El padre con cáncer terminal que corrió un triatlón para inspirar a su hija de 5 años

Ni el cáncer cerebral ni el coronavirus impidieron a este padre que completara un Triatlón Ironman. Su inspiración es su hija y se llama Hero.

Un hombre llamado Jay Hewitt se había comprometido a enseñar a su hija sobre la resistencia y la perseverancia después de su nacimiento en 2015.

El padre es pastor en una iglesia en Orange, California, donde vive con su esposa Natalie, que es profesora de literatura inglesa. Shakespeare es su área de interés. Más detalles abajo.

UNA ENSEÑANZA PARA SU HIJA

Cuando su pequeña nació la llamaron Hero, un personaje femenino principal de la obra de Shakespeare ‘Much Ado About Nothing’.

Él juró criarla para que supiera que cualquier cosa que se propusiera hacer, lo lograría con Dios en su corazón y con esfuerzo. Entonces Jay decidió que, cuando ella tuviera 9 o 10 años, él competiría en una Carrera de Ironman.

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“Así podría verme cruzar la línea de meta y podría mirarla a los ojos y decirle que, si yo puedo hacer eso, ella también es capaz de hacer lo que se proponga”, relató Hewitt en Newsweek en octubre de 2020.

Luego, en 2017, cuando Hero tenía alrededor de dos años, el padre experimentó una convulsión. Los resultados de una resonancia magnética mostraron que tenía un tumor cerebral.

Este estaba ubicado justo en el centro de su cerebro. La única forma de saber si era canceroso o benigno era después de la cirugía, y la única opción era extirpar todo el tumor.

Sin embargo, debido al tamaño y la ubicación, inicialmente los médicos pensaron que era inoperable. Finalmente logró conseguir a alguien calificado para que le hiciera una neurocirugía con paciente despierto.

Le habían dicho que solo había cinco cirujanos en el mundo que podían intentar extirpar un tumor cerebral como el que tenía.

Esa primera cirugía fue totalmente exitosa. El cirujano pudo extirpar el 100 por ciento del tumor. Jay sintió que le habían devuelto la vida. Sin embargo, le habían dicho que existía la posibilidad de que volviera a aparecer.

LE DIAGNOSTICARON CÁNCER

Un año después, en 2018, tuvo otra convulsión. Una resonancia magnética mostró que había regresado un tumor. Esto significaba que había células cancerosas en su cerebro.

Desafortunadamente, el tipo de tumor cerebral que tenía era un astrocitoma de grado tres, y ese mismo año recibió un diagnóstico de cáncer cerebral.

Le comenzaron a aplicar radiación y quimioterapia después de que le hicieron una segunda cirugía. Estos tratamientos no matan el tipo de tumor que habían aparecido en el cerebro de Jay, pero sí dañan las células cancerosas.

Eso ralentiza su crecimiento y las posibilidades de que se formen nuevos tumores. A partir de ese momento, el pronóstico promedio que le daban a Hewitt era de ocho años más de vida.

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Entonces el padre recordó la promesa que se había hecho a sí mismo cuando Hero había nacido. Quería completar un Ironman cuando ella tuviera unos 10 años. Pero Jay no tenía tiempo que perder.

“Mi primer día de radioterapia y quimioterapia en agosto de 2019 fue el primer día que comencé mi entrenamiento de Ironman”, contó el hombre.

Tenía que construir una base de acondicionamiento físico antes de comenzar el intenso régimen de 16 semanas antes del evento. Durante los siguientes meses acumuló la resistencia para tratar de completar el triatlón.

A veces experimentaba náuseas y calambres, particularmente durante el entrenamiento de ciclismo. Uno de los efectos secundarios de la quimioterapia son los calambres musculares.

Luego conoció a una entrenadora que había sobrevivido al cáncer y había participado en Ironman varias veces. Ella conocía los efectos de la quimioterapia y ajustó el entrenamiento de Jay para ayudarlo a llevar su cuerpo al límite, pero no más allá.

LA LLEGADA DE LA PANDEMIA

Cuando llegó la pandemia de COVID-19 en 2020, se vio obligado a entrenar solo la mayor parte del tiempo. Eso fue realmente difícil para él.

Los organizadores de Ironman Australia, donde Jay se había inscrito, también decidieron cancelar el evento por las restricciones sanitarias.

Antes de esto, el evento estaba pautado para realizarse en mayo de 2020 y estarían participando unos 1000 atletas. Otros eventos de Ironman también fueron cancelados por el mismo motivo.

Sin embargo, el padre no quiso seguir aplazando su enseñanza para su hija y decidió completar los 226 kilómetros por su cuenta. Dejarle una enseñanza a su pequeña era su motivación.

Él se preguntó si ella la comprendería o recordaría, pues pensó en su edad. En aquel momento Hero tenía cinco años. Entonces Jay se comunicó con una amiga en Londres que era directora de televisión.

Le pidió consejo y ella le sugirió hacer un largometraje documental sobre mi viaje en el triatlón. Después de contactar a los organizadores del evento, le sugirieron que formara parte de la carrera virtual Ironman VR Kona. Esta se realizaría en octubre de 2020.

Jay pudo diseñar su propio recorrido en su ciudad natal y trazar la línea de meta para que estuviera justo en frente de su garaje.

La mañana de la carrera estaba nervioso pero emocionado. Mucha gente se presentó para animarlo en la línea de salida. Eso le hizo sentir extremadamente amado y apoyado.

SU TRAVESÍA EN EL TRIATLÓN

Después de que su hija y su esposa tocaron la bocina de aire que inició la carrera, corrió a través de la línea de salida inflable. La primera parte fue la de nado.

“Había tenido un baño tranquilo y un paseo feliz, así que pensé que tal vez esta carrera no iba a ser tan difícil, especialmente cuando vi que estaba excediendo mi ritmo planeado en las primeras millas”, recordó.

Pero los estragos causados por la quimioterapia en su sistema digestivo, no le permitieron digerir adecuadamente la nutrición o la hidratación. Debido a esto comenzó a sentir muchas náuseas.

Siguió avanzando durante 16 kilómetros, pero estaba sufriendo. “Soy un hombre religioso, así que oré. Fue una oración muy simple de, ‘¡Señor, tienes que ayudarme!’”, dijo.

Doce kilómetros más tarde, su entrenadora salió de la nada y corrió una milla junto a él. Ella se había enterado que se estaba sintiendo mal y quería ayudarlo. En treinta minutos Jay pudo recuperar la compostura. Entonces supo que su cuerpo no lo abandonaría.

Cuando dobló la esquina hacia la línea de meta después de 13 horas y 40 minutos, había cientos de personas animándolo. Ironman había construido la línea de meta frente a su casa con la cinta de meta oficial.

Su hija y su esposa estaban sosteniendo esa cinta. Se centró en ellas pensando que regresaría a casa. No tenía mucha energía, pero besó a su esposa, le entregó flores a ella y a su hija y se arrodilló.

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Entonces le dijo a su pequeña: “Si yo puedo hacerlo, tú puedes hacerlo”. Según contó el padre en Newsweek, le había dicho a su hija que había sido una travesía muy difícil para él.

Sin embargo, había pensado en volver a casa con ella y eso le había dado la fuerza para terminar. Completar esa carrera fue un gran gesto de amor para su hija.

A Jay Hewitt le diagnosticaron cáncer cerebral terminal en 2018. Completó la carrera virtual Ironman VR Kona en octubre de 2020. Tardó 13 horas 40 minutos y 54 segundos.

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