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Una niña triste | Foto: Shutterstock
Una niña triste | Foto: Shutterstock

Años después de la muerte de sus padres, niña descubre que mamá adoptiva es su madre biológica - Historia del día

Mayra Pérez
13 abr 2022
16:30

Tras la muerte de sus padres, Karina vivió en un orfanato hasta que Betty y Alex la acogieron. En algún momento descubrió una antigua fotografía, y su cuidadora le reveló una verdad sorprendente.

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Karina estaba nerviosa y revisaba todo rápidamente. Intentaba escuchar cada sonido de la casa, mientras sus ojos y manos examinaban las cosas de Betty. Estaba buscando algo, pero aún no sabía qué.

La discusión que había escuchado la noche anterior le había hecho sentir que debía encontrar algunas respuestas. A su corta edad, la mejor idea que se le ocurrió fue registrar todo sigilosamente.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Sus padres adoptivos, Betty y Alex, eran personas muy amables, pero él tenía un temperamento horrible. A Karina no le agradaba particularmente, y la niña pensaba que había aceptado su adopción temporal por la insistencia de su esposa.

Pero la noche anterior, Karina había escuchado una de sus tensas conversaciones y Alex había dicho algo extraño. “No entiendo por qué volviste por ella”, y las palabras la habían atormentado desde entonces.

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¿Qué quiso decir con “volver por ella”? Por lo que ella sabía, Betty la había conocido en el orfanato y decidió adoptarla después de un tiempo.

Sus padres habían fallecido en un terrible accidente automovilístico cuando ella tenía dos años y pasó los siguientes años en un orfanato. Cuando cumplió siete, una mujer encantadora, Betty, llegó al orfanato y poco después decidió acogerla. Al menos, eso es lo que Karina sabía.

A lo largo de los meses, Karina había sido testigo de muchas peleas entre la pareja, especialmente por ella. En un momento, la niña pensó que la devolverían, pero Betty nunca dejó que eso sucediera. Se alegraba de que estuviera de su lado; su madre adoptiva era increíble.

Sin embargo, a sus escasos ocho años, sabía que las palabras de Alex significaban algo. Su intuición le dijo que buscara entre las cosas de Betty, pero no tenía idea de qué buscar y tenía que hacerlo rápido porque regresaría pronto de la tienda.

De repente, una foto se destacó. Se parecía mucho a una que le habían dado las encantadoras damas del orfanato hace años. En ella estaban sus padres, y a su lado, Betty. Había una fecha en la esquina de la imagen, y era muy anterior al nacimiento de Karina.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

“¡No entiendo esto! ¿Betty conocía a mis padres?”, susurró la niña para sí misma.

“¡Karina!”. La voz de Betty resonaba en la casa, y Karina estaba tan embelesada con la fotografía que ni siquiera había oído llegar el auto o el tintineo de las llaves. “¡Karina!”.

A estas alturas, no le importaba que la atraparan. Tenía que confrontar a Betty y saber la verdad.

“Oh, cariño. ¿Qué estabas haciendo en mi habitación?”, preguntó Betty, cuando vio a Karina salir del dormitorio principal por el pasillo.

“¿Qué es esto?”, preguntó Karina, mientras sostenía en su mano la foto y fruncía los labios ante la mujer que había comenzado a sentir como una madre.

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“¿Has estado revisando mis cosas?”, preguntó Betty para desviar la conversación.

“¿Por qué estás en esta foto con mis padres? Los reconozco. Miré sus rostros durante años en una foto que tenía de ellos. Pero tú estás en esta. ¿Conocías a mis padres? ¿Por eso me buscaste?”, insistió Karina, con los ojos llenos de lágrimas.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

“Cariño, es una historia complicada”, continuó Betty, queriendo evitar el tema por completo.

“¡Por favor!”, rogó la joven mientras las lágrimas caían de sus ojos.

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“Está bien, te diré la verdad. Lamento haberla ocultado. Conocí a tus padres. Fui su amiga durante mucho tiempo, y cuando quedé... embarazada, les di a mi bebé”.

“¿Embarazada?”.

“Así es. Embarazada de ti”, explicó Betty.

“¿Qué?”, preguntó Karina sin entender. “¿Eres mi madre?”.

“Lo soy; en ese entonces, no podía criarte. No tenía nada. Pero tus padres sí, y realmente querían un hijo. Parecía la mejor opción”. Betty se arrodilló frente a ella y la tomó de los brazos. “Por favor entiende”.

“Y luego mis padres murieron”, dijo la niña, mirando a su madre biológica con el rostro lloroso.

“Sí, murieron tan pronto, y fue horrible. Pero mi vida aún era un desastre. Prometí buscarte una vez que tuviera todo arreglado. Esa fue la razón por la que me casé con Alex, cariño. Él nos daría estabilidad económica. Vine a buscarte tan pronto como pude”, concluyó Betty.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Karina asintió; estaba agradecida por saber la verdad. Le alegraba que Betty no fuera una extraña, pero algo le preocupaba. “¿Alex no es mi papá?”, preguntó.

“No, cariño, no lo es”, respondió Betty.

“Él no me quiere”.

“Claro que sí, a su manera te quiere”, mintió su madre.

“Sé que no le gusto. Lo he escuchado”, continuó Karina.

Betty asintió, mirando a su hija pensativa. “No te preocupes. Nunca más tendrás que preocuparte por él. Y nunca más tendrás que preocuparte por estar sola. Estoy aquí”, dijo, abrazándola con fuerza.

Saber que su hija se había dado cuenta de la actitud de Alex le había causado mucho dolor y decidió terminar su relación. No expondría a su hija a más angustia o abandono.

Ahora tenía un buen trabajo, y si se organizaba, podría continuar sin él. Era hora de irse. Le tomó algunos meses arreglar todo, pero se fue con Karina un día y nunca miró hacia atrás.

Alex no les dio ningún problema y como aún no habían adoptado legalmente a la niña, las cosas fueron más sencillas. Unos meses después, Betty recibió un ascenso y su situación económica comenzó a ser estable. Crio a Karina con todo el amor y el apoyo del mundo.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • La adopción es una opción válida. Betty entregó a su bebé a sus amigos porque pensó que no podía criarla de forma independiente. Fue la elección correcta en ese momento.
  • Protege siempre a tus hijos. Si tu pareja es negligente o trata mal a tus hijos, debes protegerlos. Ellos son tu prioridad.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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