Pareja se divorcia después de 16 años de casados cuando él comparte un gran secreto
Matthew y Jessica Turner fueron marido y mujer por 16 años. Formaron una familia feliz con tres hijos, pero la relación se terminó cuando un secreto salió a la luz. Ahora cuentan cómo fue ese proceso y cómo siguen criando a sus hijos.
Casarse implica más que una ceremonia y firmar algunos papeles legales: es un compromiso basado en el amor y la confianza. En un matrimonio se deposita la esperanza de una relación perdurable. Pero no siempre se llega al final del camino.
Tras 16 años de matrimonio, Matthew y Jessica se divorciaron. Sin embargo, intentan ser los mejores padres para sus tres hijos en común.
SALIR DEL CLÓSET
Matthew se había formado un nombre como escritor de libros infantiles cristianos. Se le hacía muy difícil aceptar el secreto que le había ocultado por años. Sin embargo, la verdad sobre su orientación sexual salió a la luz.
"Ser gay no es un nuevo para mí", reveló. "Sin embargo, como alguien que pasó más de 30 años en iglesias fundamentalistas evangélicas (...) viví mucho tiempo presa del miedo, la vergüenza y el auto-odio".
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Pese a haber aceptado su verdad, Matthew luchó por preservar el matrimonio junto a su esposa. Pero finalmente decidieron que lo mejor sería separarse. "Quería que Matthew fuera una persona completa y feliz", dijo Jessica.
LOS NIÑOS
Los Turner tienen tres hijos en común: Ezra, de 6, Adeline, de 10, y Elias, de 13. En un principio, los tres lloraron al saber que sus padres se divorciarían. En una entrevista, los padres recordaron que uno de ellos preguntó por qué se habían casado si Matthew era gay.
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Los exesposos continuaron compartiendo la crianza y pasan tiempo a partes iguales con sus hijos pese a las circunstancias. También se reúnen durante cumpleaños, fiestas y ocasiones especiales.
LA HISTORIA DE LA PAREJA
Matthew y Jessica se conocieron en 2003. Por entonces, él era editor de la revista CCM Magazine, y ella estudiaba en la Universidad de Wisconsin.
Se enamoraron, y en 2004 decidieron casarse. Para entonces, Matthew conocía en el fondo de su corazón la posibilidad de ser gay, pero la reprimió porque no estaba de acuerdo con sus creencias.
"Sabía que había algo diferente. Tenía mucho, mucho miedo", confiesa. "Acudí muchas veces a Dios para pedirle que me quitase esos sentimientos. Tenía mucha culpa y vergüenza. (...) No podía ser gay. No era aceptable".
En 2019, el matrimonio probó hacer terapia de pareja, porque Matthew se sentía deprimido e infeliz. Fue entonces que surgió la revelación de la posibilidad de ser gay.
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Jessica admite que lamenta haber perdido la relación, porque había imaginado su futuro junto a Matthew. Pese a que él sigue en su vida, no es como ella hubiera imaginado.
Con todo, ambos se brindan mutuo apoyo y se guardan afecto. Matthew le da a su esposa el crédito de haberlo ayudado a salir del clóset.
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