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Platos sucios | Fuente: Shutterstock
Platos sucios | Fuente: Shutterstock

Señora celebró la Pascua sola porque su hijo se enteró de que lava platos en una cafetería - Historia del día

Vanessa Guzmán
29 abr 2022
02:00

Laura comenzó a trabajar en un café para comprar regalos para sus nietos en Semana Santa, pero nunca pensó que pasaría la Pascua sola. Un día, su hijo, César, la vio en la cafetería y salió corriendo enojado del lugar. Y Sofía, su hija, estaba demasiado ocupada para dedicarle un tiempo.

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A los 76 años, Laura decidió trabajar en un café porque no tenía suficiente en su presupuesto mensual para comprar regalos de Pascua para sus nietos. Ya había gastado ese dinero en medicamentos para la presión cardíaca después de una corta estadía en el hospital.

Sus hijos no tenían idea de lo que ella hacía. No quería preocuparlos, pero su vecina, la Sra. García, sí. La buena mujer ayudaba siempre a Laura.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Unsplash

La jubilada comenzó a lavar los platos y limpiar mesas en una cafetería local. Era un trabajo duro, pero en realidad lo disfrutaba.

Laura estaba deseando que llegaran las vacaciones, pero ninguno de sus hijos la había llamado para hablar de planes. Aparentemente, Sofía estaba en un viaje de negocios y, en lugar de hacer que cuidara a los niños, había contratado una niñera.

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Mientras tanto, su hijo, César, tampoco la había llamado. También estaba ocupado en el trabajo y con sus propios hijos. Pero, aun así, Laura pensó que era una locura que ninguno de ellos hubiera hecho planes.

Por supuesto, a algunas personas no les importan las vacaciones de Semana Santa, pero en el caso de la familia de Laura, siempre la pasaban juntos. Principalmente, después de que Laura vendiera su gran casa para poder pagar sus hipotecas.

Estaba cansada de vivir en un lugar tan grande después de la muerte de su esposo, así que esto no fue un problema. Le consiguieron una casa más pequeña y ella les dio todo el dinero que pudo para ayudarlos.

Un día en el trabajo, Laura terminó de lavar los platos y salió al restaurante a recoger lo que los clientes habían dejado en las mesas. Pero se detuvo en seco por un segundo después de ver a César. "Cariño", dijo ella, saludando y acercándose a él.

Pero él levantó su mirada y quedó completamente conmocionado. Observó su uniforme y se dio cuenta de que estaba empleada en el café. De repente, agarró sus cosas y salió corriendo de la tienda.

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"César...", Laura se estremeció, viendo a su hijo desaparecer sin decirle una palabra. ¿Qué sucedió? ¿Por qué había hecho eso? ¿Estaba avergonzado de ella por trabajar en un café? Era un trabajo honesto y no había nada de lo que avergonzarse. Su reacción la lastimó terriblemente.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Después de lo ocurrido, César no contestaba su teléfono y Laura se estaba preocupando. Habían pasado unos días desde el incidente y ella todavía no tenía idea de qué le había ocurrido. Tampoco habían formalizado planes para Semana Santa, así que esta vez trató de llamar a Sofía.

"Hola, cariño. ¿Cómo estás?", dijo Laura cuando su hija le atendió el teléfono.

"¿Mamá? Mamá, lo siento mucho. Tengo una reunión importante. Hablaremos cuando regrese", dijo Sofía rápidamente y colgó.

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Laura sabía que todavía estaba en su viaje de negocios, pero esperaba poder hablar con ella sobre César. Lamentablemente, ella tampoco tenía tiempo para su madre.

El domingo de Pascua llegó sin noticias de sus hijos. No tenía idea de lo que estaban haciendo o si se iban a juntar. Entonces Laura se puso su ropa de iglesia y fue con la Sra. García a la misa de Pascua.

Su amable vecina la invitó a comer con su familia después de la homilía, pero Laura se negó. Estaba demasiado triste porque sus hijos simplemente se habían olvidado de ella.

Incluso había arreglado todos los regalos que compró para sus nietos, los cuales consiguió con el sueldo que cobró en la cafetería. Pero ahora, iba a pasar la Pascua sola.

Agarrando un libro inspirador, Laura se sentó en su sala y se olvidó de todo por un rato. De repente, sonó el timbre y ella se levantó para abrir.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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Se sorprendió al ver a Sofía y César de pie en el umbral de su puerta. Los brazos de su hija estaban cruzados y miraba a su hermano como si esperara que dijera algo.

"Vamos, César. ¡No tenemos todo el día!", expresó Sofía, chasqueando los dedos.

Laura no tenía idea de lo que estaba pasando. "¡Hola, hijos! ¡Felices Pascuas! Es un placer verlos", expresó porque era la verdad. Estaba locamente feliz de verlos. Pero estaban actuando extraño.

"Mamá, lo siento mucho. Estaba tan avergonzado de que estuvieras trabajando en un café. Tenía que irme de allí", soltó César y Sofía siguió mirándolo mientras golpeaba el piso con el pie. "Es por eso que no mencioné nada sobre la Pascua. No estaba listo para verte".

"Oh, querido. Pero, ¿por qué te avergonzaste? Es un trabajo honesto", dijo Laura, juntando las manos y mirándolos con una pequeña sonrisa comprensiva.

"Él lo sabe, mamá", intervino Sofía. "Acabo de regresar de mi viaje de negocios. Bueno, anoche tarde. Pero, aun así, fui a su casa y tú no estabas allí. Me contó lo ocurrido. ¡Es una locura, César!”.

"Lo sé, lo sé. Lo siento. Sofía me ha estado regañando todo el camino hasta aquí. Pero, ¿por qué estabas trabajando en el café?", preguntó César.

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Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

"Quería ganar algo de dinero extra para comprarles a sus hijos algunos regalos de Pascua, chocolates y golosinas. Eso es todo", reveló Laura, sorprendiendo a sus hijos.

"Lo siento. Estuve muy ocupada últimamente, mamá. ¿Pero no tenías suficiente en el presupuesto?", preguntó Sofía, pensando que su madre no necesitaba un trabajo.

Laura se vio obligada a contarle sobre la visita al hospital, lo que hizo que sus hijos se sintieran peor. Pero los hizo tomar una decisión. "Eso es todo. Te mudas conmigo. Necesito a alguien que cuide a los niños, y creo que es mejor que te pague a ti que a un extraño", exigió Sofía, haciendo reír a Laura.

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Pero al final, ella accedió. Adoraba a sus nietos y ansiaba volver a vivir con su familia. También aceptó la disculpa de César de buena gana. Terminaron teniendo una gran Pascua, y a sus nietos les encantaron sus regalos.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • No juzgues a las personas por su trabajo: No hay nada de lo que avergonzarse cuando se trata de un trabajo honesto. César juzgó y se sintió avergonzado de su madre, pero esa fue una reacción que no debió tomar.
  • Siempre haz tiempo para tus padres: Nunca sabes cuándo no los volverás a ver. Tu vida puede estar agitada, pero es esencial encontrar tiempo para pasar con ellos.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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