Padres de dos niños que no van a la escuela por miedo al COVID enfrentan 11 meses de prisión
Los padres podrían enfrentar casi un año de prisión por desescolarizar a sus hijos, argumentando que la nueva normalidad afecta su correcto desarrollo.
La Fiscalía de Asturias llevó a juicio a los padres de dos estudiantes, de 14 y 11 años, porque decidieron no enviarlos a las clases presenciales en los respectivos centros escolares.
De acuerdo con el alegato de la institución, los colegios enviaron varios requerimientos a los padres. Además, les indicaron cuáles eran las consecuencias del absentismo de los menores.
Niño con su bolso de la escuela corriendo por la calle. | Foto: Shutterstock
Sin embargo, los progenitores argumentaron que las limitaciones en el contacto y el movimiento derivadas de la pandemia impedían el desarrollo motriz y neurológico de los niños.
Además, dijeron que la distancia social generaba desconfianza ante los demás y dificultaba las habilidades sociales necesarias para establecer relaciones. Por ejemplo, la empatía, la generosidad y la cooperación.
Finalmente, los padres señalaron que el uso de mascarillas en todos los miembros de la comunidad educativa, obstaculizaba la correcta comunicación tanto verbal como no verbal.
La Fiscalía tachó los argumentos de los padres como "incoherentes". Mientras, los acusados decidieron matricular a sus hijos en un colegio americano a distancia.
El problema es que la educación domiciliaria no está reglamentada en España y la escuela a distancia tampoco está homologada. Tras ignorar la escolarización normalizada, estos padres habrían incurrido en un delito contra la patria potestad.
Niño el pasillo de la escuela. | Foto: Shutterstock
Según el ente judicial, ellos deben enfrentar cargos por abandono de familia y desobediencia grave. Están pidiendo cuatro meses de prisión por el primer delito y siete adicionales por el segundo.
De acuerdo con Fiscales consultados por Europa Press, la vía penal para solucionar este tipo de situaciones solo se aplica a casos "absolutamente excepcionales".
Ellos afirman que se lleva a los estrados solo a los padres que se niegan insistentemente a volver a llevar a sus hijos a los planteles que cumplen con todas las normas de bioseguridad.
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