Pareja cría a bebé adoptada como si fuera suya: el padre biológico aparece 3 años después

Una madre con problemas de adicción tomó la decisión de dar a su hija en adopción. La dulce niña fue acogida por una pareja que le dio el amor y la protección que necesitaba. Sin embargo, una sola carta amenazaba con cambiar sus vidas.

Algunas veces, la mejor decisión es entregar a un hijo para que alguien más lo cuide. La elección nunca es fácil, pero le da a ese pequeño ser un hogar lleno de amor y cuidados y la oportunidad de una mejor vida.

Una pareja adoptiva dio la bienvenida a la niña a sus vidas y se enamoró de ella. Nunca imaginaron que el padre biológico de la pequeña aparecería años después y vivirían su peor pesadilla.

CARTA INESPERADA

Braelynn nació en 2013, mientras su madre biológica luchaba contra una terrible adicción a las drogas. La mujer sabía que no podía hacerse cargo de otra vida, por lo que entregó su recién nacida a la familia Dalsing.

“Ella tomó una decisión, probablemente una de las decisiones más difíciles que podría imaginar a una madre, y eso es entregar a su hija a otra persona”, expresó Ed Dalsing.

Los Dalsing criaron a la niña en Carolina del Sur, Estados Unidos, y la vieron convertirse en una pequeña confiada y dulce. A la edad de tres años, Braelynn disfrutaba de la vida sin preocupaciones, sin imaginar la pesadilla que estaban viviendo sus padres adoptivos.

En 2016, el padre biológico de Braelynn, Andrew Myers, envió a los Dalsing una carta que cambió sus vidas. Él estaba apelando la adopción y quería a su hija de vuelta.

“Ese es el peor día que puedo recordar, el 15 de diciembre. Y mi esposo me llamó y me dijo que la corte de apelaciones falló en nuestra contra”, declaró Tammy Dalsing.

Los padres adoptivos estaban impactados; no podían soportar la idea de renunciar a la niña que habían llegado a conocer y amar. Ed confesó que nunca en su vida había llorado tanto como en ese momento.

AMARGA BATALLA

Braelynn había llegado a la vida de los Dalsing con graves problemas debido a la adicción de su madre. Ellos se aseguraron de que recibiera la atención médica necesaria y estaban encantados con su progreso.

Sin embargo, su vida con Braelynn pendía de un hilo y la pareja estaba preocupada. La estabilidad de la pequeña niña estaba en juego y ellos tenían el corazón roto de dolor.

La madre biológica de Braelynn, Erica Keisler, creía que su hija pertenecía a la familia Dalsing. Sabía que se preocupaban por ella y no podía entender que el padre de la niña estuviera luchando por la custodia y trastornando su frágil vida.

“Es difícil. Lo que los Dalsing hacen por mis dos hijas es una bendición. Puedo acostarme por la noche y saber que las cuidan, saber que las aman”, dijo Erica, según cita ABC News.

La madre biológica vio cómo la familia adoptiva ayudó a Braelynn cuando más los necesitaba. También señaló que su padre biológico ni siquiera sabía su color favorito y no podía entender por qué un juez le diera la custodia.

El padre biológico no estuvo presente durante los primeros años de Braelynn porque estaba cumpliendo una sentencia de cárcel por fraude. Después de ser liberado, decidió que quería que su hija estuviera con él.

Los Dalsing no tenían malos sentimientos hacia Myers e incluso querían que pasara tiempo con su hija. Sin embargo, creían que lo mejor era que ellos siguieran siendo sus tutores legales y padres adoptivos.

FALLO LEGAL

Myers no tenía conexión con su pequeña hija, pero sentía que tenía derecho sobre ella. Sin embargo, el tribunal falló de manera diferente. Si bien la ley estatal aboga porque se haga todo lo posible por reunir a los niños con sus padres biológicos, él no era considerado apto.

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En 2018, la Corte Suprema de Carolina del Sur restableció la adopción de Braelynn, demostrando que el amor es muy poderoso. El fallo tuvo en cuenta los mejores intereses de la niña y la mantuvo con las personas que vio como sus padres desde el principio.

ADOPTARON A SU MEDIA HERMANA

El padre adoptivo reveló que estaba temblando cuando el juez leyó el veredicto. La familia Dalsing estaba feliz de que su pequeña niña se quedara con ellos.

La pareja también adoptó a la media hermana de Braelynn, y su madre biológica, Erica, estaba encantada de que sus hijas tuvieran la oportunidad de crecer juntas.

La historia de adopción de Braelynn no estuvo exenta de desafíos, pero para los Dalsing, valió la pena luchar por ella.

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