Mamá se niega a abandonar a su hija con síndrome de Down solo horas después de su nacimiento

Los estereotipos pueden causar mucho dolor. Una madre se negó a abandonar a su bebé y estaba decidida a desafiar los estigmas, incluso si eso significaba convertirse en una paria social.

Muchas madres temen lo que les depara el futuro a sus hijos, y siempre viven con la esperanza de haberlos criado para tener la mejor vida posible.

Esta ansiedad generalmente aumenta cuando una mujer da a luz a un niño con una discapacidad, temerosa de cómo logrará sobrevivir en la sociedad.

VALIENTE ELECCIÓN

A veces, las personas interrumpen los embarazos cuando descubren mediante pruebas que su bebé tiene alguna discapacitada. Cuando a los 29 años salió embarazada, Nicky Laitner de St Albans, Inglaterra, optó por no hacerse estas pruebas.

“No habría terminado el embarazo, así que no vi el punto, y debido a mi edad, no tenía razón para pensar que estaba teniendo algo más que un embarazo ‘normal’”, recordó.

Laitner, que ahora tiene 53 años, recuerda su ingenua suposición. Y no puede borrar de su mente la imagen de la partera llorando cuando descubrió que la bebé tenía síndrome de Down. Una enfermera de maternidad le sugirió que se fuera a casa y abandonara a su hija.

La joven madre optó por ignorar la recomendación. Sin embargo, la aprensión se apoderó de ella, y afirma que se sentía completamente perdida.

“A pesar del profundo amor que sentía por ella, me sumergí en un territorio maternal inesperado e inexplorado, y estaba asustada”, comentó.

Sin embargo, a medida que su hermosa hija, crecía, se dio cuenta de algo: aunque hubo numerosas dificultades, ambos pudieron superarlas con gracia.

COMBATIR EL ESTIGMA

Nicky tuvo que enfrentar una gran cantidad de juicios, y a las personas le preguntaron por qué no se hizo la prueba cuando estaba embarazada. También se sintió abrumada por la simpatía condescendiente y por las personas que la evitaban porque se sentían incómodas.

Por otro lado, su hija Charlotte debió enfrentar el acoso escolar, además de muchos otros obstáculos. Había algunas tareas cotidianas que no podía manejar, como conducir. Sin embargo, ambas sobrevivieron.

DESAFIANDO LOS LÍMITES

Charlotte logró aprobar la escuela convencional y obtuvo una licenciatura en interpretación inclusiva. Al hablar sobre su condición, la ahora joven de 22 años expresó:

“Cuando me miro en el espejo, veo a Charlotte. Sucede que tengo síndrome de Down, pero no me define, es una pequeña parte de lo que soy”.

Charlotte es solo una de las innumerables personas que luchan contra los estereotipos de lo que las personas con su trastorno pueden y no pueden lograr.

ROMPIENDO PARADIGMAS

Más personas con limitaciones percibidas continúan yendo contra la corriente. Ding Ding, nacido con parálisis cerebral, ciertamente lo ha llevado al siguiente nivel.

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En 2016, fue aceptado en la Facultad de Derecho de Harvard ubicada en Massachusetts. Sin embargo, nunca habría llegado allí si no fuera por su madre, Zuo Hongyan.

Ella lo dio a luz en 1988 en la provincia china de Hubei. Aunque los médicos le sugirieron abandonarlo, Hongyan se negó a renunciar a él debido a su condición, lo que llevó a su esposo a divorciarse de ella.

FUERTE SISTEMA DE APOYO

A lo largo de su vida, y a pesar de su condición, la madre de Ding Ding lo empujó siempre hacia la excelencia. Ella contó, según recoge Daily Mail:

“No quería que se sintiera avergonzado... Debido a que tenía habilidades inferiores en muchas áreas, fui bastante estricta con él para que trabajara duro para ponerse al día donde tenía dificultades”.

Tanto Charlotte como este estudiante de Harvard lograron hacer lo que muchos pensaban que no podían. ¿Qué barreras te ha puesto la sociedad? ¿Son ciertas o has tenido el coraje de demostrar que están equivocados?

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