Oscars: la leyenda de Emilio "El indio" Fernández, el mexicano que inspiró la estatuilla dorada
Podría decirse que los Premios de la Academia son los más populares, influyentes y prestigiosos de todas las ceremonias que galardonan el séptimo arte. Pero ¿sabes por qué le apodan los Óscar?
Oficialmente se llaman Premios de la Academia, nombre que llevan debido a que los galardones son seleccionados y entregados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. En el mundo del entretenimiento, ganarse uno representa crédito y reputación máxima.
Son pocos los que, a través de los años, han logrado posar sus manos sobre la estatuilla de metal bañada en cobre, plata y oro, y muchos menos los que han recibido más de una.
Probablemente sea uno de los galardones más difíciles de conseguir, y esto nada tiene que ver con la amplia trayectoria que un artista pueda tener.
Aunque los Premios de la Academia son los más esperados cada año, tanto por los amantes del cine como por quienes trabajan en ese mundo, la mayoría desconoce la historia que hay detrás del nombre Óscar, con el que este galardón fue apodado hace mucho tiempo.
“LOS ÓSCAR”
El medio BBC reseñó que este alias se usó por primera vez en la prensa a comienzos de la década de 1930, y antes de que acabara el decenio, en 1939, ya era un nombre oficial.
Margaret Herrick, una mujer que trabajaba como bibliotecaria de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (hacia 1928), habría comentado que la estatuilla dorada se parecía a su tío Óscar. Esto dio pie a que los demás empezaran a referirse al premio de esa manera.
Sin embargo, esto no es más que una leyenda. Jamás se ha podido confirmar la historia y, de hecho, hay otras versiones sobre el origen del apodo.
La revista GQ reseñó que Bette Davis, expresidenta de la organización, asignó tal alias al premio gracias a su primer esposo, Harmon Oscar Nelson, a quien le recordaba.
EMILIO "EL INDIO" FERNÁNDEZ
Pero de seguro que no te imaginabas que la figura de la estatuilla dorada habría estado inspirada en el cuerpo de un actor mexicano, Emilio "El indio" Fernández.
Fernández, quien llegó a Hollywood en la década de 1920, fue un actor y director que, huyendo de su país natal por motivos políticos, se instaló en California para intentar hacer carrera en el mundo del entretenimiento.
La leyenda relata que "El indio" era amigo de la actriz Dolores del Río, quien a su vez estaba casada con Cedric Gibbons, el director de arte del estudio de cine Metro-Goldwyn-Mayer.
Gibbons, quien tenía la responsabilidad de diseñar el galardón, habría recibido la sugerencia de su esposa de usar el cuerpo de Fernández como modelo para una estatuilla.
Aunque se trata de una maravillosa historia que llena de orgullo a los mexicanos e hispanos del mundo, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas nunca la ha negado o confirmado. De hecho, algunos creen que el propio Emilio Fernández pudo haber inventado la leyenda.
"(A Fernández) le gustaba entretener a la gente con sus historias, aunque no lo hacía con ninguna maldad", aseguró Charles Ramírez Berg, profesor de estudios cinematográficos de la Universidad de Texas, a BBC.