"Tuve una sensación en mi estómago": adolescentes heroicos salvan a niña de 5 años tras ver un auto sospechoso

Un adolescente estaba disfrutando un momento de esparcimiento con un amigo cuando escuchó que una niña había sido secuestrada. Entonces él y su amigo tomaron sus bicicletas para perseguir al secuestrador.

Ayudar a quien lo necesita es una virtud, especialmente cuando lo haces sin que te lo pidan. Si bien puedes esperar que un bombero o un policía se arriesguen por alguien en peligro, que lo haga un adolescente para salvar a una niña es muy diferente.

Temar Boggs tiene 15 años. Él y su amigo Chris García, de la misma edad, son chicos como cualquier otro. Pero lo que hicieron es muy especial.

Una niña de 5 años llamada Jocelyn Rojas estaba jugando en el jardín delantero de su casa en Lancaster, Pennsylvania (Estados Unidos) cuando algo impensado ocurrió: de un momento al otro, la niña desapareció, y sus familiares quedaron shockeados y asustados.

Según las autoridades, un hombre la engañó ofreciéndole un helado. Durante dos horas, no hubo señales de la niña, y la policía y los vecinos la buscaban intensamente.

Boggs estaba compartiendo un día de verano con un amigo, y también oyó de la niñita desaparecida. Sin pensarlo, puso manos a la obra para ayudar.

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El adolescente es vecino de la niña, y disfruta de andar en skate y en bicicleta. Tan pronto como supo lo que había ocurrido, organizó con sus amigos una cuadrilla de búsqueda.

"Llevaba un buen rato en la bicicleta y tuve una sensación en mi estómago de que iba a encontrar a la niña", dijo él.

Según reportes, el secuestrador era un hombre de entre 50 y 70, con pantalones verdes y una camisa a rayas rojas y blancas. Caminaba con una ligera renguera.

El adolescente contó cómo él y sus amigos buscaron al secuestrador, y pudieron rastrear un Sedán sospechoso. Cuando miraron el asiento del acompañante, los alivió ver a la niña.

"Lo perseguimos durante 10 o 15 minutos, y supongo que se asustó y la dejó en una esquina", contó el adolescente.

Al parecer, el secuestrador, cuando se supo perseguido, decidió dejar ir a la niña. Boggs y su amigo devolvieron a la niña a su casa, y su familia los llenó de afecto y gratitud.

Boggs afirmó que no lo hizo por atención para él. Simplemente quería asegurarse de que la niña estuviera bien. La abuela de la pequeña dijo: "Es nuestro héroe. O sea, no tengo palabras".

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Así, estos adolescentes comprobaron que no todos los héroes llevan capa y sofisticada tecnología. A veces, con un gran corazón y una bicicleta basta.