La inesperada confusión de un hombre de 71 años detenido por tocamientos a una frutera
El anciano desconocía que el acto cometido era un delito, pero la explicación policial se lo dejó claro. Nunca pensó tener que enfrentarse a la ley a su edad.
Un hombre de 71 años de edad fue detenido por tocamientos a una frutera. El arresto causó una confusión en el adulto mayor porque no entendía que había cometido un acto en contra de la ley.
El vecino de Gijón fue acusado por la empleada de la frutería donde solía comprar sus insumos. Los agentes de la policía precedieron a su aprehensión. ¡Sigue leyendo para conocer más sobre lo ocurrido!
Frutería. | Foto: Shutterstock.
SIN CONSENTIMIENTO
De acuerdo a la nota de prensa que la Comisaria gijonesa envió a los medios, tras la denuncia de la mujer de 27 años comenzaron la investigación.
La policía chequeó las grabaciones de las cámaras de seguridad y pudo constatar que el anciano ejercía contacto físico con la frutera sin su consentimiento.
Resulta que el hombre pedía sus productos y cuando la empleada pasada por su lado para pesar las bolsas, le tocaba sus nalgas.
Según el testimonio de la víctima, le manifestó al detenido que no le permitía ese comportamiento. Pero el hombre de 71 años le alegó que lo hacía “con confianza” por ser un cliente habitual del establecimiento.
Patrulla de policía. | Foto: Shutterstock.
AUTOR DEL DELITO
Sumando las imágenes registradas en video, más la denuncia de la trabajadora, los agentes policiales identificaron al abuelo y lo rastrearon.
El septuagenario fue detenido el pasado viernes tras ser señalado por haber cometido abuso sexual. Resultó que tenía antecedentes por situaciones irregulares registradas en su núcleo familiar.
La Policía Nacional recordó que cualquier acto que implique contacto corporal por pequeño que sea tiene consecuencias penales. Sobre todo, si son llevados a cabo para obtener satisfacción sexual, aunque sea mínima y sin consentimiento de la otra parte involucrada.
Destacaron que se trata de un ataque a la libertad sexual y constituye un delito por el que deberá pagar el perpetrador. Comparte con nosotros tu opinión dejando tu mensaje en la sección de comentarios.
En otro asunto policía registrado en España y que AmoMama reseñó aquí, una funcionaria de seguridad acompañó a un anciano con Alzheimer que se había desorientado.