero agregó no hay excusas si se discrimina a consciencia. Reiteró que la gente necesita revisar su actitud inconsciente hacia el racismo e hizo énfasis en las personas en posiciones de poder.
JUNTOS CONTRA EL RACISMO
Harry y Markle han hablado públicamente contra el racismo varias veces desde que dejaron sus deberes reales y se mudaron fuera del Reino Unido. Antes del "Megxit", la actriz ya había sufrido una buena cantidad de comentarios racistas de la prensa británica.
Mientras hablaba para la campaña "No toleraré el racismo" de Erase the Hate en 2012, Markle admitió que algunos de los chistes que vio sobre sí misma en los medios de comunicación eran ofensivos y en su mayoría, la afectaron.
LEJOS DE LAS PRESIONES DE LA CORONA
Durante las protestas de Black Lives Matter, a principios de año, el video de la campaña resurgió y fue compartido por muchos tabloides británicos que supuestamente escribieron cosas discriminatorias sobre ella en el pasado.
Esto llevó a los expertos a debatir si los medios estaban listos para reconocer que Markle es víctima del racismo y aceptar que contribuyeron a su lucha.
Por suerte, todo parece andar mejor ahora. La pareja y su bebé, Archie, comparten una lujosa mansión en Santa Bárbara, donde viven alejados de las presiones típicas de la corona, mientras siguen ejerciendo su significativa labor social.