Madre acusada de asesinar a sus tres hijos le dejó dos notas a su marido en la casa
Atormentada por el peso de sus acciones, esta mujer quiso evitar que su esposo viera el peor escenario de su vida. Le escribió un par de notas y las dejó en lugares estratégicos.
El horror de lo que Andrew McGinley encontró en su hogar al regresar de un viaje de trabajo lo perseguirá por siempre. Sus tres hijos habían sido asesinados.
Su esposa, la enfermera de 44 años Deirdre Morley, estaba siendo atendida por los paramédicos a la entrada de su casa. Ella era la responsable de la masacre.
“DEPRIMIDA Y ABRUMADA”
La mañana del 23 de enero de 2020, McGinley salió de su hogar en Dublín, Irlanda, con destino a Cork en un viaje de negocios. Su intención era regresar al día siguiente.
Dejó a sus tres hijos Conor, Darragh y Carla de 9, 7 y 3 años respectivamente, bajo el cuidado de su esposa Deirdre.
Lo que Andrew ignoraba es que, aunque supuestamente su salud mental había mejorado, su esposa se sentía muy “deprimida y abrumada”. Y ese día ella decidió que su estado mental estaba dañando a sus hijos y era mejor terminar con sus vidas.
“La vida para ellos iba a estar llena de dificultades y dolor y yo no estaba preparada para lidiar con eso. Pensé que estaban siendo más dañados por mí”, dijo Deirdre, según cita The Journal.
La noche del 23 de enero intentó darle a los niños una sobredosis de un sedante mezclado con la leche de su cereal. Pero los niños rechazaron el alimento por el mal sabor. Eso la llevó a desistir de su idea.
Sin embargo, al día siguiente optó por terminar con sus vidas provocándoles asfixia mecánica. Escribió un par de notas para su esposo y salió del hogar con la supuesta intención de terminar con su propia vida.
Sobrevivió a dos intentos de acabar con su propia vida. Luego de que su vehículo chocara, un taxista que la vio deambulando la llevó hasta su hogar y llamó a emergencias.
DOS NOTAS
Al entrar a su casa, Andrew encontró una primera nota pegada a una bicicleta que estaba al pie de la escalera que decía: “No vayas arriba ni a la habitación del frente. Llama al 911. Lo siento mucho”, según recoge News.
La segunda nota estaba al lado del cuerpo de Conor en la sala principal: “No veo futuro con trastornos y enfermedades mentales. Tuve que llevarme a los niños. Estoy rota y no puedo arreglarlo. No puedo vivir conmigo misma. Lo siento mucho”, escribió Morley.
PROBLEMAS MENTALES
Deirdre se desempeñaba como enfermera especializada en atención renal para un hospital de la zona hasta 2018, cuando presentó problemas. El estrés causado por sus responsabilidades laborales, la crianza de sus hijos y el reciente nacimiento de su hija le pasaron factura.
El 2019 estuvo internada en el Hospital St Patrick y para finales de ese año comenzó a mejorar. O al menos eso pensaron todos. A principios de 2020 dejó de ser atendida por especialistas en salud mental.
Actualmente está siendo juzgada por asesinato y ella se ha declarado inocente por demencia.
En México el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono ofrece atención a través del 0155 5259-8121. En Estados Unidos, puede llamar a la Red Nacional de Prevención del Suicidio al 1-888-628-9454. En España, llame al Teléfono contra el Suicidio a través del 911 385 385. Otras líneas internacionales de ayuda al suicida pueden encontrarse en befrienders.org.
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