Bebés de esposa rica y viuda pobre son intercambiados accidentalmente al nacer, lo descubren 27 años después - Historia del día

Kylie no tenía ni idea de que su hijo Logan no era suyo hasta que, 27 años después, se hizo una prueba de ADN con él y se llevó el susto de su vida. Estaba furiosa más allá de toda palabra y quería respuestas del hospital de maternidad donde había dado a luz, sólo para enterarse del sorprendente hecho de que su bebé había sido intercambiado con otra mujer.

Kylie Johnson procedía de un entorno humilde y sabía que el dinero podía cubrir las necesidades básicas, pero el amor y la unión eran más importantes. Sus padres la adoraban y la animaron a ir a la universidad a pesar de sus problemas económicos. Allí conoció al hombre de sus sueños, Sebastian Johnson.

Sebastian era rico, el único heredero de la empresa de su padre. Pero sus diferencias no les impidieron casarse e instalarse en una modesta casa de California.

Cuando Kylie se quedó embarazada tres años más tarde, Sebastian la llevó a ver al mejor médico de la ciudad. Pero Kylie insistió en dar a luz en el mismo lugar donde lo había hecho su madre: un modesto hospital de California. Después de todo, ¿qué podía salir mal?

Por desgracia, Sebastian estaba de viaje de negocios cuando Kylie dio a luz. Cuando llegó, el bebé ya estaba en brazos de Kylie.

"¡Sebastian!", gritó ella con alegría. "¡Míralo! ¿No es precioso?".

"Lo es, cariño. Es impresionante, ¡exactamente igual que tú! ¡Los quiero a los dos!". Sebastian besó a Kylie en la mejilla y acunó con cuidado a su recién nacido en brazos. Sus ojos semicerrados le miraban con inocencia y su tacto era la mayor alegría para Sebastian. No podía dejar de llorar mientras sostenía a su hijo en brazos. ¡Todo parecía perfecto! ¡Él sería el mejor padre y Kylie, la mejor madre!

Lee también: Madre pobre compra zapatos de bebé en un mercadillo, se los pone a su hijo y oye crujidos en el interior - Historia del día

Cuando Logan creció, registró rasgos físicos similares a los de ellos, como el pelo negro como el carbón y unos ojos marrones que habían pasado de ser azules al nacer. Por ello, nunca se cuestionaron la posibilidad de que su bebé no fuera suyo.

A veces la gente miraba a Logan y destacaba sus preciosos ojos castaño oscuro, que tenían todos los miembros de la familia de Sebastian. "Tu hijo es precioso", le dijo una vez a Kylie una madre de su colegio. "¡Apuesto a que se parece a su padre! Los hijos que se parecen a su padre son afortunados". Y Kylie no podía estar más contenta.

Kylie y Sebastian no dejaron piedra sin remover en su empeño por criar a Logan con cariño. Cada año, le colmaban de las mejores instalaciones y regalos. Le regalaron una PlayStation cuando cumplió siete años, un reluciente BMW negro cuando cumplió dieciocho, y las empresas de Sebastian cuando cumplió veinticinco.

Pero, lamentablemente, Sebastian murió apenas dos años después de que Logan se incorporara a su empresa. Volvía de otra ciudad tras una reunión de negocios cuando murió en un accidente de coche.

A Kylie se le rompió el corazón después de aquello, y Logan era lo único que tenía. Se sintió aliviada de que al menos su hijo estuviera con ella, hasta que Steve, el hermano de Sebastian, apareció de la nada, queriendo una buena parte del negocio de Sebastian.

"¡Vamos, Kylie! ¡No puedes quedártelo todo para ti! ¡No tienes ni idea de cómo funciona un negocio!", se mofó.

"¡Fuera de mi casa, Steve, antes de que llame a la policía!", replicó ella. "¡Y sí, la empresa que has venido a reclamar es de mi hijo! No voy a dejar que lo toques".

"¿Tu supuesto hijo, que no se parece en nada a ti ni a Sebastian? Dime, sinceramente, ¿lo adoptaste y mantuviste oculta la verdad todos estos años? ¿Por qué? ¿Porque temías que te abandonara? ¿Porque le dolería descubrir que no eres su madre biológica?".

"¡Basta, Steve!", arremetió ella. "¡LOGAN ES MI HIJO, Y DE MI SANGRE! Tiene los ojos castaño oscuro y el pelo negro de su padre".

Steve se rió burlonamente. "¡Eso es, Kylie! ¡Es lo único que tiene en común con ustedes! ¿Y su aspecto físico? ¡No se parece en nada a ustedes dos! ¡Piénsalo, querida! Y, por supuesto, ¡nos veremos en los tribunales! ¡ESE NEGOCIO ES MÍO!".

"¿Quién tiene miedo, eh? ¡No voy a dejar que ganes! ¡Voy a hacerme una prueba de ADN para demostrar que te equivocas!", gritó ella con firmeza. "¡Siéntate y espera!".

Aquella semana, Kylie se hizo la prueba de ADN, convencida de que Steve estaría tan equivocado, tan mortificado cuando le demostrara que estaba equivocado. No podía esperar a ver su expresión cuando le arrojara los resultados de la prueba a la cara. Sin embargo, cuando llegaron los resultados, la vida de Kylie se derrumbó a su alrededor.

"¡0% DE COMPATIBILIDAD! ¿Cómo es posible? No podía creer lo que veían sus ojos. "¡Tiene que ser un error! ¿Cómo es posible que Logan no sea mío?". Estaba tan aturdida que repitió la prueba en otro hospital, pero los resultados eran los mismos.

Kylie no pudo evitar echarse a llorar delante de Logan. "¡Cariño, no soy tu madre!", gritó, apretando los resultados de la prueba en sus puños. "¡No puedo creer lo que estoy oyendo! ¿Qué le ha pasado a mi hijo? Sé que di a luz a un niño sano. ¿Dónde está?".

"Oye, mamá", la abrazó Logan. "¿A quién le importa si me diste a luz o no? Siempre serás mi madre. Me criaste y me quisiste toda la vida. Vamos a buscar a tu hijo".

Kylie abrazó a Logan con fuerza. "Siento mucho haber sido tan egoísta, Logan".

"No pasa nada, mamá", dijo él. "¿Qué tal si empezamos por el hospital donde diste a luz?".

"¿Qué? La maternidad....", entonces Kylie cayó en cuenta. No era la única paciente de su planta. Había otra mujer llamada Lily. Era viuda. También había dado a luz a un niño, y cuando le dieron el alta en el hospital, Kylie le regaló una preciosa gorra azul. Lily no estaba bien de dinero, y el corazón de Kylie se ablandó por ella.

Desesperada por obtener respuestas, Kylie corrió al hospital de maternidad...

"¿Dónde está mi hijo? Sé que han hecho algo. Denme la dirección de Lily. La ingresaron en la misma planta que a mí. ¡Consigan sus datos ahora mismo!", gritó Kylie al llegar al hospital, exigiendo la dirección de Lily.

"Mamá, cálmate", le dijo Logan.

"No puedo calmarme, Logan. Échale un vistazo. No me mira a los ojos. Seguro que oculta algo".

"No podemos compartir los historiales de los pacientes", dijo el Dr. Harrison. "Eso va contra la política".

"¿Qué le parece entonces una demanda? Estoy segura de que tienen dinero para luchar contra ello".

"¿Qué? Por favor, ¡no!", suplicó. "Vale, vale. Lo siento, pero no hemos podido decírselo antes porque, como sabe, somos un hospital pequeño y enzarzarnos en un litigio judicial sería caro, pero hemos despedido a la enfermera que cambió a su hijo", reveló. "Admitió el error. Entonces yo era médico en formación. Le pido disculpas".

"¡Disculpa!", repitió Kylie. "¡Rápido! ¡Sólo me preocupo por mi hijo! Si no lo recupero, ¡prepárese para una demanda!".

Al final, el Dr. Harrison le dio la dirección.

Kylie y Logan condujeron hasta la casa de Lily, pero cuando llegaron, se quedaron boquiabiertos al ver la cochambrosa casita en la que habían estado viviendo.

Logan llamó a la puerta y surgió una vívida imagen de Sebastian. Kylie no pudo asimilarlo y se agarró a los brazos de Logan. "Eres mi hijo", susurró. "¡ERES TÚ!".

"¿Perdone?", preguntó el joven, imperturbable. "Supongo que se ha equivocado de dirección. Me llamo David Morris y soy el hijo de Lily Morris. Pero, ¿quién es este hombre que está con usted? Se parece mucho a... bueno... ¡mi padre!".

"¿Podrías llamar a Lily? Infórmale que Kylie desea verla".

"Bueno, ella no podrá venir aquí. Tendrá que entrar".

Logan y Kylie siguieron a David al interior y descubrieron a una Lily enferma en la cama. Tenía la cara marcada con arrugas y círculos negros, las mejillas hundidas. Le habían descubierto un tumor, pero no tenían fondos para tratarla.

"¿Kylie? Oh, eres tú, pero este chico...", entonces miró a Logan, una réplica exacta de su difunto marido. "Oh, vaya... él... él...".

"Sí, Lily. Nuestros hijos fueron cambiados al nacer. Lo hicieron en el hospital y yo me he enterado hoy. Pero, ¿qué te ha pasado? ¿Cómo has llegado a este estado?".

"¿Qué?", David soltó un fuerte grito ahogado. "Quiere decir... que usted es...".

"Sí, David. Logan es hijo de Lily, y yo soy tu madre biológica. Todo está hecho un lío".

"¡No puede ser!", espetó David. "¿Y quiere que me vaya con usted? Mi madre hizo tanto por mí todos estos años. Me consiguió los mejores libros, juguetes y todo lo que necesité. No pienso dejarla, sobre todo ahora que me necesita. Ella lo es todo para mí".

"Oye, David", dijo Logan. "No te la vamos a quitar. ¿Qué tal si nos vamos a vivir juntos? Mira, yo también tengo una madre maravillosa. Quiero decir, sí, es una locura porque es tu madre biológica, pero es increíble. Y Lily es mi madre biológica. ¿Qué tal si vivimos como hermanos? ¡Haré que atiendan a Lily en el mejor hospital! Se los prometo. Nunca tendrán que preocuparse por nada. Se los aseguro".

"No necesito ningún favor....¿Pero puedes hacer que traten a mamá?".

"Claro que puedo".

"Te devolveré el favor lo antes posible... ¡Muchas gracias!".

Te puede interesar: A pobre madre le impiden subir a avión para volver a casa con su hijo, "¡Necesito ver a mi bebé!", grita - Historia del día

"¡Vamos!", Logan abrazó a David.

David y Lily no tardaron en mudarse con Logan, y Lily recibió el tratamiento que necesitaba. Logan contrató a David después de que pasara por un proceso estándar de entrevistas y se evaluaran sus cualificaciones. Se mantuvo firme en que seguiría el proceso normal de contratación. Mientras tanto, el tío de Logan perdió el juicio porque sus reclamaciones carecían de fundamento, ya que Sebastian había transferido todo a nombre de Logan.

Aquel año, en Pascua, Kylie y Lily regalaron a los chicos dos gorros azules de ganchillo, muy parecidos al que Kylie le había regalado a Lily entonces. "Los dos parecen iguales", comentó Kylie mientras se los entregaba a los chicos. "No tendrían ni idea de cuál es el suyo si se los cambiara. Así es el amor que Lily y yo sentimos por ustedes. Los dos son nuestros hijos y las dos somos sus madres. No lo olviden nunca".

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• El amor triunfa sobre la felicidad materialista. Lily y David eran pobres, pero la cantidad de amor que David sentía por Lily demostraba lo mucho que valoraba el amor por encima de todo.
• Las mentiras tienen una forma de filtrarse. Las autoridades del hospital se equivocaron al creer que nunca se revelaría la verdad sobre el intercambio de bebés.

Si te ha gustado este relato, quizá te guste éste sobre una mujer de 67 años cuyo jefe la despide inesperadamente y más tarde le ruega que vuelva.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.