Padres hallaron un mensaje en una botella escrito 33 años atrás por su difunto hijo

En un inesperado y conmovedor giro de los acontecimientos, una familia tuvo en sus manos un invaluable recuerdo de su amado hijo. El hallazgo no solo alegró sus almas, sino que también los conectó con amables desconocidos.

Cuando las personas pierden a sus seres amados, lo que les da la fuerza para seguir adelante es la confianza de que algún día los volverán a ver.

Solemos leer finales felices y giros increíbles en libros y películas, pero la historia de hoy te hará reflexionar sobre los verdaderos milagros.

Extraño hallazgo

Billy Mitchell trabajaba en Big River Shipbuilders, una empresa de construcción familiar en Vicksburg, Mississippi, Estados Unidos. El 5 de abril de 2022, estaba en el canal de desviación del río Yazoo, en un viaje de rescate, cuando se topó con algo.

Él y sus colegas estaban rescatando flotadores hundidos, cuando hicieron el extraño descubrimiento. Mitchell dijo que no le había sorprendido ver algo fuera de lo común porque siempre estaba atento a las cosas únicas.

El buzo de rescate, que había encontrado la botella de vidrio verde, dijo que estaba flotando sobre una de las barcazas y finalmente se había quedado en la cubierta. Cuando examinó la botella, su emoción no conoció límites: había algo dentro.

“Estaba conmocionado y emocionado. Escuchas sobre mensajes en una botella, pero nunca pensé que encontraría uno aquí, en el canal”, recordó Mitchell, según recoge US News.

Sin perder tiempo, Mitchell dijo que agarró la botella y comenzó a pensar en una forma de extraer el mensaje. Cuanto más miraba la botella, más despertaba su curiosidad porque nunca había visto algo así en sus 20 años de trabajo.

Descubriendo el misterio

Mitchell dijo que la botella estaba completamente intacta y sellada cuando la encontró. Finalmente, usó palitos de shish kebab para extraer la nota, que parecía frágil, descolorida y rota.

Emocionado por descifrar el mensaje, Mitchell compartió la noticia con su jefe, Brad Babb. Juntos, se pusieron manos a la obra y comenzaron a reconstruir el mensaje.

Pudieron captar algunas cosas: fue escrito por un niño de Oxford, Mississippi, con el apellido Tahl y parecía ser parte de su tarea escolar de 1989.

Encantado de jugar al detective, Babb dijo que llamó a varias escuelas en el área de Oxford, pero nada ayudó. Finalmente, él y Mitchell decidieron usar la tecnología para desentrañar el misterio. Compartieron la imagen de la nota en las redes sociales.

“Hoy, nuestro equipo de Salvamento encontró una botella con este mensaje adentro. El tiempo no ha sido amable con la carta. Creemos que la hizo un estudiante de Oxford, de apellido Tahl en 1989”.

“Nos encantaría que esta persona sepa que la encontramos. Por favor corran la voz y ayúdenos a encontrar a esta persona”.

Una llamada inesperada

Unos días después de que el personal de Big River compartiera la imagen, el Dr. Eric Dahl de Oxford recibió una llamada inesperada. Estaba en la iglesia y atendió la llamada, pensando que lo necesitaban en el hospital.

En realidad, el universo lo necesitaba para algo completamente diferente y sorprendente. Cuando terminó la llamada, Eric le contó la conversación a su esposa, Melanie.

Un amigo había visto la publicación en las redes sociales y lo llamó para compartir la noticia. Poco después, Melanie abrió la publicación, vio el mensaje y comentó: “Ese es mi hijo”.

El hijo de Eric y Melanie, Chris Dahl, también quedó estupefacto cuando se enteró de todo. Dejó otro comentario en la misma publicación, que decía: “Esto es una locura. No puedo esperar a saber más sobre cómo la encontraron”.

En respuesta, el equipo de Big River solicitó a los Dahl que se pusieran en contacto, ya que deseaban devolver la nota a su legítimo propietario. Poco a poco, el misterio detrás del mensaje se fue desentrañando.

Según los Dahl, su otro hijo y hermano de Chris, Brian Dahl, había escrito la nota de la botella en 1989 a la edad de 11 años. Brian, nacido en 1977, era el hijo mayor de los Dahl.

Con una gran parte de la nota escrita a mano estaba casi destruida e ilegible, solo su nombre y algunos otros detalles eran visibles. Pero una mirada al papel fue suficiente para que los Dahl supieran que pertenecía a su amado hijo.

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Eric explicó que el mensaje era parte de una tarea de clase que Brian hizo cuando era estudiante de sexto grado.

“El hecho es que mi hijo fue quien escribió eso hace 33 años. ¿Cuáles son las probabilidades de que se encuentre esa botella?”, relató sorprendida Melanie.

Un chico encantador

Los Dahl describieron a su hijo mayor como un joven inteligente al que le encantaba leer y jugar al ajedrez. Melanie dijo que era ingenioso y le encantaba hacer reír a la gente.

La maestra de sexto grado de la escuela de Brian, Marth Burnett, explicó que la tarea se hizo en una excursión. Dijo que los alumnos escribieron mensajes, los encerraron en botellas y los arrojaron al río Tallahatchie de Mississippi.

Burnett declaró que se había encontrado una botella a fines de la década de 1990 en Louisiana, lo que ha convertido a la botella de Brian en la segunda en ser descubierta.

Ella describió a Brian como un joven prometedor y dijo: “Creo que de alguna manera esto lo devuelve a la vida”, según cita Usa Today. El sorprendente descubrimiento fue especial para los Dahl, pero hubo algo que lo hizo aún más memorable.

Según Eric y Melanie, Brian fue un atleta que había logrado superar al cáncer, pero murió en un accidente a la edad de 29 años en 2007. “Fue un regalo de lo alto. Somos una familia de oración y esto es parte de la providencia de Dios”, expresó Eric.

Uniendo a extraños

Después de la ola inicial de conmoción y sorpresa, Eric llamó a Babb y le dijo que su difunto hijo había escrito el mensaje. Después de una conversación muy emotiva, decidieron conocer a toda la tripulación y traer a casa la memoria viva de su hijo.

Finalmente, en agosto de 2022, la familia Dahl y el equipo de Big River tuvo una reunión como ninguna otra. Se unieron gracias a un mensaje escrito por un joven hace 33 años, que conectó a extraños y forjó un hermoso vínculo.

Cuando la familia Dahl se sentó a la mesa con Mitchell y Babb en un caluroso y húmedo día de verano, sus corazones se llenaron de emociones indescriptibles.

Calificando la ocasión de surrealista y sorprendente, Eric compartió: “El amor nunca desaparece”. Mitchell también tuvo algo que decir sobre el notable descubrimiento: “Era como una voz desde cielo, cuidando a sus padres”.

Si bien esta historia parece sacada directamente de una novela de fantasía o una película, muestra que los milagros ocurren todos los días. Estamos más que felices de que los Dahl hayan recibido el conmovedor mensaje escrito por su hijo años atrás.

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