Cada mes mi esposa se iba por 2 días y decidí contratar un detective privado - Historia del día
Mi esposa se iba de viaje de negocios durante dos días cada mes y comencé a sospechar. Pero un detective privado descubrió algo que nunca imaginé, que cambió nuestras vidas.
Victoria y yo nos conocimos cuando yo estaba en el último año de la universidad. Ella era profesora de Historia del Arte ahí y tenía diez años más que yo. La invité a salir muchas veces, pero ella siempre dijo que no saldría con un estudiante. Yo no podía dejarla ir.
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Era la mujer más hermosa del mundo y quería conocerla. Después de graduarme, lo intenté de nuevo y Victoria finalmente aceptó. Me enamoré de ella rápida, pero apasionadamente, mientras que Victoria me amaba de una manera más reservada. Después de unos meses, le pedí que se casara conmigo y ella aceptó.
Llevábamos siete años juntos cuando empecé a sospechar de sus viajes de negocios mensuales. Entendía que los profesores de arte iban a inauguraciones de galerías y conferencias en todo el país. Pero cada vez que Victoria regresaba, la notaba un poco triste.
Le pregunté al respecto, pero nunca me dio una respuesta directa. “Cariño, ¿estás bien? ¿Qué pasó en ese viaje?”, dije tentativamente.
"No te preocupes por eso, Daniel. Viajar me pega duro. Ya no soy tan joven", dijo en broma.
“Eres la mujer más vibrante del mundo. Tú puedes hacer cualquier cosa. Puedo ir contigo la próxima vez si quieres”, respondí.
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"No cariño. Tienes que acumular tus días de trabajo para nuestras próximas vacaciones. ¡No renunciaré a eso por nada!," dijo y me sonrió. Estábamos planeando un viaje a Hawái este verano, ya que no pudimos permitirnos una luna de miel cuando nos casamos.
“Está bien, Vicky. Solo sé que estoy aquí para ti", agregué y la abracé. Pero Victoria siguió pensativa el resto de la noche. Empecé a creer que podría estar saliendo con alguien durante esos viajes y le entristecía regresar.
Quería confiar en ella, ya que nunca me había dado ninguna indicación de que quisiera salir con otras personas, pero yo era un hombre paranoico. Tal vez ella estaba cansada de un hombre más joven y buscaba a alguien con quien tuviera más en común.
Un mes después, anunció otro viaje y se fue. No pude contenerme más y contraté a un detective privado para que la siguiera. "¿Qué estoy buscando exactamente, señor Daniel?", me preguntó el detective.
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"Detective, solo quiero saber si está saliendo con otro hombre. Creo que podría estar engañándome. ¿Es una locura?”, le pregunté.
"En realidad no. Los cónyuges infieles constituyen la mayor parte de mi negocio. No se preocupe, soy un experto. ¡Lo que sea que esté escondiendo, me enteraré!”, aseguró el agente. Salí de su oficina y esperé su llamada.
Ocurrió al día siguiente. "¿Señor Daniel? Ya sé qué esconde su esposa y, de hecho, sí está saliendo con otro hombre...”, comenzó.
"Oh no. No puedo creerlo", dije y se me llenaron los ojos de lágrimas.
"Espere un segundo que no he terminado", continuó el detective. "Su esposa ha estado visitando a su exmarido todos estos años, según los registros".
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"¿A qué se refiere con registros?", pregunté, confundido.
“Bueno, el hombre está en un hospital psiquiátrico. Aparentemente, tuvo un episodio antes de que se divorciaran y tuvo que ser ingresado. Conseguí su historial médico, y es poco probable que alguna vez salga", explicó el detective.
No lo podía creer. Ella nunca me dijo que estuvo casada. Al día siguiente, Victoria llegó a casa y le conté todo: “…Y tienes que saber que lamento haber sido paranoico. Traté de preguntarte, pero nunca encontré las palabras adecuadas”, le dije.
“Dani, debí haberte hablado de él antes. Yo solo... nuestra relación fue un torbellino. Nunca imaginé que podría volver a enamorarme después de lo que pasó con mi exmarido”, respondió Victoria.
"Entonces, ¿por qué lo visitas todos los meses?", le pregunté.
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“Siempre me sentí tan culpable. No pude detener lo que le sucedió. Las enfermedades mentales son un tabú tan inexplicable. Incluso los médicos no lo entienden. Pensé que era una mala esposa. Pensé que debí haberlo salvado o algo así", explicó Victoria.
"No, cariño. No puedes culparte de nada", le dije.
"Lo sé, pero me tomó años entenderlo. Acepté que no era mi culpa y que tampoco había nada que pudiera haber hecho”, continuó. "Pero no puedo evitar visitarlo. No tiene a nadie y, a veces, me reconoce".
"Lamento que estuvieras pasando por esto sola", la consolé y la abracé.
"Gracias por ser tan comprensivo", dijo Victoria, secándose las lágrimas.
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La próxima vez que visitó a su exmarido, fui con ella para apoyarla. Me quedé afuera y le di todo el tiempo del mundo. Todo lo que necesitaba era mi apoyo.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Los secretos pueden provocar cambios en las relaciones. Sé honesto con tu pareja antes de que sea demasiado tarde. En este caso y por suerte, el detective privado descubrió toda la verdad.
- Tu pareja necesita tu apoyo, pase lo que pase. Daniel podría haber actuado como un marido celoso, pero entendió por qué Victoria visitaba a su exmarido. Él no la detuvo. Él estuvo ahí para ella.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.