Mariska Hargitay mostró a sus 3 hijos poco vistos años después de su "dolorosa" adopción

• La actriz de Hollywood Mariska Hargitay hizo una rara aparición con sus hijos en una Gala Benéfica.
• Ella y su esposo, el actor estadounidense Peter Hermann, tienen un hijo biológico y dos adoptados.
• Después de pasar por un momento difícil con el proceso de adopción, la madre de tres hijos ya no es reacia a mostrar a sus hijos.

La actriz de Hollywood Mariska Hargitay y su apuesto esposo, Peter Hermann, acudieron a la gala benéfica 2023 de la Asociación de la Tartamudez para los Jóvenes para mostrar su apoyo. Aunque las apariciones de las estrellas fueron dignas de admiración, lo que sorprendió aún más gratamente fue la presencia de sus hijos, raramente vistos.

Mientras Hargitay y Hermann ocupaban el centro de la alfombra, tres niños los seguían. August, de 17 años, Andrew, de 11, y Amaya, de 12, acompañaron a sus padres en este acontecimiento tan especial.

Posando para una foto familiar, Hargitay estaba impresionante con un vestido envolvente de color verde pastel y llevaba el pelo castaño suelto mientras se agarraba al hombro de su hija Amaya, que estaba preciosa con un vestido floral sin hombros. La niña estaba junto a su hermano mayor, Andrew, que lucía un elegante traje a juego con el de su padre.

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El hijo mayor, August, estaba situado en medio de mamá y papá con una camiseta azul de manga larga y una gran sonrisa en la cara mientras su padre lo rodeaba los hombros con un brazo cariñoso. August nació en 2006, y sus hermanos fueron adoptados cinco años después, con seis meses de diferencia.

La estrella de "Welcome to 18" lleva 19 años casada con su esposo, Hermann, y la pareja sigue viento en popa. Cuando se le preguntó cuál es el secreto de llevar tanto tiempo casada, Hermann indicó que todo se reduce a crear momentos de alegría y risas:

"Nunca pensé que me reiría tanto en mi vida. No sólo la risa real, sino también la forma en que Mariska es la encarnación de la risa, de la alegría".

Mariska Hargitay tiene tres hijos con su esposo Peter Hermann, dos de ellos adoptados

Crear momentos felices es fundamental para el clan Hargitay-Hermann, y la familia hace todo lo posible por participar en todo tipo de actividades familiares. Sin embargo, las cosas no siempre fueron de color de rosa para la familia, ya que Hargitay reveló que se habían enfrentado a una serie de desafíos durante el proceso de adopción de Amaya y Andrew.

Tras perder a su madre muy joven, Hargitay fue criada principalmente por su padre y su madrastra. En esta transición, tuvo unos cuantos hermanastros, lo que la llevó a reconocer que una familia puede formarse de más de una manera, en contraposición a la forma nuclear general.

Hermann se arrodilló y le propuso matrimonio con un impresionante anillo de platino adornado con nueve diamantes redondos, y se casaron en 2004.

Hargitay se sincera sobre los momentos "devastadores" que vivieron ella y su marido cuando buscaron la adopción, y advierte que no es un proceso apto para pusilánimes. El plan familiar de Hargitay siempre había tenido en cuenta la presencia de más de un hijo, y después de dar a luz a su primogénito a los 42 años, la pareja supo que querían una familia más grande.

Como niña que creció con una madrastra y hermanastros, Hargitay siempre supo que quería adoptar. Unas vacaciones familiares en Tailandia consolidaron aún más esa sensación de instinto maternal precoz que llevaba dentro:

"Recuerdo estar en Tailandia y la India cuando tenía 9 ó 10 años y ver a niños solos en la calle y pensar: ‘¿Dónde están sus madres? Eran tan increíblemente ingeniosos e inteligentes. Y en algún lugar dentro de mí -incluso siendo tan pequeña- tenía ese instinto maternal, y recuerdo que pensaba: ‘¡Quiero llevármelos a todos a casa!’”.

Tras conocer a Hermann y casarse en 2004, hacia 2010 la pareja decidió iniciar el proceso de adopción. La pareja pasó por ensayo y error y soportó una visita a domicilio de cinco horas de duración en vano:

"Hubo varios casos que no funcionaron. Un montón de complicaciones de todo tipo y después de las decepciones, llegó la gran esperanza, que terminó truncándose. Pero, aunque resulte irónico, la decepción más dura fue también el mejor momento en cuanto a lo que significa ayudar a construir una familia”.

El desgaste emocional empezó a afectar a la pareja, que veía frustradas constantemente sus esperanzas de una adopción exitosa por diferentes motivos, como que la madre biológica cambiara de opinión en el último minuto en un caso, lo que Hargitay describe como extremadamente “doloroso”, por no decir otra cosa. Sin embargo, gracias a la perseverancia, la durabilidad y el apoyo mutuo, finalmente lo consiguieron.

La preciosa Amaya Josephine Hermann llegó al clan Hargitay-Hermann a pocas semanas de nacer en EE.UU. Hargitay y su esposo estaban encantados con su llegada y se enamoraron al instante de la preciosa niña. Entre cuatro y seis meses después, su hermano pequeño, Andrew Nicolas, se unió a la tripulación, nacido dos meses antes de tiempo.

Andrew fue un bebé extra, pues la pareja pensaba que ya no adoptaría más. Sin embargo, tras recibir otra llamada de su abogado preguntándoles si estaban interesados, les resultó imposible negarse. En cuanto a lo que August, el hermano mayor protector, tenía que decir sobre toda la experiencia, su cariñosa madre dijo lo siguiente:

“August cree que todo ha sido idea suya. Dijo: ‘Quiero una hermanita’, y vino Amaya. Luego dijo: ‘Quiero un hermanito’, y vino Andrew. August se siente muy bien y muy poderoso”.

La dorada historia de amor de Mariska Hargitay y Peter Hermann

Como cabezas de familia, está claro que Hargitay y Hermann valoran la importancia de construir una familia basada en el amor, la alegría y la inclusión cultural. La forma en que educan a sus hijos revela mucho sobre quiénes son como individuos y como pareja.

Hermann nació en Nueva York, pero se crio en Alemania hasta los 10 años. Tras regresar a Estados Unidos, estudió y dominó la lengua inglesa en la Universidad de Yale y fue profesor de inglés durante algún tiempo antes de dedicarse a la interpretación. Cuando encontró su pasión, Hermann apareció como actor invitado en la segunda temporada de la aclamada serie “Law & Order: SVU”, donde conoció a su futura esposa, la actriz Hargitay.

Antes de casarse en 2004, la pareja tuvo una primera cita tras conocerse en el plató. Hargitay afirmó que supo al instante que él era el indicado para ella en el momento en que Hermann la invitó a la iglesia para su primera cita:

“Simplemente lo supe, y de nuevo, ya sabes, escucha, la historia de que tu esposo te invite a la iglesia para la primera cita, es como, ‘¿De verdad Peter? ¿En serio?’. Fue tan perfecto y empecé a sollozar. Peter pensó que lloraba porque me había emocionado mucho con la misa, pero no, era porque estaba abrumada al darme cuenta de que él era el elegido”.

Cuando Hermann relata el momento en que supo que Hargitay era la indicada para él, el actor posiciona sus sentimientos de una forma algo más filosófica. Según Hermann:

“Era el cumpleaños de 40 de Mariska, y vi a Mariska con toda la gente que quería a su alrededor y fue como ver a esta persona que ahora estaba en la tierra, en la que se moría por estar plantada. Había mucha gente y mucho amor, y pensé: ‘Quiero formar parte de esa tierra’. Y ese fue el momento en el que no sólo partí la tierra, sino que me convertí en gran parte de ella”.

Hermann se arrodilló y le propuso matrimonio con un impresionante anillo de platino adornado con nueve diamantes redondos, y se casaron en 2004. La pareja ha permanecido felizmente casada desde entonces, y Hermann atribuye el sustento y la fuerza de su relación a la forma en que siempre encuentran el camino de vuelta el uno al otro, en los buenos y en los malos momentos:

"Es la forma en que nos encontramos el uno al otro. Es esta forma fantástica y maravillosamente ridícula en la que podemos ir y venir tantas veces como queramos un día cualquiera, pero fundamentalmente sabemos que tenemos el mismo destino. Sabemos adónde nos dirigimos, y es bueno, y sabemos que llegaremos juntos".

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Hargitay y Hermann han construido la familia de sus sueños con sus adorables tres hijos. A pesar de enfrentarse frontalmente a obstáculos durante la época en que estaban construyendo su deseada familia, perseveraron juntos y salieron prósperos por el otro lado.

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