Dwayne Johnson compra camión para el hombre que le dio un lugar para vivir cuando era un adolescente sin hogar de Hawái

Dwayne Johnson ha recorrido un largo camino desde su infancia llena de dificultades. Y a pesar de su éxito, nunca olvida de dónde vino, y agradece a las personas que lo ayudaron en el camino.

Después de convertir su popularidad en la lucha libre en una carrera, Dwayne “The Rock” Johnson es hoy un actor de renombre con papeles en exitosas franquicias como “The Fast and the Furious” y “Jumanji”, además de interpretar al semidiós Maui en “Moana”.

Ha sido largo el camino hasta el éxito, y ha trabajado muy duro para superarse. Con ímpetu y una determinación sin igual, luchó para llegar a la cima y hoy se ubica entre los actores mejor pagados según Forbes. Pero no ha sido fácil.

INFANCIA EN LA POBREZA

Johnson es conocido hoy en día por su participación en películas exitosas, encabezar las listas de Forbes y hacer vigorosos regímenes de gimnasia, todo gracias a su trabajo duro. Al crecer, su cabello tenía rizos suaves y su rostro era de rasgos delicados.

Su apariencia delicada hacía que lo confundieran con una niña. Debido a que su padre era luchador profesional, su familia se mudó mucho durante su infancia y él cambiaba de escuela con frecuencia.

Recuerda una vez cuando comenzó a asistir a una nueva escuela, y según recoge Today, en el momento en que se sentó en su nueva clase, el niño sentado a su lado le dijo:

“¿Puedo preguntarte algo? ¿Eres un niño o una niña?”.

Por sorprendente que parezca la pregunta, en esa oportunidad no se molestó. Las preguntas sobre su género eran la menor de sus preocupaciones de la infancia.

Johnson creció en la pobreza. Cuando tenía trece años, tenía malas compañías. Tomó decisiones imprudentes y se unió a una banda de ladrones que tenía como objetivo tiendas opulentas, lo que a menudo lo metió en problemas con la ley.

Las cosas empeoraron cuando cumplió 14 años. Después de que sus padres no pudieron pagar el alquiler, su familia fue desalojada de su apartamento de una habitación de $180 a la semana en Hawái, Estados Unidos.

Una noche, él y su madre llegaron a casa y encontraron un candado y un aviso de desalojo en la puerta. “Mi mamá empezó a llorar y se desmoronó. ‘¿Dónde vamos a vivir? ¿Qué vamos a hacer?’”, recordó, según cita CNBC.

En ese momento, también estaba lidiando con su complicada relación con su padre, el luchador profesional Rocky Johnson. Era un padre ausente debido a sus compromisos laborales, y la relación entre ambos se vio afectada. Él falleció el 15 de enero de 2020, a los 75 años.

EL HOMBRE QUE CAMBIÓ SU VIDA

Después de ser desalojado de su hogar en Hawái, Johnson hizo las maletas y se mudó a Nashville para vivir con su padre. Pero los planes cambiaron tras llegar. Viviría con un desconocido: Bruno Lauer.

Lauer, un gerente de lucha libre en los años 90, acogió a Johnson y vivió con él en una pequeña habitación en un lugar llamado motel Alamo Plaza. Lo trató como a su hijo, e incluso le dio sus últimos $40 para que pudiera tener su primer auto, un Thunderbird.

Debido a la complicada relación con su padre, Johnson era un adolescente enojado que a menudo se metía en peleas. Finalmente, al darse cuenta de que estaba arruinando su vida, decidió canalizar su ira hacia algo más productivo.

Comenzó a levantar pesas y se unió a una pequeña organización de lucha libre en Tennessee, donde luchaba todas las noches en mercados de pulgas, ferias y concesionarios de autos usados.

A pesar de que la vida profesional de su padre le había causado una infancia dolorosa, vio la lucha libre como el boleto para salir de su deplorable situación. Poco después, se subió al ring.

En un principio, recibió muchas críticas, por lo que rápidamente adoptó una personalidad de tipo duro, y lo hizo tan bien que comenzó a acumular títulos. Más tarde hizo la transición a hacer películas, una carrera que lo ha convertido en la estrella que es hoy en día.

AGRADECIDO

La vida de Johnson ha sido una montaña rusa, pero ahora que tiene éxito no olvida de dónde vino, ni tampoco a quienes lo ayudaron en el camino.

Cuando filmaba “Young Rock”, una serie documental que relata su vida, Johnson tuvo un invitado especial: Lauer. Contó cómo él lo había acogido a los 15 años, y cómo, 9 años después, cuando pasaba por momentos difíciles intentando hacer una carrera en la lucha libre, él lo había alojado en su tráiler.

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Luego de contar eso, le dio la noticia de que le había comprado una camioneta de $30.000 para devolverle el favor otorgado hace décadas. Mientras Lauer miraba incrédulo, Johnson le hizo saber lo agradecido que estaba con él.

“Te amo, hermano. Tu amabilidad y corazón ayudaron a cambiar la trayectoria de mi vida”, dijo.

Entre aquellos a quienes Johnson desea retribuir está su madre, Ata. Johnson publicó una emotiva historia sobre su madre en honor al Día de la Madre de 2015.

Compartió una foto de ella en un avión privado. Ambos estaban sentados uno frente al otro, y Ata miraba a su alrededor y no podía creer su vida.

El actor de “Jungle Cruise” le preguntó si estaba feliz y antes de que pudiera responder, la azafata trajo comida y la puso en su mesa. Mientras las lágrimas brotaban de los ojos de Ata, ella respondió:

“¿Soy feliz? Solía ​​preocuparme por cómo iba a comprar comestibles para nosotros, y ahora me traen el desayuno y me lo sirven”.

Si bien el actor de “The Game Plan” siempre ha sido generoso con su madre, su regalo del 4 de junio superó todo. Johnson hizo llorar a su madre cuando le regaló una casa nueva.

En el video que mostraba a Ata haciendo un recorrido por su nuevo hogar, Johnson compartió cómo, cuando era niño, odiaba ver llorar a su madre, y ahora se alegra de verla llorar porque son lágrimas de alegría.

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