Keith Urban hace todo lo posible para ser el mejor papá de dos niñas a los 55 a pesar de vivir con trauma debido a su propio padre

Keith Urban ha pasado por muchas dificultades, desde crecer con un padre alcohólico que nunca le demostró su amor, hasta casi arruinar su nuevo matrimonio con sus adicciones. Por suerte, todo eso ha quedado atrás. Hoy es un padre cariñoso con sus hijas y un marido amoroso con su mujer.

Keith Urban es un cantante de música country ganador del Grammy, reconocido principalmente por sus influencias pop-rock y sus letras sinceras. Durante años, ha agraciado los escenarios con sus canciones, ambientadas con melodiosas tonadas de guitarra y fuertes emociones.

Ahora que está viviendo el sueño de todo cantante, Urban solo puede reflexionar sobre lo lejos que ha llegado. Los comienzos de su carrera no fueron tan glamurosos como su vida actual, y vadeó algunas aguas turbias antes de lograr la vida casi perfecta que tiene hoy.

Eran los primeros años de la década de los 90 y Keith, visto entonces como una rareza de pelo largo que tocaba la guitarra, acababa de entrar en la escena musical. Nadie le consideraba lo suficientemente bueno, a pesar de que se esforzaba al máximo.

Vivía en un barrio de mala muerte y tenía un compañero de cuarto aficionado a las drogas. Durante un tiempo, Urban se mantuvo al margen, pero cuando una chica con la que salía rompió con él, se descontroló y se encontró atrapado en el eterno ciclo de la bebida y el consumo de sustancias.

Este se convirtió en el estilo de vida elegido por Keith, y vivió así durante años hasta que se cruzó en su camino alguien que le hizo cambiar a mejor.

Nicole Kidman entró en su vida y se convirtió en su salvadora

Urban se revolcó en su ruinoso estilo de vida durante más de una década, una vida empañada por las adicciones. Pero en 2005, su destino pareció cambiar cuando conoció a la encantadora actriz de "Eyes Wide Shut", Nicole Kidman.

Ambos se enamoraron rápidamente, y al año siguiente pasaron por el altar en una romántica ceremonia en Australia. Sin embargo, su nueva vida no fue suficiente para detener sus hábitos. A los cuatro meses de casarse, los problemas de Urban con la bebida plantearon importantes retos en el nuevo matrimonio.

Sin embargo, en lugar de alejarse, Nicole se empeñó en ayudar a su marido a superar sus malos hábitos. El mismo año que pasaron por el altar, la famosa organizó una intervención para Keith.

Le ayudó a ingresar en un centro de rehabilitación y luego de tres meses de duro trabajo, el cantante de "You'll Think of Me", regresó a casa decidido a mantenerse sobrio. Él dijo:

"Yo causé la implosión de mi nuevo matrimonio. Sobrevivió, pero es un milagro que lo hiciera".

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Urban admite que esa época de su vida fue la más dura, hecho del que Kidman puede dar fe. El famoso confesó que llegó a un punto en el que prefería morir.

Keith considera a Nicole como su salvadora. El cantante dice que se despertó espiritualmente con ella y afirma que por primera vez, desde los años 90, sintió que podía sacudirse las cadenas de la adicción.

Pero, ¿cómo es que la vida de un chico de buenos modales y de voz suave dio un giro tan drástico? ¿Cuándo empezó a irle mal? Keith culpa de sus adversidades a su crianza.

La infancia de Urban influyó en sus decisiones futuras

El intérprete de "Only You Can Love Me This Way" describe su infancia como cualquier cosa menos ideal. Creció con un padre alcohólico que nunca le dijo que le quería.

Keith dice que cada vez que hacía una actuación en el escenario que creía que merecía un cumplido, su padre siempre encontraba la manera de criticarlo. Eso lo carcomió durante mucho tiempo.

Las constantes mudanzas y la falta de cercanía con sus padres contribuyeron principalmente a su comportamiento de adulto. Recuerda a su papá como un disciplinador físico. El famoso asegura que el hecho de que su progenitor no le demostrara su amor lo traumatizó durante muchos años.

Sin embargo, dice que respetaba a su padre y está agradecido de que le empujara a desarrollar una carrera musical.

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El cantante de "Don't Let Me Down" confiesa que pasó la mayor parte de su infancia tratando de obtener la aprobación de su progenitor, y en cierto modo, eso le empujó a ser un mejor cantante. Comentó:

"Estoy seguro de que la tenía cuando tenía cinco años, pero actuaba como si no la tuviera, y eso me ha impulsado toda la vida. Entonces seguí haciéndolo. Era un niño pequeño que intentaba llamar la atención de mi padre".

Lamentablemente, Robert, el padre de Urban, fue diagnosticado de cáncer y sufrió la enfermedad durante mucho tiempo hasta su fallecimiento el 5 de diciembre de 2015.

A pesar de todo lo ocurrido en su infancia, Keith lloró la pérdida de su padre. Señaló que lo amaba lo suficiente como para desear que no tuviese que soportar más dolor. "Tuve que dejar mi egoísmo". expresó.

Urban vive su sueño y es un padre cariñoso con sus hijas

Durante años, Keith soñó con tener su propia familia y con ser papá. "Estoy deseando ser padre. Siempre he querido ser un buen padre", dijo a The Sunday Telegraph, según informa People.

Ese sueño se hizo realidad después de que el cantante venciera su adicción con la ayuda de su esposa. Dieron la bienvenida a su primera hija, Sunday Rose Kidman Urban, en julio de 2008 y a la segunda, Faith Margaret Kidman Urban, en 2010.

El cantante siempre pensó que sabía cómo sería tener hijos, pero la verdad es que pronto se dio cuenta de que no tenía ni idea.

Pero cuando dio la bienvenida a sus dos pequeñas, entendió que convertirse en padre era una sensación inexplicable hasta que se vive en carne propia:

"Así que me alegro de haber podido experimentar eso", aseguró.

Keith confesó que estaba feliz de experimentar la paternidad y señaló que le encantaba ser padre de niñas. Creció con un hermano y ninguna hermana, por lo que el hecho tener niñas en casa cambió su visión de muchas cosas y fue un aprendizaje para él.

A pesar de que sus hijas crecen con estrellas como padres, Urban y Kidman intentan protegerlas de los focos lo mejor que pueden. Reveló que hacían las cosas más ordinarias como familia y no se la pasaban en las redes sociales como muchas otras estrellas.

A sus 55 años, Keith ha conseguido mucho. Está viviendo la vida de ensueño de mucha gente con una prolífica carrera musical y una exitosa vida familiar.

Sin embargo, dice que su familia es lo que más le inspira. Asegura que a pesar de la fama, su papel de padre cariñoso con sus hijas y de marido amoroso con Kidman, sigue siendo la parte más crucial de su existencia.

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