Incendio destruye la cabaña de un anciano ermitaño que vive en el bosque desde hace 27 años
En condiciones que aún no quedan claras, la cabaña de este hombre se incendió, justo cuando el dueño original lo estaba desalojando. Ahora su destino es incierto.
Durante los últimos 27 años, David Lidstone, de 81 años, se había retirado de la civilización. Había logrado hacer su vida como ermitaño en una pequeña cabaña ubicada en los bosques de New Hampshire.
Ahora, la cabaña está totalmente destruida debido a un voraz incendio que la consumió justo cuando él compadecía ante el tribunal. El caso es cuando menos sospechoso.
CONTRATO DE PALABRA
David nació y creció en Wilton, Maine, y siempre amó vivir en el bosque y ser autosuficiente. Sin embargo, fue oficial de la Fuerza Aérea de los EE. UU. y se convirtió en padre de cuatro.
Pero casi tres décadas atrás, se fue a vivir en una cabaña ubicada en Canterbury, en los terrenos privados de Leonard Giles, de 86 años. En ese lugar, David cultiva sus propios alimentos, cría animales y obtiene leña.
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Según refiere Lidstone, el propietario le dijo, de palabra, que podía vivir ahí. Sin embargo, el propio Giles afirma que hasta el 2015 desconocía que había una persona habitando su propiedad.
A partir de 2107, se emitió una orden exigiendo a Lidstone a desalojar la propiedad, pero el hombre se negó reiteradamente. El pasado 15 de julio fue encarcelado por desacato ante la orden de desalojo. Pero nada rompía la resistencia de este anciano.
EL INCENDIO
El pasado miércoles 4 de agosto, Lindstone debió presentarse ante los tribunales para intentar una conciliación, que él rechazó en forma muy tajante. Pero mientras se encontraba ahí, su cabaña fue consumida por el fuego.
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Los amigos de David y sus mayores apoyos en su lucha por vivir ahí sus últimos años de vida, quedaron devastados ante la noticia. Se supo que el propietario, quien no tiene ningún plan con la propiedad, pensaba derribar la cabaña.
La abogada de Giles explicó que David no había perdido nada en el incendio; sus enseres personales habían sido retirados y no había evidencia de animales. Por lo pronto, el destino del anciano es incierto.