Mamá ya no quiere a su hijo adoptivo tras tener "hijos propios": lo echa de casa
Cuando finalmente fue adoptado, creyó que su vida mejoraría. Pero sus nuevos padres lo echaron a la calle y vivió una experiencia de horror. Esta es su dura historia.
Mucho antes de que Karlos Dillard se convirtiera en una sensación en las redes sociales, comediante y autor, vivió una dura historia entre los hogares de cuidado y su fallida adopción.
Karlos experimentó tiempos difíciles que lo llevaron a mudarse de casa en casa, con la esperanza de que algún día encontraría un verdadero hogar y una familia.
La búsqueda del joven por una vida mejor lo llevó a vivir situaciones terribles, que, afortunadamente, parecen haber quedado atrás. Esta es su historia.
FAMILIA BIOLÓGICA
Según Love What Matters, Karlos Dillard creció como uno de los hijos de una familia de seis. Sin embargo, y aunque parecían tener una vida normal, el negocio de las drogas de su padre se cernía sobre ellos.
La familia de Karlos no era rica, pero tenían comida y un techo donde vivir. Un día, la burbuja de felicidad familiar explotó después de que atraparan a su padre con una substancia ilegal encima. Fue a la cárcel y su madre se hizo cargo del negocio.
La matriarca de la familia debía viajar con frecuencia ahora que estaba al frente de las actividades ilícitas. Y, durante esos viajes, dejaba a sus hijos solos y a su suerte.
Según recuerda Karlos, algunas veces les cortaban la luz porque no podían pagar la factura a tiempo; otras veces se quedaban sin comida. Como si eso fuera poco, él y sus hermanos también sufrieron abusos a manos de las parejas de su madre.
Muy pronto, los trabajadores sociales se dieron cuenta de la situación y el departamento de Servicios Sociales de Michigan intervino. El día que se llevaron a Karlos y sus hermanos de su casa, el equipo SWAT estuvo presente debido al negocio en el que estaban involucrados los padres.
HOGARES DE ACOGIDA
Su paso por más de treinta hogares de acogida a lo largo de su infancia, así como la forma en que lo sacaron de su hogar, fueron situaciones verdaderamente traumáticas, explica Karlos. A veces, el cambio de casa era inesperado y solo generaba más inestabilidad.
El autor de “Ward of the State” cuenta que también enfrentó abuso físico y sexual en algunos de esos hogares. La mayoría de los padres adoptivos no sabían cómo manejar el comportamiento hostil causado por el trauma que él manifestaba.
Con apenas 8 años, Karlos puso su vida en peligro, al ponerse al frente de un vehículo. Sentía que había perdido toda esperanza de un futuro mejor, pero unos meses antes del cumpleaños número 11, una pareja caucásica lo adoptó.
UN NUEVO HOGAR
Su madre adoptiva había estado lidiando con problemas infertilidad, y pareció haberse alegrado con su adopción. Pero la pareja pronto tuvo hijos propios y comenzó a tratarlo más como un empleado que como un hijo.
Karlos, quien ahora es un hombre, piensa que fue adoptado por las razones equivocadas. Describió a sus padres adoptivos como mal preparados, y debido a que eran conservadores y religiosos, se opusieron a su naturaleza abiertamente homosexual.
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Finalmente, la pareja lo echó de su casa cuando tenía 15 años. Según recuerda, su madre adoptiva le dijo que ya no lo quería porque tenía sus propios hijos.
“Después de que mis padres adoptivos me dejaran en la calle, salté de sofá en sofá en casa de mis amigos y finalmente terminé sin hogar”, comentó Karlos.
PUNTO DE INFLEXIÓN
La vida en las calles fue mucho más dura que en los diversos hogares de acogida, pero él no dejó de tener esperanzas en su gran futuro como adulto. Aprobó su examen de equivalencia del bachillerato, asistió a la universidad y logró dejar atrás su duro pasado.
En la universidad conoció a su futuro esposo, Kristopher. Con su ayuda, Karlos pudo reunirse con su familia biológica, tras una intensa conversación con su madre.
Por desgracia, tiempo después volvió a perder tanto a su madre como a su hermana mayor en un fatal accidente. Ese trágico evento lo destrozó y lo dejó con un profundo vacío. A pesar de pagar todos los gastos del entierro, el director de la funeraria lo hizo sentir como un extraño.
Actualmente, Karlos ha logrado superar sus traumas. Escribió su conmovedora historía bajo el título: “Wards of the State: A Memoir of Foster Care”, y ha dedicado su vida a ayudar a otras personas.
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En México el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono ofrece atención a través del 0155 5259-8121. En Estados Unidos, puede llamar a la Red Nacional de Prevención del Suicidio al 1-888-628-9454. En España, llame al Teléfono contra el Suicidio a través del 911 385 385. Otras líneas internacionales de ayuda al suicida pueden encontrarse en befrienders.org.
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