Explosión en Madrid: la nieve de Filomena "salva la vida" de los niños de un colegio cercano
Un hombre informó que su hija se encontraba en un colegio muy cerca del edificio que explotó, y aseguró que lo único que evitó que se viera afectada junto con sus compañeros fue la nieve.
La tarde del pasado miércoles 20 de enero hubo una terrible y lamentable explosión en la capital española, tras una aparente fuga de gas.
Las noticias reportaron varias personas heridas y fallecidas, y pudieron haber sido más, de no ser por el clima. Al menos esto es lo que cree el señor Carlos Ruiz.
Según el hombre, el fenómeno de Filomena que se está viviendo en Madrid pudo haber evitado que su hija, una pequeña de 10 años llamada Jimena, y el resto de sus compañeros de colegio, se convirtieran en otras víctimas de la tragedia.
Ruiz explicó que la institución académica de su hija se encuentra justamente detrás del edificio en el que ocurrió el accidente.
Sin embargo, ni a Jimena ni a sus compañeros les ocurrió nada, y el hombre lo atribuye al hecho de que la nevada evitó que los niños salieran al patio del colegio como de costumbre.
Durante los días anteriores, la nieve había logrado cubrir los accesos del colegio y las canchas de baloncesto, entre otras áreas.
La asociación de padres de la institución ya había empezado a trabajar en la limpieza de las áreas principales. Pero era tanta que se decidió que los niños no saldrían a recrearse en el exterior hasta que no se derritiera o se lograra despejar por completo el área.
En cambio, los niños comerían en un comedor y volverían a las aulas, una decisión que fue crucial para sus vidas durante la explosión.
Según el padre de Jimena muchos restos del edificio que explotó volaron hacia la institución, lo que pudo haber terminado en una “masacre” de no ser porque todos los alumnos se encontraban adentro.
“Gracias a la nieve no había niños en el patio, un milagro”, dijo.
El hombre aprovechó de contar que él vive muy cerca de lo ocurrido y en cuanto se enteró de lo ocurrido salió corriendo a sacar a algunos niños de la calle mientras llegaban los demás padres. Ahora, todos se encuentran bien, aunque asustados.