Abuela a la que le prohibieron visitar a su nieta ve a la niña subirse a un auto con un extraño - Historia del día

A una abuela amorosa le prohibieron ver a su nieta después de que su hijo y su esposa se separaron. Un día, vio a su nieta subiendo a un automóvil con un extraño y la niña parecía asustada.

Lucy tenía 68 años y valoraba a su familia más que a nada en el mundo. Su esposo murió cuando tenía más de 50 años y, desde entonces, centró su atención en su hijo mayor, Pedro, y en su querida nieta, Abigail.

Desafortunadamente, su hijo estaba en una relación tóxica con su esposa, Amelia. Peleaban constantemente, y sus problemas se acumularon hasta que ya no pudieron solucionarlos.

Al final, Pedro y Amelia decidieron divorciarse y su hija Abigail quedó bajo la custodia de su madre. Desde entonces, a Lucy se le prohibió visitar a su nieta.

La abuela extrañaba mucho a Abigail. Siempre había imaginado su jubilación como un momento feliz en su vida, el momento perfecto para cuidar y mimar a su nieta. “¡No te preocupes, Abigail! ¡La abuela es tu ángel guardián!”, le repetía constantemente.

Como la separación de los padres de la niña fue amarga, su madre, Amelia, se negó a lidiar con cualquier cosa que tuviera que ver con su exmarido, incluida Lucy.

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Ella se negaba a que su hija compartiera o viera a su abuela paterna, y esto continuó durante dos años hasta que sucedió algo significativo.

Lucy encontró otros pasatiempos a los que dedicarse mientras trataba de sobrellevar el anhelo por su nieta. Todas las mañanas iba a un estudio de yoga antes de pasar el día en una cafetería donde leía un libro o se reunía con algunos vecinos.

Un día en particular, mientras caminaba del estudio de yoga a la cafetería, vio a su nieta nerviosa mientras un hombre corpulento la sujetaba por el hombro. Lucy estaba segura de que era Abigail porque llevaba puesto el gorro de punto que le había regalado la última vez que se vieron.

Al darse cuenta de que su nieta estaba en peligro, trató de correr tras ella, pero la niña y el hombre ya se habían subido a un automóvil. Sin dudarlo, Lucy detuvo un taxi y los siguió.

Mientras estaba dentro del taxi, la abuela llamó a la policía y les informó que su nieta estaba en un automóvil con un hombre extraño, y les brindó detalles sobre el vehículo.

Poco después, los policías llegaron a una intersección justo antes de ingresar a la autopista e interceptaron el vehículo en el que se encontraba Abigail. El hombre que la acompañaba fue arrestado y Lucy pudo abrazar a su nieta por primera vez en años.

“Ay, cariño”, gritó. “Estoy muy contenta de que estés bien. Estaba muy preocupada por ti”.

Abigail abrazó a su abuela con fuerza, todavía asustada por lo que había pasado. Resultó que el hombre que estaba con ella era el exnovio de Amelia que quería volver con su madre. Había tomado a Abigail, pensando que podría usarla para chantajearla.

“Según el individuo, Amelia a menudo le pedía que fuera a buscar a Abigail a la escuela. Cuando se separaron, los maestros no fueron informados”, le dijo la policía a Lucy y a su hijo Pedro, quien había acudido a la estación desde el trabajo.

“Por eso él todavía tenía acceso a la niña y hoy fue a recogerla”. El hombre fue arrestado por llevarse a Abigail y se presentaron cargos adicionales en su contra por conducir sin licencia y robar el auto de alguien.

Pedro y Lucy también presentaron cargos contra Amelia por descuidar las necesidades de su hija y por ponerla en peligro. Al final, se le otorgó la custodia de la niña a su padre, dejando a Amelia con derechos de visita.

Ella aceptó humildemente la decisión del juez, sabiendo que había sido una madre irresponsable. Se disculpó con su exesposo y con Lucy por haberles quitado a Abigail y prometió ser mejor persona.

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Comenzaron a ser padres de Abigail y siguieron siendo buenos amigos para no interrumpir la vida de la niña mientras crecía.

Después del incidente, Lucy se convirtió en la heroína de la ciudad y apareció en la televisión local por su papel en salvar a su nieta.

Más personas comenzaron a reconocerla, y esto vino con beneficios que ella y su familia comenzaron a disfrutar: canastas de frutas gratis, clases de yoga gratis y servicios gratuitos de varios establecimientos.

Abigail estaba encantada de reunirse con su padre y su abuela y no tuvo problemas para instalarse en casa. Pasaba mucho tiempo con los dos, y siempre hablaban de las cosas que sucedían a su alrededor.

Un día en particular, la niña compartió abiertamente lo asustada que había estado ese día cuando el exnovio de su madre intentó llevársela. Lucy le dio a su nieta un cálido abrazo y le aseguró que todo estaría bien y que ella y su papá siempre la protegerían.

“¿Recuerdas lo que solía decirte, cariño?”, le preguntó Lucy a su nieta. “¡La abuela es tu ángel guardián!”.

Abigail sonrió y asintió, asegurando que ahora estaba a salvo y vivía en una casa llena de amor.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

El amor de una abuela es eterno. Lucy hacía todo lo que podía para proteger a su nieta, especialmente después de verla en peligro. Siempre se mantuvo fiel a su palabra de ser su “ángel guardián”.

Todos los niños merecen ser amados y protegidos. Amelia no pudo proteger a su hija de su exnovio, y esto tuvo consecuencias para ella. Es importante enseñar a nuestros hijos qué hacer en caso de emergencias e informarles de las situaciones que les pueden afectar para que sepan cómo protegerse.

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