Jennifer Lopez no tenía casa y dormía en el sofá de un estudio de danza: ahora recauda fondos para ayudar a niños enfermos

• Jennifer tuvo una infancia difícil; se peleaba mucho con su madre y pasaba las noches durmiendo en un estudio de baile.
• A pesar de todos los problemas, J. Lo persiguió sus sueños, forjó su propio camino para hacerse millonaria y, con el tiempo, creó su propio fondo para ayudar a los necesitados y a los niños.
• Bautizó una de sus fundaciones con el nombre de la hermana fallecida de su exesposo, que sólo tenía ocho años cuando murió.

Cuando Jennifer Lynn “J. Lo” Lopez nació el 24 de julio de 1969 en el Bronx, Nueva York, su madre no tenía ni idea de cuál sería el destino de su hija. Peleaban constantemente mientras Jennifer crecía, sin que ella se diera cuenta de que un día, su hija se convertiría en una de las artistas más conocidas del mundo.

Desde finales de los 80, Jennifer saltó a la fama hasta convertirse en una de las actrices y cantantes latinas mejor pagadas de la historia de Hollywood. Ha protagonizado películas famosas como “Maid in Manhattan”, “Hustlers” y “Marry Me”, y es conocida por los éxitos musicales “Jenny From the Block”, “Let's Get Loud” y “Love Don't Cost a Thing”.

El nacimiento de sus gemelos

A sus 53 años, J. Lo es madre de dos hijos con su exesposo Marc Anthony. Dio a luz a los gemelos Maximilian David Muñiz y Emme Maribel Muñiz el 22 de febrero de 2008 en Long Island, Estados Unidos. Tres años después, ella y su entonces esposo anunciaron su separación y solicitaron el divorcio.

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Desde entonces, la artista ha vivido la vida a su antojo, priorizando su felicidad, sus hijos y su carrera por encima de todo. Tras años de relaciones fallidas e incluso compromisos, finalmente sentó la cabeza con el amor de su vida, Ben Affleck.

La difícil infancia de Jennifer Lopez

Antes de convertirse en una de las mayores estrellas del mundo, Jennifer tuvo que pasar por momentos difíciles, especialmente durante su infancia. Todo comenzó cuando lo que sus padres querían para ella era diferente de lo que ella quería.

Sus padres puertorriqueños querían que ella diera prioridad a su educación: su madre trabajaba como maestra de guardería y su padre como informático. Sin embargo, esto no era lo que ella quería para sí misma.

Jennifer quería cantar, bailar y actuar: siempre había querido ser famosa y ése era el camino que quería seguir. Por suerte para ella, tenía el talento necesario para cumplir su sueño. Apostó por sí misma, y al final dio sus frutos ahora que es una de las estrellas más famosas del mundo.

Esta decisión no le sentó bien a la madre de Jennifer, que siguió presionándola para que estudiara y obtuviera un título universitario. Hablando de esta época de su vida, la artista contó:

“Mi madre y yo nos peleábamos. Yo no quería ir a la universidad, quería dedicarme a la danza a tiempo completo”.

Cuando J. Lo le comunicó esta decisión a su madre, la cosa no acabó bien. Decidieron alejarse durante un tiempo, y Jennifer empezó a dormir en el sofá de su estudio de danza. Aunque en aquel momento no tenía hogar, estaba decidida a perseguir sus sueños.

Un par de meses después de tener que dormir en su estudio de danza, consiguió un trabajo como bailarina en Europa. A su vuelta, la eligieron para el papel de Fly Girl en “In Living Color” y se mudó a Los Ángeles. Todas estas cosas maravillosas le sucedieron en un año.

Desde entonces, J. Lo no ha tenido vuelta atrás, y su carrera empezó a dispararse. En los años 90 ya era una de las celebridades latinas más famosas de Hollywood.

Decidida a retribuir

Debido a las dificultades a las que se enfrentó al crecer, Jennifer sabe lo que es pasar apuros. Por eso, cuando tuvo dinero más que suficiente para salir adelante, creó una organización benéfica con su hermana Lynda, la Lopez Family Foundation.

Ella y su hermana hablaban a menudo de lo que podían hacer para influir en el mundo, incluso cuando no tenían mucho. Sin embargo, fue en 2008 cuando por fin tuvieron clara su misión.

Por aquel entonces, Emme, la hija de J. Lo, se hizo un chichón en la nuca. Corrió al hospital en mitad de la noche y allí se reunió con el médico. Sabía que la rapidez del servicio se debía en parte a su fama. “Tenía todos esos privilegios, que no se me escapaban”, admitió.

Sin embargo, cuando llegó a casa esa noche, no podía dejar de pensar en lo que podría haber pasado si no hubiera tenido esos privilegios VIP. Así que al año siguiente puso en marcha su fundación, cuyo objetivo era ayudar a mejorar los servicios de salud para mujeres y niños.

Aunque la fundación empezó su labor en Los Ángeles, su alcance se ha ampliado a Panamá, Puerto Rico y Nueva York. Se han asociado con grandes marcas como Samsung y Best Buy para promover su causa y siguen buscando alianzas significativas para su causa.

Además de la Lopez Family Foundation, Jennifer y su exesposo Marc Anthony crearon la Maribel Foundation. Lleva el nombre de la hermana de Anthony, Maribel, que murió de cáncer cerebral a los 8 años, y su objetivo es proporcionar atención pediátrica a niños cuyos padres no pueden permitirse los cuidados que necesitan.

A lo largo de los años, Jennifer también ha dado muestras de generosidad en tiempos difíciles. Donó un millón de dólares a los esfuerzos de socorro en Puerto Rico después de que los huracanes Irma y María devastaran la isla.

Además de su donación monetaria, J. Lo también reunió a otras personas para apoyar la causa. Utilizó su plataforma para llegar a otras personas que sabía que podían marcar la diferencia: incluso consiguió que el comisionado de las Grandes Ligas de Béisbol, Rob Manfred, y el propietario de los Yankees de Nueva York, Hal Steinbrenner, hicieran donaciones a Puerto Rico.

Jennifer es también la mente detrás de Limitless Labs, que proporciona ayuda a comunidades desatendidas. Jennifer se asoció con la organización de microfinanciación Grameen America en su labor de empoderar a las empresarias latinas y ampliar su alcance.

Jennifer es embajadora nacional de la organización, que cuenta con una red de más de 150.000 pequeñas empresas propiedad de mujeres en comunidades latinas de todo Estados Unidos. Para 2023, la organización aspira a proporcionar a 600.000 empresarias latinas 14.000 millones de dólares en capital de préstamo y 6 millones de horas de educación financiera.

Una madre presente para sus hijos

Aunque ella y su madre, Guadalupe Rodríguez, se peleaban cuando era más joven, Jennifer le atribuye el mérito de haber hecho todo lo necesario para que sobrevivieran. Del mismo modo, Guadalupe admitió que, aunque no era la madre perfecta, hacía todo “pensando en lo mejor para ellos”.

Jennifer tenía en Guadalupe el mejor ejemplo a la hora de ser una mujer fuerte, dándole una referencia de cómo ser una buena madre para sus propios hijos. A lo largo de los años, J. Lo ha hecho todo lo posible por criar bien a sus retoños.

Su hija Emme es una intérprete brillante como su madre, incluso se unió a ella en el escenario en 2019 para cantar “Limitless” de la banda sonora de la película "Second Act". También actuó con su madre en la sexta gala anual Blue Diamond de la Fundación Dodgers de Los Ángeles, cantando “A Thousand Years” de Christina Perri.

Maximilian, el gemelo de Emme, no está tan acostumbrado a los focos como su hermana. Ha optado por mantener un perfil bajo, pero también comparte el mismo talento que el resto de su familia. Ha seguido el ejemplo de su madre en lo que se refiere a la música, tomando clases de piano y canto, como se puede ver en el Instagram de su orgullosa mamá.

A lo largo de todas las curvas de la vida, Jennifer se enorgullece de haber aprendido a priorizarse a sí misma, lo que le permite cuidar de sus hijos adecuadamente. A través de todas sus experiencias ha descubierto que no se trata de la gente con la que estás, sino de ti mismo. Ella explicó:

“Se trata de ser tu propia guardiana y no buscar a alguien que te dé un hogar, sino crear tu propio hogar”.

Años atrás, Jennifer descubrió que estaba embarazada durante una gira por Portugal. Cuando sintió un aleteo en el estómago, supo que estaba embarazada. “Inmediatamente supe que tenía vida dentro de mí. Lo sabía”, dijo.

Lo que no sabía era que no estaba esperando sólo un bebé, ¡sino dos! Fue una agradable sorpresa que la hizo reír cuando se enteró. En aquel momento no se lo podía creer.

Los hijos de Jennifer, a los que llama “cocos”, son el amor de su vida. Empezó a utilizar este apodo cuando sus niños eran más pequeños porque, cuando les empezaba a crecer el pelo, parecían cocos.

Desde entonces, el apodo se le ha quedado grabado. Incluso le regalaron un collar con dos cocos grabados con las iniciales de sus gemelos, que sigue llevando junto a otras muchas joyas.

Todos los años, Jennifer celebra el cumpleaños de sus hijos. Ahora que son adolescentes, ella les atribuye haber reordenado su vida y haberle enseñado “el verdadero significado del amor”.

Aunque en última instancia sus hijos cambiaron el curso de su vida y le enseñaron el significado del amor verdadero, Jennifer tiene otra fuente de amor en su esposo, Ben Affleck. Los tienen un pasado bastante pintoresco, ya que estuvieron juntos a principios de la década de 2000 e incluso se comprometieron antes de romper meses después.

Años después, con sus respectivos hijos y antiguos matrimonios, Ben y Jennifer se reencontraron. Al principio, mantuvieron su romance en secreto, y Ben era recogido y dejado en un lugar cada vez que visitaba la casa de Jennifer.

Con el tiempo, empezaron a abrirse a la idea de que otras personas los vieran juntos, y después de meses de salir, ir de vacaciones juntos y que sus hijos se conocieran, se comprometieron por segunda vez en abril de 2022.

Tres meses después de comprometerse, Ben y Jennifer llevaron a cabo una boda extravagante casándose en una ceremonia íntima en Las Vegas en la medianoche del 17 de julio de 2022. Después de la ceremonia, la cantante cambió su apellido por el de Affleck y escribió sobre su hermosa realidad.

“Tenían razón cuando decían ‘todo lo que necesitas es amor’. Estamos muy agradecidos de tener eso en abundancia, una nueva familia maravillosa de cinco hijos increíbles y una vida que no podíamos estar más deseosos de vivir”, escribió Jennifer. “El amor es algo grandioso, quizá la mejor de las cosas, y merece la pena esperar por él”, agregó.

Meses después, Jennifer y Ben celebraron una segunda boda en Riceboro, Georgia, a la que asistieron sus amigos Matt Damon, su esposa Luciana Barroso, el director Kevin Smith y el actor Jason Mewes.

Hasta hoy, la encantadora pareja se encuentra en su etapa de luna de miel: trabajando en sus respectivas carreras, viajando juntos, sacando a pasear a sus hijos y, simplemente, viviendo su mejor vida juntos.

Aparte de su floreciente vida personal y de la maravillosa relación que comparten con sus hijos, Jennifer también está inspirada en su carrera. Igual que cuando grabó su álbum “This Is Me... Then” hace veinte años, publicó “This Is Me... Now”, durante una época de su vida en la que estaba felizmente enamorada.

Su esposo inspiró ambos álbumes, afirmando que la animó a meterse en el estudio de grabación hace veinte años y en la actualidad. Jennifer bromeó diciendo que, con Ben en su vida, se siente “muy inspirada y muy desbordada por la emoción”, y eso saca lo mejor de su carrera y también de la música que crea.

Los grandes cambios en la vida de Jennifer empezaron y terminaron con Ben. Una vez admitió que su ruptura en 2004 fue tan dolorosa que pensó que iba a morir. La cantante llegó a afirmar que la dolorosa ruptura la sumió en una espiral durante 18 años en la que no conseguía hacer las cosas bien.

Sin embargo, a pesar de todo lo que Jennifer experimentó, fue el amor lo que la mantuvo unida: un amor eterno por sus hijos adolescentes y por su esposo y la vida que ahora viven.

Vivir la vida en abundancia le ha permitido devolver todo lo que puede, llevando su amor por sus hijos y extendiéndolo a todos los necesitados donando dinero a causas nobles para mujeres y niños.

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Tras años tratando de entender la vida, Jennifer por fin acertó. Ahora vive feliz con Emme, Max y Ben, y no hay indicios de que vaya a poner fin a su floreciente carrera.

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