Mujer de 40 años celebra estar soltera y sin hijos: "Tengo más dinero y menos arrugas”
Emma John, una mujer oriunda de Gran Bretaña, ofrece una perspectiva muy positiva sobre la vida siendo soltera y sin hijos después de los 40 años de edad.
Muchas veces, la sociedad caracteriza la vida de mujeres de cierta edad, solteras y sin hijos de forma muy negativa. Desde epítetos como "solteronas" hasta críticas abiertas, es considerada una condición indeseable.
Sin embargo, Emma John, una mujer de 40 años oriunda del Reino Unido, dice que no tener hijos es una de las mejores cosas que le han pasado.
Emma explica que ella no tomó la decisión de ser soltera a los 40, sino de ser independiente y sin compromisos. Nunca ha amado a nadie lo suficiente como para casarse, pero no se siente mal al respecto.
Sin embargo, señala que muchos a su alrededor parecen incómodos porque ella sea soltera. Emma se ha dado cuenta de que muchos no le creen cuando dice que está satisfecha con su vida.
Ha probado explicarles las ventajas, señalando que tiene menos arrugas y más dinero en el bolsillo que la mayoría de sus amigos que tienen hijos. Goza de largas horas de sueño sin ningún tipo de interrupción.
También tiene mejores vacaciones, escogiendo cualquier destino que le plazca sin tener que hacer concesiones. Además, nada de recibir patadas de tu pareja dormida, ni salidas aburridas con parejas amigas.
Para la mujer, no son los solteros quienes se pierden de la compañía de los demás, sino los casados o con hijos. La ventaja principal de la vida soltera es, para ella, el ser siempre ella misma.
Mujer contando dinero. | Foto: Shutterstock
Por ejemplo, si hubiese tenido hijos a los 30, como había planeado de joven, quizás nunca hubiese viajado por el mundo con el equipo de cricket inglés. O pasado 18 meses en Carolina del Norte aprendiendo a tocar el violín bluegrass.
Admite que ha llegado a considerar que su enfoque en carrera, amigos y un buen hogar evitó que conociera a alguien. Sin embargo, se llevó muchas decepciones al probar las citas en línea.
Pasaron los años y llegó a los 40, sin pareja y sin hijos, pero plenamente satisfecha. Y Emma considera que no hay nada de malo en su estilo de vida, y que quizás los demás deberían ser menos prejuiciosos.