Niña llorosa de 6 años arrestada por policía pide una segunda oportunidad en imágenes de cámara corporal

Los niños siempre harán travesuras, y un adulto debe corregir tales comportamientos sin empeorar las cosas. Sin embargo, para este oficial de policía, arrestar a una niña de 6 años fue la mejor manera de domarla, a pesar de que ella suplicaba una segunda oportunidad.

Los niños son pequeños humanos con una mente propia. Sin embargo, necesitan orientación desde muy temprana edad, pues a menudo cometen muchos errores, sin pensar en las consecuencias. Y al final, terminan sintiendo pena, especialmente después de ser regañados o atrapados.

En medio de las circunstancias, los padres y representantes sufren por el comportamiento de los chiquillos y sus consecuencias. Esta abuela de Orlando, en EE.UU., fue testigo del maltrato que sufrió su nieta por parte de un oficial de policía.

ESTABAN EN CLASE

Dennis Turner era un oficial de reserva que servía en el Departamento de Policía de Orlando. Debido a su posición como oficial de reserva, Turner era responsable ante el jefe de policía, quien dictó sentencia sobre el incidente.

En septiembre de 2019, Turner se presentó en la Academia Lucious y Emma Nixon en Orlando. Su objetivo era esposar a dos estudiantes menores de edad, un niño y una niña, ambos de seis años.

En un video que apareció en línea, las imágenes de la cámara corporal mostraron el incidente. Se podía ver al adulto llevando a una niña llamada Kaia Rolle a un coche de policía.

Primero, le mostró las esposas que usó con ella, luego le pidió a la menor que se diera la vuelta antes de alejarla del salón de clases y llevarla a la parte trasera de su vehículo.

Mientras todo esto sucedía, se podía escuchar a Kaia decir: "Por favor, ayúdame, ayúdame, por favor", ya que también pidió una "segunda oportunidad".

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Los informes decían que la policía actuó en contra de la voluntad del director, pero en el video, estaba presente otro adulto que no se opuso al arresto de la niña. De hecho, la persona dijo: "Está bien Kaia, tienes que ir con ellos, niña".

REACCIONES TRAS EL INCIDENTE

Los sollozos de Kaia fueron suficientes para ablandar el corazón de una persona de corazón de piedra. Aun así, de alguna manera, el oficial se negó a escuchar mientras la metía en su vehículo. Se había portado mal al patear a un miembro del personal en su salón de clases.

Eso no fue todo; se puso en contacto con la abuela de Kaia, le explicó su delito y agregó que la acusarían de agresión; finalmente, fue entregada a su abuela.

Sin embargo, Aramis D. Ayala, Fiscal Estatal del Noveno Circuito Judicial, desestimó el caso y dijo a los medios que su oficina no tenía intenciones de procesar a la niña.

Según Ayala: "Me niego a desempeñar ningún papel en el conducto de la escuela a la prisión a cualquier edad. Estos niños deben ser protegidos, nutridos y disciplinados de una manera que no dependa del sistema de justicia penal para hacerlo".

Todo el episodio fue devastador para Meralyn Kirkland, la abuela de Kaia, quien no pudo superar el dolor a pesar de tener a su bebé en casa. En una entrevista, relató emocionada el incidente.

"Ningún niño de 6 años debería poder decirle a alguien que tenía las esposas puestas y que viajaba en un coche de policía para que le tomaran las huellas dactilares y le hicieran una foto policial", expresó.

LUEGO DEL ARRESTO

Muchos condenaron el comportamiento, incluido el jefe de policía de Orlando, Orlando Rolón, quien habló con la prensa. Confesó que el arresto se realizó sin la aprobación de un oficial al mando y era un delito punible.

Durante su discurso, Rolón mencionó que le pareció desagradable el incidente y que no perdió tiempo en suspender al oficial, a pesar de que Turner está bajo investigación. El jefe de policía, que procedió a despedir al oficial de la fuerza, también se disculpó con la familia y agregó que:

“Sabía que no había otra opción aquí. Él iba a ser despedido. Me revolvió el estómago cuando escuché esto... nosotros, todos estábamos horrorizados. Me disculpo con los niños involucrados y sus familias".

Otros usuarios de Internet, incluidos padres con hijos, condenaron el comportamiento de Turner. Sostuvieron que Kaia era solo una niña y que se podrían haber explorado otras medidas correctivas.

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Al final del día, la incapacidad de Turner para controlar sus emociones y escuchar las súplicas de un niño le costó su trabajo y dañó su reputación. Entonces, se debe enseñar qué es bueno, mostrar simpatía a una persona, por pequeña que sea; después de todo, estos niños son humanos.