A la madre de Diana le preocupaba que se casara con Charles: no se hablaron durante años tras la boda

A Diana de Gales a menudo se la llamaba la Princesa del Pueblo debido a su personalidad humilde y empatía con las personas. Sin embargo, ella no desarrolló tal reputación en su círculo cercano.

La decisión de Diana de casarse con Charles en contra del deseo de su madre provocó resentimiento entre la princesa y su progenitora. Aunque la Princesa no nació en un palacio como el resto de la realeza británica, ella conocía bien el estilo de vida de la aristócrata.

Nació en 1961, cerca de Sandringham, Inglaterra. Fue hija de Edward John Spencer y Frances Ruth Burke Roche: vizconde y vizcondesa de Althorp. Era la tercera de cuatro hermanos. Las dos mayores eran, Lady Jane Fellowes y Lady Sarah McCorquodale, y el menor, Charles Spencer. Diana también se convirtió en Lady después de que su padre heredara el título de Earl Spencer en 1975.

Su familia era cercana a la reina Elizabeth II. Incluso alquilaron "Park House", propiedad de la monarca. Diana era amiga del príncipe Andrew y el príncipe Edward, mientras que una de sus hermanas salía con el príncipe Charles.

Diana se mudó de su ciudad natal a Londres para perseguir el trabajo de sus sueños: trabajar con niños después de completar su educación en Suiza.

EN SU INFANCIA

Los agradables recuerdos de infancia de Diana de tener a sus padres juntos se interrumpieron cuando tenía seis años porque sus padres se divorciaron.

Las revelaciones en "Diana: Her True Story" de Andrew Morton confirmaron que Frances nunca fue feliz en el matrimonio. También mencionó que el conde golpeó a la madre de la princesa.

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Diana sostuvo que sus padres habían perdido a un hijo antes que ella. Señaló que el matrimonio de sus progenitores se tensó al intentar tener un tercer hijo varón, y en cambio, trajeron al mundo a otra niña. Ellos esperaban un heredero que continuara con el nombre de la familia.

Incluso cuando tuvieron un niño, su matrimonio ya estaba en ruinas. Diana recordó que sus padres discutían mucho. Esta insatisfacción debe haber alimentado la pasión de su madre por estar con otro hombre.

Después de visitar Londres en 1966, Frances se enamoró de un hombre llamado Peter Shand Kydd, a quien conoció en su viaje. Lo que siguió fue un romance. Una vez que salió a la luz, el conde acordó una separación de prueba que terminó en divorcio. Obtuvo la custodia de los niños.

Diana estaba molesta por el cambio. Ella lo llamó "el gran quiebre", ya que afectó en gran medida su infancia, incluidas sus relaciones con sus hermanos. Según ella:

"El gran quiebre fue cuando mamá decidió irse. Ese es el recuerdo vívido que tenemos... la gente tomó partido. Varias personas no se hablaban entre sí. Para mi hermano y para mí, fue una experiencia muy dolorosa y confusa".

CÓMO SE SENTÍA FRANCES AL PERDER A SUS HIJOS

Desafortunadamente, la madre de cuatro, enfrentó críticas de la sociedad. En ese momento, el divorcio en el círculo aristocrático era raro.

Muchos criticaron su decisión de encontrar el amor a expensas de sus hijos. A pesar de que luchó por obtener la custodia de sus dos hijos más pequeños, Frances perdió y fue etiquetada como una "madre no apta".

Aunque ella tenía todo el amor que quería de un hombre, su pareja, Kydd, todavía extrañaba lo que dejó atrás: sus retoños.

A pesar de dejar a su exmarido y todo lo desagradable atrás, incluidas las calumnias del público, Frances a menudo lloraba cada vez que sus hijos la visitaban porque no quería que se fueran.

EL EFECTO DEL DIVORCIO

Diana describió su infancia como infeliz. Explicó que después del divorcio, su madre siempre tenía los ojos llorosos y su padre apenas hablaba de la inestabilidad y el cambio en el hogar.

El efecto del divorcio fue devastador. Diana era consciente de no tomar partido, no quería mostrar favoritismo, pero era casi imposible y traumatizante.

Los niños iban de una casa a otra y, aunque ambos padres trataban de mostrarles el mayor amor posible, no era lo mismo que estar en una sola casa.

Diana y su hermano, Charles, odiaban cada momento que tenían que elegir y no veían la hora de independizarse para compartir sus pensamientos sin influencia.

En la escuela, también sufrieron el efecto de la separación de sus padres. Sobresalían porque la mayoría de los estudiantes no estaban familiarizados con las peculiaridades de un hogar roto.

Sin embargo, cuando estaban terminando sus estudios en la escuela preparatoria, muchos de sus compañeros sufrieron la misma suerte.

Aparte del impacto del divorcio, Diana tenía una mentalidad única. Nunca fue una excelente estudiante, pero le encantaba bailar, nadar y pasar tiempo con personas mayores.

Diana hizo muchas amigas y nunca tuvo novio porque sentía la necesidad de mantenerse ordenada para lo que se le presentara. Pero eso no le impidió enamorarse de los chicos. Se enamoró muchas veces, incluso de los novios de su hermana mayor.

DIANA CRUZÓ SU CAMINO CON CHARLES

En 1977, Charles, de 29 años, estaba saliendo con Sarah, la hermana de Diana. Visitaba su casa en Northamptonshire, Inglaterra, cuando él y la que se convertiría en la madre de sus hijos se conocieron.

Charles, de 29 años, se enamoró de Diana, de 16 años, a quien más tarde describió como "muy divertida, animada y llena de vida". Pero, por otro lado, la adolescente quedó asombrada por la atención que recibió de parte del príncipe.

Diana volvió a ver a Charles tres años después cuando visitó a un amigo en común, Philip de Pass, en la casa de su familia en Sussex durante el fin de semana.

Diana y el Príncipe de Gales se hicieron cercanos cuando él habló sobre su tío asesinado, Lord Mountbatten. Charles le propuso matrimonio al año siguiente y la pareja se convirtió en marido y mujer.

El título de Lady de Diana cambió y la princesa se convirtió en residente de Clarence House. Mientras el público estaba frenético escribiendo sobre la historia de amor del Príncipe, la madre de Diana pensó que su unión era una idea terrible.

Frances expresó su preocupación por la relación y agregó que el matrimonio no era una buena combinación después de comparar los paralelismos entre la joven pareja y su matrimonio.

LAS DUDAS Y PROBLEMAS PREVIOS

Inicialmente, Diana se sintió complacida con la relación. Aun así, antes de su boda en julio, estuvo a punto de cancelarla, alegando que su futuro esposo tenía una relación demasiado cercana con Camilla Parker Bowles, , con quien luego habría de tener una aventura.

Desafortunadamente, ella no tenía el respaldo que necesitaba. Sus hermanas explicaron que era demasiado tarde para tal decisión, lo que llevó a Diana a continuar en lo que parecía un matrimonio sin amor desde el principio.

La pareja compartió sus votos en la Abadía de Westminster frente a unos 750 millones de personas. Sin embargo, Diana estaba molesta con su madre después de la boda debido a sus rabietas. Según la princesa:

"Mi madre me decepcionó terriblemente en la boda. No dejaba de llorar y de decir que no podía hacer frente a la presión".

Diana estaba devastada por tal comportamiento, especialmente porque su madre la hizo "enojar" a propósito durante su compromiso. Así que decidió dejar de hablar con Frances durante unos cuatro años.

LA MEJOR MADRE QUE SE PUEDE SER

A pesar del pasado traumático de un hogar roto y una relación tensa con su madre, Diana estaba decidida a darles a sus hijos la mejor versión de la maternidad.

Una vez que tuvo a William y Harry, Diana se obsesionó con darles una sensación de normalidad, incluso si eso significaba romper el protocolo del palacio.

La madre de dos los llevaba de gira para estar cerca de ellos. Inscribió a sus hijos en escuelas públicas, lo cual era inusual. Debían recibir educación en casa debido a su estatus.

Sus hijos han dado testimonio de lo compasiva que era su madre. William afirmó que entendía la vida fuera del palacio y Harry sostuvo que era una mujer divertida.

Sin embargo, Diana no estaba equipada para un matrimonio ideal con un miembro de la realeza. Una amiga cercana reveló que el divorcio de sus padres jugó un papel importante en su matrimonio e influyó en sus decisiones.

En 1996, la pareja real finalizó su divorcio después de años de infidelidad y admisión de ambos bandos. Diana recibió una suma considerable de $ 22,5 millones en efectivo y $600.000 por año para mantener su oficina privada.

NO HABÍAN SANADO HERIDAS ANTES DE SU MUERTE

La muerte de Diana en un accidente fatal en 1997 conmocionó al mundo. Lamentablemente, su madre estaba profundamente herida porque aún no había sanado la brecha entre ellas.

Frances no se había hablado con su hija cuatro meses antes del accidente. Sin embargo, negó que su relación fuera tensa porque desaprobaba a los amigos de Diana.

Cuando perdió a su hija, Frances venía de divorciarse por segunda vez y profesaba la fe católicas. Se sumergió en la caridad, defendiendo los valores que defendía su hija.

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También se interesó en apoyar a mujeres cuyos hijos murieron trágicamente. Sin embargo, se negó a comentar las críticas sobre su hipocresía al no amar a Diana hasta después de la tragedia.