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Doctor dejó caer a su bebé prematuro al piso en el parto y le dijo: "Eres joven, tendrás más"

Mayra Pérez
04 jun 2021
01:40

La historia del primer embarazo de esta joven es verdaderamente conmovedora. Al compartirla, quiere crear conciencia sobre el sufrimiento que se vive al perder a un bebé prematuro.

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Aunque toda su vida soñó con ser madre, la noticia de su embarazo no premeditado no provocó en ella la emoción esperada. A sus 25 años, Kristal Amezquita no se sentía preparada para tal responsabilidad.

Apenas iniciaba una relación con su novio y ambos vivían con sus padres. Sin embargo, se armó de valor y dejando de lado su aprehensión, dio la noticia en su hogar.

UN EMBARAZO NORMAL

“No estás sola. No tienes que tomar decisiones repentinas sobre casarte o mudarte. Seguimos siendo tus padres y nuestro hogar sigue siendo tu hogar”, le dijo su padre, según cita Love What Matters.

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Luego de dar a conocer la noticia a todos a través de las redes sociales, el embarazo de Kristal se desarrolló bastante bien. Sin náuseas ni mayores molestias, y con un apetito saludable por buenos alimentos.

En la semana 19 supieron por el estudio ecográfico que esperaban a un niño, y celebraron la tradicional fiesta de revelación de género. Llamaron a su niño Ian Max. Hasta ese momento, el desarrollo del bebé iba muy bien.

A punto de llegar a la semana 21, Kristal comenzó a sufrir dolores abdominales muy intensos. La doctora que la atendió encontró todo normal y la devolvió a su hogar, a la espera de una evaluación ecográfica al día siguiente.

Los dolores que sintió la mañana del 24 de abril de 2017 resultaban insoportables. Pero desoyendo su instinto, decidió esperar en casa. No fue hasta la noche que su madre y su novio la llevaron a la emergencia.

PARTO PREMATURO

Con apenas 21 semanas de embarazo, el parto del bebé de Kristal se había iniciado. El niño aún se movía, por lo que ella se sentía optimista hasta que recibió una noticia terrible: la placenta estaba infectada.

El pequeño Ian Max nació sin vida a las 23:40 pesando apenas 285 gramos. Antes de que el obstetra lo pusiera en sus brazos, se le resbaló y cayó al suelo. “Está bien, eres joven, tendrás más, tú estás bien”, le dijo el médico.

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La tristeza que sintió Kristal por la forma en que trataban el frágil cuerpecito de su niño fue más de lo que pudo manejar. Ahogada en lágrimas, abrazó a su bebé, mientras veía su precioso rostro.

Al día siguiente supo la razón del aborto espontáneo que sufrió. El cuello de su útero es incompetente y dejó filtrar bacterias que contaminaron la placenta. Esto provocó el parto prematuro y la muerte del bebé.

En un futuro, es muy probable que Kristal logre un embarazo exitoso bajo estricta vigilancia médica. Por ahora, sigue extrañando y amando a su bebé cada día.

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