El cambio de vida de Eva Nasarre: de instructora de aeróbic a activista por los derechos de los discapacitados
En 1983, Eva Nasarre se convirtió en uno de los rostros más importantes de la televisión española al incursionar con las clases de aeróbic en la pantalla pequeña.
Con tan solo 23 años cautivó a miles de telespectadores. ‘Puesta a Punto’ fue uno de los programas más vistos del canal TVE.
Este espacio inicialmente iba a ser presentado por Sagrario Aguado, campeona de salto de altura, pero sufrió una lesión y Eva tomó su lugar.
En 1986, TVE tomó la decisión de incluir el contenido de Nasarre dentro de un programa matinal. Al tiempo salió del aire.
Desde ese momento, Eva quedó fuera de la esfera pública y se empezaron a generar rumores en torno a su salida de los medios.
RELACIÓN CON SU HIJO
Una vez culminada su etapa como instructora de aerobic ante las cámaras, Nasarre comenzó a trabajar como asistente social en Caldas de Montbui.
Luego se casó con Chema Álvarez, con quien tuvo a su hijo Joan Marc. Sin embargo, este matrimonio no funcionó y se separó.
Eva tuvo problemas no solo con su vida amorosa, sino también con su hijo, quien la denunció por haber desaparecido de su vida durante varios años.
Por un largo tiempo no se supo mayores detalles sobre la vida de la instructora, hasta que en 2012, Joan Marc dijo que su madre por fin le explicó los motivos de su distanciamiento.
CAMBIO RADICAL EN SU VIDA
La vida de Eva dio un giro radical en 1999, cuando empezó a tener problemas de movilidad debido a la artritis reumatoide.
Esta enfermedad crónica terminó postrándola en una silla de ruedas y la llevó a convertirse en una portavoz por los derechos de las personas discapacitadas.
Nasarre defiende esta causa a través de la Plataforma en defensa de la Ley de Dependencia en Castilla-La Mancha.
En 2016, una revista fue multada con 200.000 euros, tras haber publicado unas fotos de Eva en silla de ruedas.
El Tribunal Supremo determinó que el medio de comunicación incurrió en el delito de violación de la intimidad de una mujer.
Navarre había manifestado sus deseos de dejar de ser un personaje público. La dama se ha mantenido firme en su posición.
A pesar de que lleva su vida privada con hermetismo, siempre será recordada por el público español que disfrutó de sus clases para ejercitarse.