Naiara, la primera bebé del mundo en recibir un trasplante a corazón parado y de donante incompatible
Se abre una ventana de esperanza para los pequeñitos con problemas cardiacos. Los cirujanos han logrado llevar a cabo con éxito un trasplante totalmente innovador.
La pequeña Naiara tiene un corazón fuerte y saludable latiendo en su pecho gracias a la generosidad de los padres del donante. Y muy especialmente gracias a la revolucionaria operación cardíaca que lo hizo posible.
Con apenas dos meses de nacida y con una dolencia cardiaca muy severa, esta bebé recibió un corazón incompatible y en parada. Esto era algo impensable tres años atrás.
Naiara se recupera tras el exitoso trasplante cardíaco. | Foto: captura video YouTube/El Mundo.
TRASPLANTE INNOVADOR
El equipo de cirujanos del Hospital Gregorio Marañón ha logrado realizar con éxito una cirugía que cambiará la vida de muchos pacientes. Trasplantaron un corazón en parada e incompatible en una bebé de dos meses.
“Este tipo de trasplante supone dar mayor esperanza a niños con enfermedades muy graves, ya que podemos recuperar un órgano tan importante como un corazón que estaba parado”, explica el perfusionista Zamorano, según cita la Comunidad de Madrid.
Lo que se logró en este caso fue tomar el corazón en asístole, es decir, el donante ya había fallecido. Para ello debieron hacer que latiera de nuevo, conectándolo a una circulación externa que le suministrara oxígeno.
Por otra parte, entre el donante y el receptor no había compatibilidad ABO, lo que significa que no tenían el mismo grupo sanguíneo.
Esta técnica es muy reciente, apenas se comenzó a implementar en 2018 y es la primera vez que se lleva a cabo en un niño tan pequeño.
HISTORIA DE NAIARA
Los problemas médicos de Naiara comenzaron mucho antes de su nacimiento. En las consultas prenatales los médicos detectaron la cardiopatía y al empeorar decidieron adelantar su nacimiento en la semana 34.
La niña nació pesando menos de dos kilos y con sus órganos inmaduros, por lo que un equipo de especialistas debió luchar por mantenerla viva. Dos meses después y con un peso de más de tres kilos, estaba lista para aguantar la cirugía.
Pero no es sencillo conseguir donantes para alguien tan pequeño. Sin embargo, con la combinación de las dos técnicas desarrolladas en el Hospital Gregorio Marañón y la generosidad de los padres del donante, Naiara tiene esperanzas de una vida saludable.
“Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la familia del donante quien, en el peor momento de sus vidas, no dudó en decir sí a la donación”, dice Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes.
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