Mujer prohíbe a la abuela de sus hijos verlos tras la muerte del papá

Una madre de dos hijos se negó a que la abuela de sus hijos viera a sus hijas gemelas tras la muerte de su padre por ser racista. Su familia pensó que había sido demasiado dura con la afligida mujer, pero ella creía que había tomado la decisión correcta.

Una mujer compartió en Reddit su experiencia de maternidad no planificada, cómo se desenvolvió en la crianza compartida y cómo trató con la abuela racista de sus hijas.

La usuaria de Reddit reveló que se quedó embarazada de una aventura de una noche cuando tenía 27 años. Ella y el padre de sus hijas gemelas, al que llamó Robert, acordaron no mantener una relación, sino desarrollar una dinámica de coparentalidad sana que les funcionara.

El día que la mujer dio a luz a sus gemelas, Robert y su madre la visitaron en el hospital. Sin siquiera felicitar a la nueva madre, la abuela pidió a su hijo que se hiciera varias pruebas de paternidad e hizo comentarios racistas sobre el entonces joven de 27 años.

La primera vez que se encontró con la abuela de sus hijos, la recibió con racismo, pero no sabía que ellos experimentarían el mismo trato por su parte.

El viaje de la copaternidad

Según la madre de las dos, Robert trabajaba mucho y vivía en otro estado, por lo que solo tenía a las niñas en vacaciones importantes o en verano. Durante este tiempo, dejaba que las gemelas visitaran a su abuela.

La mujer sabía que la madre de Robert era su única familia, así que no le importaba que las niñas estuvieran con ella. Sin embargo, cuando las gemelas tenían unos cinco años, Robert y su madre se pelearon mucho y tuvieron una discusión.

Resultó que la madre y el hijo se distanciaron porque la abuela decía cosas racistas y ofensivas a sus nietos, sobre todo cuando se portaban mal. Por lo tanto, el padre no creía que ese fuera un entorno sano para que crecieran sus hijos.

Afortunadamente, la madre de sus hijos y su familia le apoyaron. Invitaron a Robert a pasar las vacaciones con ellos cuando se enteraron del problema. Asistía a todas las reuniones familiares y se alojaba en un hotel o en la habitación de invitados de la mujer.

Sin embargo, las cosas empezaron a torcerse para Robert. Descubrió que tenía una enfermedad terminal a la que no podría sobrevivir, por muy fuerte que fuera el tratamiento. El diagnóstico le hizo lamentar no pasar suficiente tiempo con sus hijas.

Dejó su trabajo, se mudó más cerca de sus hijas y pidió la custodia a partes iguales. La madre de las gemelas empatizó con él y le ofreció quedarse en su habitación de invitados y vivir con las niñas el tiempo que le quedaba.

Robert aceptó la oferta, pero la mujer solo ponía una condición. Accedería a que las gemelas pasaran tiempo con su abuela, pero no se le permitía entrar en su casa. El padre de los dos respetó los límites y nunca trajo a su madre. Robert acabó muriendo, y la pérdida fue dura tanto para la madre como para sus gemelas.

La vida tras la muerte de Robert

A la madre de las dos le sorprendió que la abuela llamara a su puerta y pidiera ver a sus hijas. Ella se rió en su cara y le dijo que no.

La abuela le suplicó diciendo que las niñas eran el único pedazo de Robert que le quedaba. A lo que ella respondió: "Su única conexión con ellas era a través de Robert y solo de Robert. No la he ayudado ni la ayudaré a ver a mis hijas".

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Incluso le recordó que fue Robert quien le prohibió ver a las niñas, por lo que la mujer le aclaró que nada cambiaría incluso después de su muerte.

Su familia le dijo que era un poco dura al no permitir que la afligida abuela viera a sus nietas, pero la mujer no creía que estuviera equivocada, sobre todo después de cómo la trataba a ella y a sus hijas.

Muchos comentaristas también estuvieron de acuerdo en que no era seguro para sus hijas estar cerca de alguien que las discriminaba racialmente. De hecho, para la mayoría era muy preocupante que la abuela no solo fuera racista con la madre, sino también con sus propias nietas.

Por ello, los lectores pensaron que lo mejor sería que las chicas decidieran si querían tener una relación con ella cuando tuvieran 18 años. Pero mientras tanto, los lectores creían que "Ella ha cosechado lo que sembró".

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