Síndrome del nido vacío: superar la tristeza después de la partida de los hijos, según psicólogos

Naces, creces, haces tu vida, tienes hijos que también crecen y luego, ellos se van. Se supone que este es el flujo natural de la vida, pero, ¿por qué duele tanto despedirte de esas personas que trajiste al mundo?

Entre las experiencias más reveladoras, sin duda alguna, está la de irse de casa. Independizarse. Sin embargo, se dejan atrás a quienes en los momentos más importantes estuvieron para sostenerte en cada caída y te impulsaron a seguir.

Pero los que quedan en casa también pasan por una situación muy significativa, que los psicólogos llaman "síndrome de nido vacío".

Es natural que los padres animen a los hijos a emprender su propio camino en la vida, pero cuando llega el momento de verlos partir, la realidad no deja de ser dolorosa.

El psicólogo Tony Crespo, de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud de Valencia, España, explicó que este dolor no debería durar más de seis meses, pues se ha demostrado que este tiempo es suficiente para asimilar lo que ha cambiado.

Aunque la tristeza de la partida de los retoños es equitativa en ambos padres, en muchos hogares son las madres las que podrían sentirse más afectadas. “(Ellas) pueden pensar que una de sus funciones más importantes, la maternidad, ha terminado”, explicó el especialista.

Y es que las mujeres, a lo largo de la historia, siempre han tenido más probabilidades de desempeñarse como las cuidadoras primarias. Entonces, tras quedarse sin este rol, podrían sentirse inútiles.

También existen otras madres que únicamente se han dedicado a la crianza de sus hijos, por lo que tienden a considerar que la maternidad es el papel más importante a desempeñar como mujer.

UNOS MÁS SUSCEPTIBLES QUE OTROS

Si bien la transición en algunos padres tras la partida de sus hijos se presenta de una forma más llevadera, ya sea por la enseñanza que le han dado a sus hijos, o por la que ellos mismos recibieron, a otros les ocurre lo contrario.

Esto se debe a varios factores, entre ellos que algunos se preocupan porque creen que los chicos no están preparados para enfrentar la vida como adultos.

En este sentido, muchos pueden sentir que es difícil que sus hijos no estén en casa para recibir el mejor cuidado, o que simplemente extrañen ser parte del día a día de sus descendientes.

Según psicólogos en Málaga, el síndrome es más común en la actualidad que hace décadas, debido a que los jóvenes que viven en los pueblitos ahora se marchan a las grandes ciudades para empezar una vida llena de probabilidades.

Por otro lado, los adultos podrían sentir el cambio como un 'factor estresante', al no ver en ellos la oportunidad de hacer todas esas cosas que habían dejado de lado por tanto tiempo, precisamente por desempeñarse como padres.

MANERAS DE ALIVIAR LA TRISTEZA

El psicólogo Tony Crespo explicó que existen muchas maneras de aliviar el dolor de la partida de los hijos, como tratar de mantener una actitud optimista y positiva, ocupar el tiempo en plantearse nuevas metas, planear unas divertidas vacaciones o sencillamente reavivar la vida en pareja. Y por supuesto, mantener el contacto con sus hijos.

Sin embargo, también inciden eventos vitales difíciles que irremediablemente agravan el síndrome del nido vacío, como la jubilación, una mayor dependencia física, la menopausia o la muerte de uno de los cónyuges, indicó Crespo.

Otra de las maneras de adaptarse a la ausencia de los hijos, según la psiquiatra lmudena Reneses, del Grupo Doctor Oliveros, es pensar que si los chicos se fueron de casa y supieron arreglárselas es porque se hizo un buen trabajo como padres.

No obstante, aunque se intente hacer lo mejor para los hijos, siempre hay errores que podemos cometer en su crianza. Estas son las 10 equivocaciones más comunes en que los padres pueden incurrir. Si alguna aplica para ti, no te alarmes. Siempre estamos a tiempo de arreglar las cosas.