Gemelas idénticas, cristianas devotas, cumplieron 100 años y compartieron sus consejos de longevidad

Unas gemelas inseparables que experimentaron juntas los altibajos de la vida celebraron su cumpleaños número 100 en diciembre de 2021. Las personas a su alrededor admiraron que las hermanas siguieran juntas incluso después de cien años.

Las hermanas gemelas Norma Matthews y Edith Antoncecchi nacieron el 23 de diciembre de 1921 en Revere, Massachusetts, Estados Unidos. Sus padres eran italianos que habían emigrado a los EE. UU.

Todo iba bien en la vida de las gemelas hasta que sus padres se separaron. Ellas tenían 13 años cuando su papá dejó a su mamá por otra mujer, y la noticia de su separación se difundió.

Se apoyaban mutuamente

Después de que su padre abandonara a su familia, la madre de las gemelas comenzó a trabajar en una fábrica de zapatos para poder llegar hasta fin de mes.

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Mientras tanto, otros niños en la escuela de las chicas se enteraron de la separación de sus padres y comenzaron a tratarlas como marginadas.

“Otros niños nos evitaban como si tuviéramos una enfermedad”, recordó Norma.

La separación era considerada un escándalo y los niños de la escuela de las mellizas comenzaron a distanciarse de ellas. Sin embargo, en lugar de sentirse tristes, las hermanas se apoyaban mutuamente.

Mejores amigas desde su nacimiento

A pesar de tener personalidades contrastantes, Norma y Edith disfrutaban mucho de la compañía de la otra. A Norma le encantaba seguir las tendencias de la moda y era una chica artística, mientras que a su hermana le gustaba la ropa sencilla y era una pianista brillante.

Las gemelas se convirtieron en mejores amigas cuando otros niños se negaron a jugar con ellas. Encontraban alegría en usar atuendos a juego y engañar a sus maestros sentándose en el salón de clase de la otra. Era difícil para la gente distinguirlas cuando vestían la misma ropa.

Una infancia llena de diversión

Las hermanas también ayudaban a su madre a cuidar a su hermano menor, John, además de compartir secretos y, a veces, tener pequeñas discusiones como la mayoría de los hermanos.

“No la tuvimos fácil, pero nos divertimos mucho”, recordó Edith.

Pronto, su madre se casó con otro hombre. Las hermanas recordaron que sus novios tenían que pedirle permiso a su padrastro antes de salir con ellas.

Fueron por caminos separados

Su vida comenzó a cambiar después de graduarse de la escuela secundaria. Edith estaba interesada en convertirse en enfermera, mientras que Norma aspiraba a ser peluquera. En ese momento, las hermanas tomaron diferentes caminos por primera vez.

Pronto, las gemelas se enamoraron de los hombres con los que querían casarse. En febrero de 1943, Norma se casó con Charles Matthews, mientras que Edith se casó con Leo Antoncecchi ese mismo año en mayo.

Casarse significaba que las hermanas tenían que vivir separadas por el resto de sus vidas. Norma le dijo a The Washington Post:

“Decidimos que era importante que siempre viviéramos lo más cerca posible la una de la otra”.

Su conexión invisible

Durante las siguientes cinco décadas, las hermanas se quedaron en el área de Boston, tratando de vivir cerca la una de la otra. No tenían que viajar largas distancias cuando realizaban una reunión familiar.

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A pesar de vivir en casas separadas, las gemelas confesaron que estaban conectadas. Si Norma se enfermaba, Edith sentía que algo andaba mal y llamaba a su hermana de inmediato.

“Edy siempre estuvo ahí para mí y yo siempre estuve ahí para ella”, dijo Norma sobre su estrecho vínculo.

Sus vidas familiares

Después de casarse, Norma y Edith tuvieron a sus primeros bebés ese mismo año. Con el paso del tiempo, se convirtieron en madres cariñosas de varios hijos. Norma tuvo tres hijos, mientras que Edith tuvo dos.

Las madres gemelas incluso compartían penas similares. El mundo de Norma se derrumbó cuando perdió a su bebé de dos años, mientras que Edith tuvo sentimientos similares cuando uno de sus hijos murió unos años atrás.

En 1994, Norma y Edith enviudaron con meses de diferencia. Charles falleció debido a la enfermedad de Alzheimer y Leo perdió la vida en un accidente automovilístico. Esos incidentes dejaron a las hermanas devastadas.

Se mudaron a un nuevo lugar

Como siempre, las gemelas se apoyaron mutuamente en esta etapa difícil de sus vidas. Para sentirse mejor, empacaron sus pertenencias y se mudaron a Florida al año siguiente para vivir juntas en una casa móvil, donde aún residen.

Después de que comenzaran a vivir juntas, las gemelas se volvieron más religiosas y visitaban la iglesia con regularidad. También les gustaba cocinar y les pedían a sus amigos que las dejaran en la tienda de comestibles.

Su secreto para la longevidad

Las gemelas también compartieron su secreto para la longevidad: “No beber, no fumar y vivir una vida limpia”. Creían que su fe en el cristianismo les ayudaba a vivir una vida significativa en la que no le guardaban rencor a nadie.

“Solo hay arriba o abajo, así que perdona a los demás y mantente limpio por tu propio bien”, aconsejó Norma y explicó que ella y su hermana siempre mantenían esta regla en sus mentes.

Su cumpleaños número 100

En diciembre de 2021, las hermosas mujeres celebraron su cumpleaños número 100 con sus seres queridos. Alrededor de 50 miembros de su familia se reunieron en el restaurante italiano favorito de Norma y Edith para cantar cumpleaños mientras las damas cortaban sus pasteles.

Después de pasar cien años juntas, las hermanas sentían que no podrían haberlo logrado sin el apoyo mutuo. También creían que dejarían este mundo juntas porque vivir solas era algo que ninguna de las dos había imaginado.

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La historia de Norma y Edith es verdaderamente excepcional. Esperamos que las hermanas gemelas celebren más cumpleaños juntas y sigan inspirando a las personas que las rodean. Comparte esta historia con tus seres queridos para hacerlos sonreír.

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