Padres preocupados cuya hija "cambió radicalmente" desde la guardería cosen grabadora en su chaqueta

Cuando se dieron cuenta de que su hija Isla se comportaba de forma muy diferente, Carley y Aaron se pusieron a investigar. Lo que descubrieron les dejó desolados.

Nadie debería subestimar el instinto de los padres para proteger a sus hijos y hasta dónde pueden llegar para garantizar la seguridad de sus pequeños. Dos trabajadores de guardería no lo tuvieron en cuenta cuando presuntamente se pasaron de la raya.

En diciembre de 2022, una madre de San Antonio, Estados Unidos, Carley Hernandez, y su esposo, Aaron, se dieron cuenta de que su hija, Isla, se comportaba de forma extraña, y empezaron a preocuparse. Presintiendo que algo malo estaba ocurriendo, decidieron tomar medidas. Esta es la historia completa.

Hernandez sintió que algo no iba bien cuando su hija, que ahora tiene casi dos años. Había sufrido una notable reducción de peso y no respondía cuando la llamaban por su nombre. La madre recordó:

"Mi hija cambió drásticamente. Empezó a ser muy, muy violenta. Pegaba, pateaba, gritaba".

Cuando averiguó por qué su hija había estado actuando así, Hernandez se puso en contacto con los CPS (Servicios de Protección de Menores). Se presentó una denuncia policial y, al parecer, las autoridades remitieron el caso a la Unidad de Víctimas Especiales (SVU).

Hernandez se empeñó en investigar la guardería de su hija como posible origen de su angustia, cuando vio que a su pequeña le negaban el agua allí. Sin embargo, no estaba preparada para lo que estaba por venir. Hernandez expresó:

"Lo que captamos en la grabación fue mucho peor de lo que yo pensaba que mi hija estaba pasando".

Además del informe de la policía y de CPS, la acreditación nacional de MossRock KinderCare Learning Center fue suspendida por la Asociación Nacional de Educación para Niños Pequeños. Además, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas tiene abierta una investigación.

Estas repercusiones nunca se habrían producido si Hernandez no hubiera cosido una grabadora al chaleco de su hija antes de llevarla a la guardería el 20 de diciembre de 2022. Al escuchar la grabación después de que Isla llegara a casa, la madre tomó medidas inmediatas.

Carley recordó que solo llevaba una hora escuchando la grabación cuando decidió coger el teléfono y llamar al Servicio de Protección de Menores. También presentó una denuncia a la policía, entregó la grabación de siete horas a la guardería y publicó todo en Facebook.

El lenguaje abusivo fue continuo durante las siete horas que duró la grabación.

Resultó que los presuntos culpables de la angustia de su hija eran dos trabajadores de la guardería. La extensa grabación muestra a dos individuos maltratando verbalmente a los niños con lenguaje agresivo y blasfemias, a lo que los bebés responden con llantos angustiados. Una de las supuestas declaraciones de la trabajadora de la guardería fue:

"Voy a ir y les voy a pegar a los dos. Eso es lo que voy a hacer".

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La grabación también muestra a estos individuos amenazando con hacer comer jabón a uno de los niños, insultando a otro de ellos y empleando una amenaza de muerte. En sus propias palabras: "Tócalo y te mueres". Este lenguaje abusivo fue continuo durante las siete horas que duró la grabación.

Desde el incidente, la guardería ha prohibido a las dos profesoras la entrada a cualquier centro KinderCare. Además, un portavoz de KinderCare hizo una declaración oficial, en la que transmitía que el comportamiento de los trabajadores de la guardería en cuestión era inaceptable y no representaba sus normas o valores. Continuaron diciendo:

"Los profesores implicados ya no son empleados de KinderCare y no volverán a trabajar para KinderCare, ni para ninguna de nuestras marcas. Nos comprometemos a crear entornos acogedores, seguros y enriquecedores para todos los niños."

El portavoz también dijo que forman regularmente a sus trabajadores para que hagan su trabajo de la mejor manera posible y cuidando a los niños. Los nombres de los trabajadores de la guardería permanecen en el anonimato.

A pesar de este intento de tranquilizar a los padres, el daño ya está hecho para Aaron, que expresó su profunda desconfianza hacia KinderCare. Dijo:

"Confié en esta gente, y no sé cuándo voy a poder volver a hacerlo".

Aaron dijo que los únicos momentos buenos del día de los niños cuando asistían a esta guardería eran cuando los profesores los dejaban solos.

Nadie ha acusado a los profesores de la guardería de ningún delito penal, y no hay acusaciones de violencia física. Mientras tanto, KinderCare sigue intentando recuperar su acreditación.

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Hernandez y su marido son solo uno de los muchos casos que demuestran lo poderosas que son la intuición y el instinto protector de los padres.

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