Alice Keppel, la bisabuela de Camilla Parker Bowles que también se enamoró de un príncipe de Gales
La vida de la bisabuela de la duquesa de Cornualles tiene cierto paralelismo con la suya: ambas fueron amantes de un príncipe casado.
La historia de la realeza en el Reino Unido ha tomado protagonismo luego de la popular serie ‘The Crown’. Un antecesor del Príncipe Charles, específicamente su tatarabuelo, vivió una historia similar a la suya con Camilla Parker Bowles.
La increíble coincidencia es que la amante del príncipe de Gales y posterior rey Eduardo VII era la bisabuela de Camilla, Alice Keppel.
Camilla, duquesa de Cornualles durante una visita a la iglesia anglicana de San Marcos, el 2 de abril de 2017 en Florencia, Italia. | Foto: Getty Images.
Pero hasta ahí el parecido entre ambas historias. Un siglo atrás, el antecesor del príncipe Charles fue amante de Alice hasta el día de su muerte.
Tal situación no solo era del conocimiento público, sino que era aceptada inclusive por la esposa del príncipe, Alexandra de Dinamarca, con quien se había casado por conveniencia en 1863.
ALICE KEPPEL
La idiosincrasia de aquella época era particularmente relajada con el concepto de la fidelidad, y no solo en los hombres. Las mujeres tenía cierta licencia para ello, y lo hacían tanto por satisfacción personal, como para lograr ascensos en la sociedad.
Alice Keppel, socialité inglesa. | Foto: Getty Images
Tal es el caso de Alice Frederica Edmonstone. Nació en 1868 en el seno de una familia prominente y con apenas 23 años, contrajo matrimonio con el teniente coronel George Keppel.
La pareja se radicó en Londres y muy pronto la exhuberante belleza de Alice, con su tez muy blanca, su cabello castaño, su generoso busto y sus hermosos ojos azules, fueron el centro de atención de muchos caballeros a su alrededor, algo que ella no desaprovechó.
"Era luminosa, resplandeciente... No solo irradiaba felicidad, sino que hacía felices a todos a su alrededor. Parecía un árbol de Navidad cargado de regalos para todos", dijo su hija Violet, según cita Town and Country Mag.
Rey Eduardo VII y la reina Alexandra de Dinamarca, 1900. | Foto: Getty Images
Las aventuras amorosas de Alice le permitieron escalar posiciones rápidamente en los círculos sociales donde se desenvolvía. Además, le proporcionaba grandes oportunidades financieras para su esposo, quien por cierto, estaba en conocimiento de lo que ocurría.
"No me importa lo que haga, siempre y cuando vuelva a mí al final", expresó George en alguna oportunidad.
En uno de estos eventos sociales, Alice, quien tenía 29 años en ese momento, conoció al entonces príncipe Alberto Eduardo, de 56. Poco importó la diferencia de edad o que ambos fueran casados, y pronto se convirtieron en amantes. Era el año 1898.
Alice Keppel. | Foto: Getty Images.
Aunque se comportaron en forma muy discreta en general, algo que apreciaba la esposa del príncipe de Gales, lo cierto es que su romance era del conocimiento de todos, incluidos Alexandra de Dinamarca y George Keppel.
HASTA LA MUERTE
Otro paralelismo entre ambas historias es que la Reina Victoria, madre de Alberto Eduardo, fue muy longeva en el trono, por lo él que apenas se convirtió en rey en 1901, a sus 59 años.
Sin embargo, su salud no era muy buena. Eduardo VII reinó hasta el 6 de mayo de 1910, día de su muerte. Tenía 68 años.
George Keppel con su esposa, la Sra. Alice Keppel y su hija Violet. | Foto: Getty Images.
Alice y Eduardo fueron amantes hasta ese momento. El día de la muerte del rey, Alexandra permitió que Alice estuviera al lado de la cama de su esposo hasta su último suspiro. Posteriormente la hizo sacar de la habitación debido a su histerismo.
La vida de los Keppel cambió radicalmente tras la muerte del rey. Perdieron los favores de la corte y debieron irse bajo acusaciones de espionaje.
En unión de sus dos hijas, Sonia y Violet, se mudaron a Italia donde vivieron varios años. Alice murió en septiembre de 1947 y George la siguió dos meses después, en noviembre del mismo año.