Sus padres adoptivos creían que hacían un acto de amor enorme, pero resultó ser un secuestro
Una mujer adoptada descubrió que la historia de su origen escondía un oscuro y criminal secreto. Ahora, siente que malhechores le robaron su vida entera.
Mariela es una niña guatemalteca que fue adoptada a los 11 meses de edad por una pareja belga. Fue criada en Bélgica como Coline, y tuvo una infancia muy feliz. Siempre supo que era adoptada.
Siendo adulta, decidió investigar sus raíces. Pero nunca se imaginó el terrible secreto que se escondía detrás de su adopción.
Mariela de bebé. | Foto: Facebook/MarielaSRBelgicaGuatemala
Mariela le preguntó a sus padres sobre sus orígenes siendo niña, pero le dijeron que le explicarían más al crecer. De adulta, indagó por curiosidad, pero no hizo esfuerzos serios por investigar hasta que se convirtió en madre.
Al examinar el expediente de su adopción, notó varias inconsistencias en los detalles y fechas. Entonces, se encontró con información sobre la tragedia de los niños robados de Guatemala.
Se puso en contacto con el periodista Sebastián Escalón. En sus reportajes vio el nombre de Ofelia de Gamas, el cual reconoció de su propio expediente. Era la testigo del acta de abandono que habría firmado su madre.
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De Gamas era la cuñada del entonces presidente de Guatemala. En 1980, había sido arrestada por tráfico de niños junto a un hombre llamado Edmond Muleten.
Dos días después de que Mariela nació, fue robada de la cuna. A su madre le dijeron que había fallecido, y que la enterraron en una fosa común. 11 meses después, fue entregada a la familia belga que terminó criándola.
Mariela. | Foto: Facebook/MarielaSRBelgicaGuatemala
Sus padres no tenían forma de saber lo sucedido. La agencia tenía todos los papeles en orden, y fue una adopción legal para el gobierno de Bélgica. Nada sabía el mundo en aquel entonces sobre el repunte en tráfico de niños en la región.
Con esta información, Mariela comenzó a buscar a su madre biológica. Y tuvo éxito. "Hola, mi amor, creo que soy tu mamá. Me dijeron que estabas muerta", escribió su madre en su primer mensaje.
Mariela descubrió que es idéntica a su madre, y que tiene 13 hermanos. Lleva tres años conociendo mejor a su familia. Ellos jamás supieron la verdad, y su madre prendía una vela en su nombre todos los años en el aniversario de su supuesta muerte.
Para ella, las personas que la secuestraron de niña no solo la separaron de su familia, sino que le robaron una vida entera. Además, se queja de los estereotipos que abundan sobre niños robados de países como Guatemala.
Explicó que a menudo son descritos como niños "salvados" por ser llevados de condiciones humildes a familias pudientes. Sin embargo, su familia en Guatemala nunca fue pobre, y le parece un cliché dañino.