Paul Newman no se sentía atractivo hasta que conoció a su esposa quien ahora, tras 50 años, no lo recuerda por enfermedad

Paul Newman era la fantasía de todas las mujeres en su tiempo. Pero nunca se sintió atractivo hasta que conoció a Joanne Woodward. Hoy, ella apenas lo recuerda debido al Alzheimer.

Durante las décadas de los 60 y 70, Paul Newman era una estrella famosa de Hollywood, que muchas mujeres querían ver. No solo era un gran intérprete; sus penetrantes ojos azules, sonrisa confiada, hermoso cabello y altura impactaban a la mayoría.

Aunque para muchos era un símbolo sexual y se le recuerda por sus amados personajes en “The Hustler” y “Cool Hand Luke”, él no se sentía particularmente atractivo. Todo cambió cuando conoció a Joanne Woodward.

Primer matrimonio

Newman conoció a su primera esposa, Jackie Witte, en un pequeño pueblo, mientras ambos trabajaban en el escenario durante el verano. Ella era una estudiante universitaria rubia, de ojos oscuros, de 19 años. Él era un veterano de la Marina de 24 años.

Ambos soñaban con una carrera como actores, por lo que se fueron a una compañía de teatro en Woodstock unos meses después de conocerse.

El 27 de diciembre de 1949 se convirtieron oficialmente en pareja. Muchos especularon que el matrimonio se hizo a toda prisa porque Jackie estaba embarazada. Sin embargo, otras fuentes afirmaban que había sido por genuino amor.

Pronto, dieron la bienvenida a dos niños, pero su unión se vio amenazada. Witte había perdido su pasión tras la maternidad y no mostraba interés por su marido. Según Daily Mail, un amigo dijo:

“Cuando tuvo a sus hijos, Jackie perdió su interés en la actuación y en el mundo que significaba todo para Paul”.

Encuentro con Joanne

En esa época, Newman estaba la mayor parte del tiempo fuera de casa, trabajando en diferentes proyectos. Eventualmente, coprotagonizó con Joanne Woodward, y se convirtieron en una pareja explosiva en el set.

A diferencia del resto del mundo, Joanne no estaba deslumbrada con Paul. Ella pensaba que él era solo una cara bonita, que además estaba casado y con dos hijos.

La prometedora actriz de entonces 22 años lo consideraba área prohibida. Pero, por otro lado, Newman quedó impresionado con la belleza sureña de Georgia a primera vista.

Entre ambos nació una amistad mientras ensayaban juntos sus guiones; él se dio cuenta de que ella era el yin de su yang. A pesar de la convicción inicial de Joanne, su relación floreció y adquirieron confianza para compartir secretos. En palabras de ella:

“Nos gustábamos mucho… podíamos decirnos cualquier cosa sin miedo… había confianza”.

Por su parte, Paul dijo: “Ella era moderna e independiente, mientras que yo era tímido y un poco conservador. Me tomó mucho tiempo convencerla de que no era tan aburrido como parecía”.

La gente en el plató reconoció el vínculo y, pronto, Witte comenzó a sospechar, ya que su esposo pasaba mucho tiempo con la actriz. Sin embargo, la relación no parecía amenazar visiblemente su matrimonio, al menos en el exterior. La pareja le dio la bienvenida a su tercer hijo en 1954.

Newman siguió albergando sus sentimientos por Woodward; confesó que comenzó a sentirse atraído por ella. El actor le dio crédito por haberlo convertido en una “criatura sexual”. “Dejamos un rastro de lujuria por todo el lugar”, admitió, según cita People.

En su libro, Newman reveló que se convirtió en un hombre nuevo después de conocer a Woodward en 1953. Confesó que cuando era más joven, nunca se sintió seguro de su apariencia; cuando era estudiante universitario, las chicas se burlaban de él.

Los coprotagonistas se convirtieron en amantes, y Newman luchó con la culpa de haber destrozado su matrimonio. A pesar de estar agobiado por ese sentimiento, se casó con Woodward.

Newman y Woodward

Después de su divorcio, Newman y Woodward pasaron de ocultar su aventura a convertirse en una pareja poderosa de Hollywood. Se casaron, dieron la bienvenida a sus hijos y comenzaron una vida juntos.

Mientras Newman seguía obteniendo papeles, su esposa quedó relegada a un segundo plano después de ganar un Oscar por su increíble actuación en “The Three Faces of Eve”. Pronto, trabajar juntos en películas se convirtió en cosa del pasado.

A Woodward, la edad le impidió obtener papeles románticos, a diferencia de su esposo, quien continuó desarrollando exitosamente su carrera. Ella eligió criar a sus tres hijas.

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Sin embargo, la fama de él nunca fue un problema para Joanne. El verdadero problema entre ambos surgió cuando Paul empezó a obsesionarse con la bebida. Con frecuencia, él se metía en problemas después de beber.

Además, los rumores decían que Newman tuvo una aventura en 1969 con Nancy Bacon, una periodista, y que el matrimonio de la pareja estaba en crisis. Pero ellos desacreditaron los chismes, alegando que estaban comprometidos el uno con el otro.

La pareja se tomó un tiempo de vacaciones en su lugar de luna de miel en Europa. Exploraron otros aspectos de sus vidas, descubriendo nuevos intereses y pasatiempos.

Un amigo cercano de la pareja mencionó que Newman estaba al tanto de los sacrificios que hacía su esposa. Él trataba de compensarla y apoyar sus sueños, por lo que “produjo y dirigió varias películas para apoyar la carrera de Joanne como actriz de carácter”.

Ellos lograron surgir como un equipo, trabajando para promover candidatos políticos y produciendo una película juntos. En 1968, Joanne protagonizó uno de sus largometrajes más significativos, “Rachel, Rachel”, producido y dirigido por Paul.

Su vida tras el retiro

Los fanáticos recordarán que, además de actuar, Newman puso sonrisas en los rostros de muchos a través de su filantropía y negocios. Fue actor, productor, filántropo y empresario.

En 2007, anunció su retiro de la actuación. A sus 82 años, explicó, según Reuters, que no podía funcionar a plena capacidad como actor.

“Empiezas a perder la memoria, empiezas a perder la confianza, empiezas a perder tu creatividad. Así que creo que es un capítulo cerrado para mí”.

Al mismo tiempo, estaba sufriendo de cáncer de pulmón. La vejez de Woodward también marcó el comienzo de algunos cambios en su salud; ella fue diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer.

Después de su jubilación, se mudaron a su propiedad en Westport, Connecticut. La pareja encontró la manera de seguir disfrutando de su tiempo juntos.

Celebraron su aniversario de bodas de oro poco después de que él cumpliera 83 años. Newman expresó que se sentía privilegiado de estar casado con Joanna y describió su unión como la alegría de su vida.

En 2008, Paul falleció en su casa de campo cerca de Westport, Connecticut, a consecuencia del cáncer. Después de eso, la condición de Joanne empeoró. Empezó a mostrar signos de depresión y desorientación, y no podía recordarlo a él, a sus hijas o nietos.

“Su salud se está deteriorando rápidamente. Joanne de vez en cuando dice que solía estar casada con alguien guapo, pero eso es todo. Ni siquiera recuerda al amor de su vida. Apenas habla y casi nunca reconoce a sus propias hijas o nietos”, reveló una fuente cercana, según Closer Weekly.

Aunque su historia de amor no fue idílica, tuvieron un matrimonio lleno de amor, devoción, comprensión y tolerancia mutua y solo la muerte pudo separarlos.

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