40 años de la muerte de John Lennon: recordando el asesinato que marcó la historia

Tras haberse convertido al cristianismo, el asesino sintió enojo por la afirmación de John Lennon en 1966 de que la banda de Liverpool era “más popular que Jesús”.

Hace 40 años, uno de los eventos más terribles de la historia del rock tuvo lugar en Nueva York. La muerte de John Lennon el 8 de diciembre de 1980 sigue siendo el momento más espantoso de la larga historia de la música rock.

SU REGRESO EN 1980

Lo que fue particularmente trágico fue que recién regresaba al negocio de la música después de una pausa de cinco años, tras finalizar su contrato con EMI en 1975, y tras la disolución el siguiente año de Apple, la compañía de The Beatles.

Estuvo alejado durante un tiempo del mundo del espectáculo. Cuidó de su hijo recién nacido, Sean, quien nació en octubre de 1975. En julio de 1976, finalmente obtuvo su tarjeta de residencia, que le permitió vivir en los Estados Unidos como residente permanente.

En el verano de 1980, el artista comenzó a escribir canciones de nuevo y pasó un tiempo en las Bermudas trabajando en nueva música. Con su creatividad fluyendo, John había escrito suficientes canciones para dos nuevos álbumes.

Lennon y su esposa Yoko planearon un disco que mostraría sus ideas musicales. El álbum que se convertiría en ‘Double Fantasy’ se grabó en los estudios Hit Factory de Nueva York entre agosto y octubre de 1980.

Su primer sencillo fue “(Just Like) Starting Over”, que tenía un ambiente de los años 50 y una letra reflexiva. Algunos críticos consideraron que el álbum que lo acompañaba era una autocomplacencia de mediana edad.

Sin embargo, los fans de The Beatles estaban felices de ver a su héroe nuevamente en las listas de éxitos, compitiendo con su antiguo compañero, Paul McCartney.

En aquel entonces, el ex Beatle concedió varias entrevistas. Según reseñó el portal de la cadena Radio X, durante una charla con Playboy, Lennon dijo, como lo hizo en ocasiones anteriores, que la banda a la que perteneció no tenía “la respuesta”.

Sin embargo, algunos de los fanáticos no dejarían de lado la idea de que The Beatles fueron los líderes omniscientes de una generación.

LO OCURRIDO EL 8 DE DICIEMBRE DE 1980

El interés de la prensa continuaba. Ya cerca de la Navidad, la estrella de rock y su esposa participaron en una sesión de fotos con Annie Liebovitz para la revista Rolling Stone en su apartamento del edificio Dakota, justo frente al Central Park de Nueva York.

Lennon y Ono inmediatamente dieron una entrevista al DJ Dave Sholin de San Francisco, también en su vivienda. En la conversación, el artista afirmó que estaba interesado en tocar su nueva música en vivo, ya que nunca había realizado una gira como solista.

John terminó la charla firmando un autógrafo para el DJ, y agregó: “Yo también soy fanático de la gente, ¿sabes? Me gusta que la gente firme sus libros cuando me los dan y todo eso...”. Fue una declaración profética, dado lo que estaba a punto de suceder.

SU ÚLTIMA SESIÓN DE ESTUDIO

Después de que terminó la entrevista de radio, la pareja dejó el edificio Dakota, donde estaba su apartamento, alrededor de las 5 pm.

El par caminó entre la pandilla habitual de fanáticos que se congregaba alrededor del edificio en el Upper West Side de la ciudad, desde que Lennon había comenzado a convertirse nuevamente en una figura pública.

Uno de los fans le ofreció una copia del nuevo álbum Double Fantasy y Lennon firmó debidamente la portada. Ese fan era Mark David Chapman.

Luego, el músico y su esposa se dirigieron a Hit Factory, un estudio situado al otro lado de la ciudad.

Yoko había grabado una canción llamada “Walking On Thin Ice”, que reconocía a las bandas “New Wave” como The B52s que se podían escuchar en los clubes nocturnos más de moda de Nueva York.

El propósito de la sesión era mezclar el disco, ya que Lennon estaba ansioso por publicarlo antes de Navidad.

EL ENOJO DEL ASESINO

En 1980, Mark Chapman tenía 25 años de edad y vivía en Hawái con su esposa Gloria. Durante su adolescencia fue fan de The Beatles.

Pero, tras haberse convertido al cristianismo, sintió enojo por la afirmación de John Lennon en 1966 de que la banda de Liverpool era “más popular que Jesús”.

Su animosidad hacia el músico se intensificó en 1080, cuando el artista nuevamente comenzó a aparecer en los medios. Chapman no podía entender que el hombre que predicaba “All You Need Is Love” (“Todo lo que necesitas es amor”) ahora vivía como millonario en Nueva York.

Chapman viajó a la ciudad en octubre de 1980 con la intención de asesinar al ex Beatle, pero algo lo hizo cambiar de opinión y regresó a casa.

El 6 de diciembre viajó nuevamente a Nueva York con un revólver calibre .38, y ya nada le impedía llevar a cabo su terrible misión.

Dejó sus pertenencias en un hotel junto con una copia de un libro del autor estadounidense J.D. Salinger, ‘The Catcher In The Rye’.

El asesino dijo más tarde que la novela formaría su “declaración”: el libro se publicó por primera vez en 1951 y trata de un adolescente con problemas llamado Holden Caulfield que critica a todos los “farsantes” que conoce.

La novela corta ha sido durante mucho tiempo un texto popular entre los jóvenes descontentos de todo el mundo. Lennon, en la mente de Chapman, era un “farsante”.

Durante la mayor parte de aquel 8 de diciembre, el hombre se unió al grupo de fans de The Beatles que merodeaban fuera del edificio Dakota, esperando ver a su héroe.

Cuando Lennon firmó el álbum de Chapman tras salir del edificio esa noche, el asesino se vio envuelto en la emoción de conocer a un Beatle. Pero más tarde en la noche, su estado de ánimo había cambiado.

Aproximadamente a las 22:50 de esa noche, John y Yoko regresaron al Dakota en su limusina, tras una exitosa sesión mezclando “Walking On Thin Ice”.

EL ASESINATO DE JOHN LENNON

Después de que pareja cruzó la acera y el arco que conducía a la entrada del edificio, Mark Chapman le disparó a Lennon. El artista, herido, tropezó con la entrada del Dakota, y el portero, José Perdomo, escuchó la conmoción y se apresuró a ayudar.

Los agentes de policía de Nueva York llegaron rápidamente al lugar. John Lennon ya no respiraba cuando llegó al Hospital Roosevelt diez minutos más tarde.

Los médicos lucharon durante casi 20 minutos para resucitarlo, pero no tuvieron éxito y el Beatle murió en la sala de emergencias.

No hubo funeral para John Lennon, solo una cremación privada. Pero Yoko y su hijo Sean celebraron una vigilia por el Beatle el 14 de diciembre de 1980 con diez minutos de silencio.

Las cenizas de Lennon se esparcieron en Central Park, frente al Dakota, donde ahora se encuentra un monumento llamado “Strawberry Fields”.

En la actualidad, es considerado por los fans de The Beatles como un lugar de peregrinación, donde le rinden a Lennon, especialmente en su cumpleaños y en el aniversario de su muerte.