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Ascensor cerrado. | Foto: Shutterstock
Ascensor cerrado. | Foto: Shutterstock

No sabía que estaba embarazada hasta que entré en trabajo de parto en un ascensor - Historia del día

Vanessa Guzmán
20 nov 2021
09:00

No tenía idea de que estaba embarazada de nueve meses hasta que entré en trabajo de parto mientras estaba atrapada en un ascensor. Todo fue culpa de mi marido.

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Mi nombre es Darlenis y estuve casada con un hombre despreciable llamado Carlos durante un año. Era un hombre conservador que creía en las viejas formas de vida; algunos incluso pueden llamarlo misógino debido a su idea de dónde pertenecen las mujeres.

Carlos pensaba que necesitaba aumentar de peso para poder tener un hijo con éxito. Él opinaba que mis caderas eran demasiado delgadas para quedar embarazada, así que me alimentó al menos seis veces al día.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

También me prohibió hacer cualquier tipo de ejercicio para que el peso que ganara pudiera permanecer en mi delgado cuerpo. Y así sucedió. Lentamente, gané más peso hasta que me convertí en una persona obesa.

Engordé tanto que tuve que dejar mi trabajo como bailarina. Simplemente, no podía levantar mi cuerpo con la facilidad que solía hacer. Pasé a ser el hazmerreír cada vez que intentaba practicar.

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La transformación continuó y, en algún momento, tuve que comprar ropa nueva en una tienda de tallas grandes porque no podía ponerme mi ropa vieja. Mientras compraba, un hombre alto y regordete se me acercó y se presentó como Henry.

"Creo que eres muy hermosa", dijo.

"Necesita que le revisen los ojos, señor", le dije, molesta porque pensé que se estaba metiendo conmigo.

Yo era cualquier cosa menos hermosa y me consideraba repugnante. Aumenté 50 kilos en un año y me sentí muy cohibida, pero extrañamente, me sentí menos preocupada en presencia de Henry.

Se fue después de que hablamos unos minutos y me sentí un poco mejor conmigo misma por primera vez en mucho tiempo.

No tuve mis períodos durante meses seguidos, pero eso no me preocupaba porque en el pasado ya había menstruado de forma irregular. Pensé que era solo un producto de mi exceso de peso.

Mi esposo me hizo hacer una prueba de embarazo cuando se lo comuniqué, pero fue negativa. Hice la prueba mientras él estaba en el trabajo, así que decidí que iría a su empresa para mostrarle los resultados, ya que, en su horario laboral, no atendía el teléfono.

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Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

"Fue negativo", le dije cuando entré a su oficina.

No estaba contento con eso. "Eso es terrible, tienes que comer más y hacer que te revisen", dijo. "¡Ahora vete!".

De camino a casa, volví a encontrarme con el gordito y bondadoso Henry. Empezamos a hablar y descubrí que en realidad era un colega de mi marido.

Se ofreció a acompañarme, pero nos quedamos atrapados en un ascensor cuando sus puertas no funcionaron.

Estaba estresada por la reacción de mi esposo y la decisión de alimentarme con más comida, y eso desencadenó... el parto. En ese momento no tenía idea de lo que estaba pasando con mis entrañas.

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Sentí al bebé patear un par de veces, pero todavía no tenía ni idea. Mientras trataba de racionalizar la forma en que me sentía, me sorprendió una contracción que casi me hace colapsar.

Henry, que había estado prestando atención, se acercó y me sostuvo por un brazo. Luego preguntó: "¿Cuántas semanas tienes?"

La pregunta me desconcertó, pero fue entonces cuando me di cuenta de que estaba teniendo un bebé.

Rápidamente, llamé a mi esposo y traté de comunicarme con él para que pudiera trasladarme al hospital, pero no contestó la llamada. De repente, escuché gotas caer en el piso del ascensor y me di cuenta de que acababa de romper bolsa.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Me estresó aún más porque no tenía idea de cómo lidiar con eso. Era cómico que finalmente hubiera quedado embarazada, pero el hombre que estaba empeñado en eso estaba a punto de costarme el bebé.

Por suerte para mí, Henry estaba cerca, y rápidamente sumó dos y dos. Era un hombre grande y fuerte, por lo que usó su fuerza para abrir las puertas del ascensor.

Me llevó al estilo nupcial en sus grandes y fuertes brazos, y nunca me había sentido más segura. Me llevó hasta el hospital y di a luz allí.

Los médicos me revelaron que había tenido problemas con las hormonas durante el embarazo, por lo que la prueba nunca reveló que estaba esperando un bebé. Todo el tiempo, traté de comunicarme con mi esposo, pero debido a su molestia, él había optado por ignorar mis llamadas.

Después del parto, me devolvió la llamada y le dije que no quería tener nada más que ver con él. Estaba furioso, pero le dije que, si quería la custodia, tendría que pelear conmigo en la corte.

Seguí adelante con Henry y ambos decidimos perder algunos kilos para mantenernos saludables. Juntos estamos criando a nuestro hijo.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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¿Qué aprendimos de esta historia?

  • Respeta a tu cónyuge: Carlos no respetaba a su esposa, y por eso decidió hacerla pasar por un infierno solo para traer a su hijo al mundo. Terminó su relación al final.
  • Sigue adelante con tus deseos: A Henry le agradaba Darlenis y no perdió el tiempo en decírselo. No tenía idea de cómo reaccionaría ella, pero eso no le impidió hacer su movimiento y, finalmente, todo valió la pena.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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