Héctor Sandarti se sincera sobre el día en que fue secuestrado: "Me vendaron los ojos y me amarraron las manos"

El presentador guatemalteco contó a sus seguidores una de las experiencias más fuertes que ha vivido, al hablar sobre el secuestro que sufrió hace 20 años en su país.

De Héctor Sandarti podemos decir muchísimas cosas. No solo es uno de los presentadores más queridos de la televisión, con una increíble trayectoria artística. También es un ser humano con una fe inquebrantable. Su forma de enfrentar la vida es una de sus facetas más admirables.

El también actor y cantante le hizo honor a su podcast en Instagram: ‘Algo bueno que decir con Sandarti’, al sincerarse sobre uno de los días más aterradores de su vida.

UN ESPÍRITU INQUEBRANTABLE

El comediante siempre ha sabido ganarse el respeto de todos los que le conocen por su forma de ser y su actitud ante los vaivenes de la vida. En esta oportunidad deslumbró a sus admiradores, al contar todo sobre el día en que lo secuestraron.

Fue hace 20 años cuando le tocó pasar por semejante situación. Sandarti estaba en una librería de su país natal cuando sintió un objeto duro puyándole la espalda. Su reacción fue automática. Casi por instinto volteó, vio el arma y enseguida subió las manos.

En cuestión de segundos ya estaba fuera de la librería. El hombre lo sacó del sitio y lo condujo hasta un auto. La escena fue casi de telenovela, pero eso sí, de esas que te paralizan de miedo.

"Me vendaron los ojos y me amarraron las manos", narró el actor en su nuevo episodio de ‘Algo bueno que decir...’. En solo minutos el auto se puso en movimiento. Ya estaba hecho.

El trayecto fue realmente angustiante. Cualquiera en su lugar habría sido presa del miedo. La verdad es que el artista también se llenó de temor y una gran ola de pensamientos catastróficos. Por su mente pasaron muchas cosas, ninguna de ellas reconfortante.

Lo primero que pensó fue que lo iban a matar y que luego se desharían de su cuerpo. “Me van a aventar por un barranco”, recordó el artista que era lo único que pensaba en ese momento, según citó People en Español.

Para su sorpresa, todo ocurrió de una forma diferente. Los secuestradores, de acuerdo con sus palabras, lo trataron "muy bien".

Y UNA FE QUE VALE ORO

El conductor de televisión resaltó la "cordialidad" con la que fue tratado. Pese a estar en una de las peores vicisitudes de su vida, le infundió tranquilidad poder hablar con normalidad con ellos.

Sandarti conversó sobre su carrera profesional, su familia, su país y hasta sus finanzas. Aunque estaba más calmado, la conversación más importante llegó después. El artista rememoró que justo en esos momentos habló con Dios.

"Hablé con él y le dije: 'Señor aquí estoy y aquí me tienes. Estoy en tus manos. No sé qué propósito tenga esto, lo que sé es que esto va a salir bien”, recordó según People.

El instante más importante de su secuestro fue precisamente cuando experimentó "la paz que solo Dios te puede dar". Lo siguiente que supo fue que se quedó dormido. Al despertar seguía en el mismo lugar, pero con más fe que nunca.

Lo siguiente fue conversar con el líder de sus secuestradores y aclarar las cosas. Aunque estaba en uno de los mejores momentos de su carrera, tampoco era precisamente rico. Después siguió contando cómo había sido la negociación y su posterior liberación.

Héctor Sandarti hizo de una de las experiencias más tenebrosas de su vida, una gran lección de aprendizaje. Una oportunidad indiscutible para dejar que la fe se apodere de su vida y seguir creyendo en la humanidad.

Definitivamente, el exconductor de ‘Un nuevo día’ nos ha dejado ver su lado más admirable en este último episodio de su podcast. Hace dos meses también conmovió a las redes sociales al publicar varias fotografías junto a su madre.

El presentador de televisión viajó hasta Antigua, su ciudad natal, para pasar la época decembrina junto a su progenitora. Desde que llegó comenzó a compartir por Instagram cada momento que vivía junto a ella.

Los seguidores del artista fueron testigos desde los momentos más íntimos, como tomar café a su lado, hasta su declaración de amor a Gertie, la mujer que le dio la vida.