A mamá criticada le dijeron que "debía mantener oculto" a su bebé arrugado - Años después se ha convertido en un apuesto hombre

• Tomm Tennent nació con piel suficiente para cubrir a un niño de cinco años y fue calificado de "misterio médico".
• Su madre fue criticada por sacarlo a pasear en público.
• Hoy, Tomm se ha convertido en un apuesto hombre que se enamoró y experimentó la felicidad conyugal después de que los investigadores encontraran la explicación a su aspecto.

En muchos sentidos, Tomm Tennent era una persona increíblemente única. Desde el momento en que llegó al mundo, todos los que lo rodeaban sabían que era diferente a los demás bebés. Cuando nació, tenía un exceso de piel, suficiente para cubrir a un niño de cinco años.

Incluso los médicos se quedaron perplejos cuando vieron su aspecto arrugado, pues nunca habían visto nada igual en su carrera médica. Los padres de Tomm, Debbie y Geoff Tennent, también se quedaron atónitos cuando vieron a su bebé y no supieron cómo reaccionar.

Desde su increíble vivencia en el parto hasta su vida posterior, Tomm y sus padres vivieron unan experiencia sin igual. Todo empezó cuando Debbie y Geoff dieron la bienvenida a su hijo en un hospital del sureste de Australia en 1993.

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Finalmente, tras años de intentos y búsqueda de pistas, se toparon con algo sorprendente.

En aquel momento, no sabían lo especial que sería su bebé. Antes del nacimiento de Tomm, sus padres no podían imaginar que su hijo llegaría a desconcertar a los profesionales de la medicina. Pero cuando fueron a hacerse las ecografías, descubrieron que nada era como esperaban.

Al principio, los Tennent tuvieron dificultades para decidir si se quedaban o no con el bebé. Pero tras discutir el asunto, no tardaron en decidir que, independientemente de las consecuencias, seguirían adelante con el embarazo.

Pero, aunque Debbie y Geoff estaban preparados para todo, no eran conscientes de lo grave que podía ser el estado de su hijo. Cuando vieron a su hijo por primera vez, quedaron atónitos y sin habla.

“Cuando Tomm nació, quedé bastante sorprendido... No creía que un ser humano, o un bebé pequeño, pudiera tener ese aspecto”, recordó Geoff sobre el momento en que vio a su hijo por primera vez. Sobre el momento en que le pusieron a su bebé en el pecho, Debbie contó:

“Se me subió el corazón a la garganta”.

Pero al mismo tiempo, Debbie se sintió embargada por sentimientos maternales y dijo que se sentía muy bien al abrazar a su hijo. A pesar de su conmocionada reacción inicial, los Tennent abrazaron a su hijo, que tenía demasiada piel cubriendo casi cada centímetro de su cuerpo.

El misterio médico y los retos de crecer

El estado nunca visto de la piel y el aspecto arrugado de Tomm desconcertaron a sus padres y a los médicos. Como no podían descifrar el motivo de su exceso de piel, no sabían cómo tratarlo.

Tras muchas contemplaciones, los expertos médicos esperaban que, con el tiempo, el niño creciera en su piel. Pero dada la singular apariencia del joven, los investigadores se sintieron impulsados a explorar más a fondo su caso y resolver el rompecabezas genético, bastante complejo.

Tomm no era ajeno a las visitas al hospital y permaneció ingresado en un centro médico durante dos meses y medio. Allí tuvo que someterse a múltiples pruebas y escáneres, que al parecer fueron insuficientes para ayudar a los investigadores a descifrar el código de su misteriosa afección.

Andrew Ramsden, pediatra de Tomm, admitió que su caso era increíblemente difícil porque era el primer bebé del que se tenía constancia que había nacido con exceso de piel, y los médicos no tenían ningún lugar al que acudir en busca de orientación.

Acompañar a su hijo en sus numerosas visitas al médico y permanecer con él en el hospital durante meses no fue fácil para los Tennents. Pero encontraron la fuerza y el valor en su dulce hijo, que era un niño feliz y no conocía la magnitud de su enfermedad.

Con el paso del tiempo, los médicos de Tomm siguieron investigando su enfermedad, con la esperanza de encontrar algo útil. Finalmente, tras años de intentos y búsqueda de pistas, se toparon con algo sorprendente.

Los profesionales médicos establecieron similitudes entre el aspecto de Tom y el Shar Pei, una raza canina china. Aprendieron que el exceso de piel del pequeño se debía a un exceso de ácido hialurónico, 100 veces superior al habitual.

Lo mismo ocurría con los cachorros de Shar Pei. Dado que los niveles de ácido disminuían en los Shar Pei a medida que crecían y su aspecto mejoraba, los expertos médicos esperaban lo mismo para Tomm.

Afortunadamente, como los médicos habían previsto, el tiempo fue el mejor sanador en el caso de Tomm. Al crecer, el niño australiano recibió un inmenso amor y apoyo de sus padres. Pero también experimentó multitud de retos.

“No juzgues a la gente por su aspecto”, dijo Tomm de niño. Aunque siempre había creído que no le pasaba nada, no todo el mundo correspondía a sus sentimientos.

La gente seguía burlándose de él y le costaba hacer amigos en la escuela. Se sentía herido cuando los niños se negaban a jugar con él o a incluirlo en sus grupos.

Pero en lugar de retraerse y desmotivarse por el comportamiento de los demás hacia él, Tomm empezó a participar en juegos e hizo muchos amigos. Pronto, su experiencia escolar mejoró notablemente y la gente empezó a verlo de otra manera.

Aunque los Tennent estaban encantados de ver a su hijo avanzar en la vida, algunos recuerdos quedaron grabados en su memoria. Debbie recordó un incidente en una panadería local con Tomm, cuando una mujer se le acercó cuestionando su decisión de sacar a su hijo en público.

Pero eso no fue todo. Al parecer, la señora le dijo a Debbie que a su hijo "había que esconderlo". Devastada por los comentarios de la mujer, la madre australiana no supo qué decirle entonces, pero juró cuidar de su hijo y criarlo de la mejor manera posible.

Y con el tiempo, Geoff y Debbie sintieron pura alegría y orgullo al ver crecer a su hijo. Estaban orgullosos de él por ser un buen chico y destacar en todos los aspectos de la vida, incluida la escuela.

En una entrevista exclusiva en 2003, Tomm, que entonces tenía 11 años, dijo que veía a una “persona amable y cariñosa” cada vez que se miraba en el espejo. Confesó que no le preocupaba cómo lo veían sus compañeros porque a ellos no les importaba su aspecto.

Desde el principio, Debbie y Geoff enseñaron a su hijo a aceptarse y quererse tal como era. La pareja creía que la verdadera belleza venía de dentro, y le inculcaron los mismos valores a su querido hijo.

Sus esfuerzos dieron fruto, porque cuando le preguntaron a Tomm si cambiaría algo de sí mismo, respondió: “Probablemente nada”. Con el cariño de sus padres y su fuerza interior, Tomm se convirtió en una persona excepcionalmente amable y adorable.

¿Cómo es Tom Tennent ahora?

En la actualidad, Tom es un hombre adulto y apuesto que parece haber contraído matrimonio con el amor de su vida, Hannah Tennent, según su perfil de Facebook. Parece estar disfrutando de una vida feliz y plena con su amada, y residen en Frankston, un suburbio de Melbourne, Victoria, Australia.

En la biografía de la cuenta de Facebook de Tomm se lee: “La vida es simple. Tomas decisiones y no miras atrás”, que parece ser su mantra vital y su filosofía personal.

De hecho, es sorprendente ver lo lejos que ha llegado este australiano en la vida, con la misma sonrisa radiante. Tomm sigue compartiendo atisbos de su vida personal en las redes sociales, incluidas fotos en solitario y selfies con adorables bebés peludos.

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Su trayectoria, su convicción y el hecho de contar con el apoyo de su familia demuestran que la verdadera belleza está en la piel. Si esta bonita historia te ha inspirado, nos encantaría conocer tu opinión en Facebook.

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