"Los mexicanos deberían volver a sus granjas": mujer insulta a empleados en pizzería de EE.UU
En los Estados Unidos, a una mujer le negaron el servicio en un restaurante por no llevar mascarilla, y comenzó a insultar a los empleados y clientes en una rabieta racista.
Las tensiones raciales en EEUU llevan tiempo enardecidas. Parece que cada semana se hace viral un nuevo episodio de ataques racista, violencia o insultos sin sentido.
En esta oportunidad, una pizzería de la franquicia Little Ceasars fue el escenario de la más reciente diatriba racista y xenofóbica en hacerse viral. Se trata de una mujer blanca, que además de ser racista, no lleva mascarilla.
El sujeto que grabó el video. | Foto: Twitter/davenewworld_2
Aparentemente, todo comenzó cuando cuando la mujer entró al local sin su mascarilla. El personal del restaurante rápidamente se acercó a ella para pedirle que se pusiera una mascarilla o no podría quedarse en el establecimiento.
La mujer habría intentado evadir la restricción sanitaria, alegando que padece de una condición médica que le impide usar mascarillas. Sin embargo, los empleados no aceptaron la excusa y se negaron a atenderla sin mascarilla.
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Eso fue todo lo que hizo falta para que la mujer comenzara a lanzar todo tipo de vulgares insultos e improperios. Atacó verbalmente a los empleados del local, de origen hispánico, usando epítetos raciales.
"Todos los mexicanos deberían volver a sus granjas", espetó la furibunda mujer, sin saber que estaba siendo grabada.
La mujer racista gritando en el restaurante. | Foto: Twitter/davenewworld_2
Por si esto fuera poco, la mujer tildó a los empleados de "nazis" por negarse a atenderla sin seguir las restricciones sanitarias. Pero eso no fue lo peor del caso.
Antes de irse, la mujer decidió amenazar al personal del restaurante. Dijo que la próxima vez se presentaría en el local con "patriotas de verdad" para ver qué iban a hacer los empleados entonces.
Luego de terminar su rabieta, la mujer dio medio vuelta y se dirigió a la puerta, luciendo muy oronda. Pero cuando puso in pie afuera del restaurante, se dio cuenta de que estaba rodeada por agentes de policía.
Los empleados habían llamado a la ley mientras la señora los insultaba, y llegaron en tiempo récord. Ahora, la mujer racista tendrá que enfrentar las consecuencias legales de sus acciones.