Así es la vida amorosa de Robert Redford, un misterioso galán que no se enamoró mucho

El famoso galán de Hollywood robó suspiros a miles de mujeres alrededor del mundo durante décadas, pero fueron pocas las que lograron conquistar su corazón.

El actor nacido en California el 18 de agosto de 1936, es conocido por su gran talento y atractivo físico.

Estas características podrían haber convertido a Redford en un Casanova, sin embargo, la realidad es muy distinta y a lo largo de su vida ha tenido pocos romances, longevos e intensos.

Se casó en dos ocasiones y mantuvo relaciones formales que, pese a que no terminaron en matrimonio, sí marcaron su vida.

Debido a su enorme fama, los rumores sobre sus noviazgos siempre estuvieron en boca de todos, pero Robert se ha caracterizado por ser un caballero, por lo que nunca habló sobre estos temas, para confirmar o desmentir.

Cuando sus relaciones se volvían serias, no temía mostrarse en público con sus parejas y cuando el amor se terminaba, no había escándalos ni reproches.

SU PRIMER GRAN AMOR

Su primera relación se dio a mediados del siglo XX. En el año 1955, Redford perdió a su madre de manera prematura. Martha falleció a la edad de 41 años tras batallar contra una dura enfermedad.

Tras este suceso, el artista se sumió en una profunda depresión y sintió la necesidad de transitar nuevos caminos. A los 20 años decidió emigrar a Europa, abandonando su vida en Estados Unidos.

En el viejo continente inició una etapa que estuvo marcada por el abuso de alcohol, con el que buscó escapar de los problemas que lo agobiaban.

Por suerte, este proceso no duró mucho tiempo y a su regreso a América conoció a Lola van Wagenen, una joven estudiante de Historia y miembro de la iglesia mormona.

De ella se enamoró perdidamente y fue quien lo ayudó a dejar la bebida. Tras esto, se inscribió en el Pratt Institute de Nueva York en donde comenzó sus estudios de arte.

En un principio, Redford quería trabajar en escenografía y puesta en escena, pero en la escuela le sugirieron que probara suerte con la actuación, cosa que hizo. Años después lo llevaría a convertirse en una estrella internacional.

En 1958, Lola y Robert decidieron unir sus vidas en un matrimonio que duraría 27 años. De su amor nacieron cuatro hijos: Scott, Shawna, James y Amy.

Desgraciadamente, no siempre vivieron momentos felices. Uno de los golpes más fuertes que enfrentaron fue la muerte súbita de su primogénito, cuando tenía tan solo 1 año de nacido.

La tragedia los sumió en una fuerte depresión, pero no debilitó el vínculo que tenían, sino que lo fortaleció, ya que se amaban con todo su ser.

Cuando llegó la fama, compraron un campo en Utah. Allí vivieron en contacto con la naturaleza, de manera simple, sin lujos.

No obstante, tras casi tres décadas llegó el momento de separarse. Fue una decisión de mutuo acuerdo que impactó a todos los miembros de la familia.

ROMANCES PASAJEROS

Tras la ruptura, Robert tuvo algunas relaciones pasajeras con la diseñadora de vestuario Kath O'Rear y la modelo francesa Nathalie Naud.

Con Naud, los 26 años de diferencia que había entre ambos terminaron haciéndose sentir, por lo que fue imposible continuar.

En 1986, durante el rodaje de ‘Legal eagles’ saltaron las chispas con su compañera Debra Winger. Inclusive el director Ivan Reitman notó la fuerte atracción que había entre ambos.

No obstante, no fue sino hasta su siguiente relación, con la estrella brasileña Sonia Braga, que el actor volvió a tener un romance duradero.

Robert y Sonia se convirtieron en una de las parejas del momento y eran los más fotografiados en cada evento al que asistían. La pareja estuvo junta durante siete años. Hasta se llegó a hablar de boda. Sin embargo esta nunca se dio.

SEGUNDO MATRIMONIO

Pese a que Redford triunfaba en grande a nivel profesional, estos logros no lo llenaban en lo personal, ya que para él el amor es el motor que le da sentido a su vida.

La pintora alemana Sibylle Szaggars fue la mujer que llegó para hacerlo sentir completo nuevamente.

Se conocieron en el Festival de Sundance en 1996. En un principio solo fueron muy buenos amigos, que se contaban todo, pero con el paso del tiempo este nexo se transformó en algo más y comenzaron un noviazgo que terminó en matrimonio en 2009.

Szaggars y Redford son una pareja bastante reservada que aparece poco en público. Los une su pasión por el arte, el medio ambiente y la espiritualidad.

Estos valores compartidos, junto al gran amor que se tienen, los han convertido en un sólido matrimonio, el segundo en la vida del famoso actor de 84 años.