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Una mujer y un hombre mirándose | Fuente: Midjourney
Una mujer y un hombre mirándose | Fuente: Midjourney

Una mujer conoció al hombre de sus sueños y pensó que no volvería a verlo hasta que Acción de Gracias lo cambió todo — Historia del día

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14 nov 2024
23:45

Emma pensó que nunca volvería a ver al encantador desconocido de la estación de tren. Una única noche de ensueño y un nombre sin pronunciar parecían el final de su historia. Pero cuando acepta ser la novia falsa de su amigo en Acción de Gracias, se encuentra con una sorpresa que podría cambiarlo todo.

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Emma estaba sentada sola en un frío banco de la estación de tren, con los hombros encorvados mientras unas lágrimas silenciosas corrían por sus mejillas. Miraba fijamente el andén vacío, sintiendo un apretado nudo de impotencia en el pecho.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

Le había hecho tanta ilusión visitar a su amigo Travis, dispuesta a apoyarle cuando más la necesitaba. Pero ahora su bolso había desaparecido, dejándola sin dinero, sin teléfono y sin forma de pedir ayuda o de tenderle una mano.

Ni siquiera podía volver a casa, pues ya no era suya. Su casero había subido el alquiler y había encontrado otros inquilinos. Se suponía que Emma encontraría un nuevo apartamento durante el fin de semana, pero ahora no tenía ni idea de qué hacer.

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"¿Estás bien?", la voz de un hombre irrumpió en sus pensamientos. Emma levantó la vista y vio una figura alta ante ella, con un rostro extrañamente familiar.

"¡Tú!", gritó, y una oleada de ira se abrió paso entre su tristeza. "Todo esto es culpa tuya".

El rostro del hombre se retorció de confusión. "Espera. ¿Qué he hecho?".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

"¿Qué has hecho?", repitió ella, alzando la voz. "¡Por tu culpa me han robado! Me he quedado aquí tirada sin nada: ni dinero, ni teléfono. Sin nada".

Suspiró. "Mira, no quería toparme contigo antes. Ha sido un accidente".

"¿Un accidente? ¿O estabas trabajando con el ladrón?", replicó Emma.

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Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

"Si así fuera, ¿seguiría merodeando por aquí?", preguntó con una leve sonrisa de satisfacción.

"Quizá te quedas por aquí para engañar a gente como yo", espetó ella, cruzándose de brazos.

Miró el reloj y volvió a suspirar. "Puedo demostrar que no tuve nada que ver. Pero tengo un tren por la mañana, así que hagámoslo rápido, ¿vale?".

Emma lo miró con desconfianza. "¿Y cómo piensas demostrarlo exactamente?".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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"Tendrás que confiar en mí". Extendió la mano hacia ella, esperando.

Emma se detuvo, con la incertidumbre reflejada en su rostro. Finalmente, le cogió la mano y dejó que la pusiera en pie. Sin mediar palabra, la guio hacia la oficina de seguridad, al borde de la estación. Ella lo siguió, perdida pero curiosa.

"Espera aquí", dijo él, asintiendo con la cabeza antes de entrar. Emma se movió nerviosa, con la mente llena de preguntas. Al cabo de lo que parecieron siglos, él regresó, sonriente, seguido de un guardia de seguridad mayor.

"Necesitamos más hombres como tú hoy en día", dijo el guardia, dándole una palmada en el hombro antes de regresar.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Emma parpadeó, aún confusa. "¿Qué... acaba de pasar?".

El hombre se rio. "Sólo una charla amistosa. Ahora tengo una pista sobre dónde ha ido tu ladrón".

Emma le siguió, aún insegura de su plan. La condujo a través del andén, y sus ojos se abrieron de par en par cuando vio a un hombre entre la multitud, que sostenía su bolso.

"¡Es él!", gritó, señalando. "¡Seguro que es él!".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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El ladrón se volvió y sus ojos se clavaron en los de ella. En un instante, giró sobre sí mismo y corrió hacia un tren que le esperaba. Las puertas se cerraron justo cuando Emma intentaba dar un paso adelante, y el tren se alejó, llevándose su bolso y perdiéndolo de vista.

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A su lado, el hombre se echó a reír.

Emma se dio la vuelta, fulminándolo con la mirada. "¿De qué te ríes? ¡Ahora todas mis cosas han desaparecido! Otra vez".

Enarcó una ceja. "Bueno, quizá si no hubieras gritado para que te oyera todo el mundo, aún tendríamos una oportunidad de atraparlo".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Emma sintió que se le sonrojaban las mejillas. "De acuerdo, quizá no fue mi movimiento más inteligente".

Justo entonces, su estómago emitió un sonoro gruñido, y ella se rodeó con los brazos, avergonzada.

"¿Tienes hambre?".

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"No", mintió ella, pero su estómago volvió a rugir.

"Vamos", dijo él. "Vamos a comer algo".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Emma y el hombre encontraron un pequeño local de comida rápida cerca de la estación. Pidieron hamburguesas y patatas fritas, y se sentaron frente a frente en una mesita junto a la ventana.

"¿Por qué has decidido ayudarme?", preguntó Emma, aún insegura de él.

Él se encogió de hombros, sonriendo. "Bueno, un príncipe tiene que rescatar a una princesa en apuros, ¿no?".

Emma enarcó una ceja. "No pareces exactamente un príncipe".

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Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Él se rio, dirigiéndole una mirada burlona. "Y no todas las princesas llevan el rímel untado por toda la cara, pero aquí estamos".

Emma parpadeó y vio su reflejo en la ventana. Se le había corrido el rímel por las lágrimas, tenía el pelo enmarañado y la nariz roja por el frío. Avergonzada, cogió una servilleta y se limpió las mejillas. "Bueno, esto es lo mejor que se puede hacer ahora".

Él la observó, sonriendo. "Créeme, sigues estando impresionante".

Emma sintió que un cálido rubor se extendía por sus mejillas, sorprendida por sus palabras.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Llegó la comida, pero ninguno de los dos pareció darse cuenta mientras profundizaban en la conversación. Cada historia o chiste que compartían le resultaba extrañamente familiar, y Emma se sorprendió de lo fácilmente que conectaban, como si fueran viejos amigos poniéndose al día.

Ella se reía de sus historias, y él escuchaba atentamente las suyas, asintiendo con la cabeza, sin apartar los ojos de ella.

Cuando llegó la cuenta, él abrió la cartera y sacó algunos billetes. La mirada de Emma se posó en una foto pequeña y arrugada que había dentro: la imagen de una niña y una mujer con una cálida sonrisa. Algo en ella le hizo doler el corazón, aunque no podía explicar por qué.

Salieron juntos del restaurante, adentrándose en el aire nocturno, y caminaron despacio por las tranquilas calles, perdidos en un cómodo silencio.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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"¿Crees en la magia?", preguntó el hombre, con un brillo juguetón en los ojos.

Emma se rio, negando con la cabeza. "Soy demasiado vieja para creer en eso".

"Nadie es demasiado viejo para la magia. Metió la mano en la manga de su abrigo y, con un rápido movimiento, sacó un billete de tren. Se lo entregó con una sonrisa.

Los ojos de Emma se abrieron de par en par al examinar el billete. Era para el tren que ella necesitaba. "¿Cómo...? No pudo ocultar su sorpresa. No le había dicho adónde iba.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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"Soy mago -susurró él, inclinándose más cerca-, pero no se lo digas a nadie".

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Ella se rio, aunque la curiosidad parpadeó en sus ojos. "Vamos, hablo en serio".

"Yo también", respondió él con un guiño. Luego, al ver que ella seguía desconcertada, añadió: "Vale, vale. Te he oído hablar por teléfono antes, hablando de adónde ibas, justo antes de que nos encontráramos".

Emma entrecerró los ojos. "¿Y cuándo compraste el billete?".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Él se echó hacia atrás, cruzándose de brazos. "Un mago nunca revela todos sus secretos".

Ella puso los ojos en blanco, pero tenía una sonrisa en la cara. Tras una pausa, volvió a hablar. "Mira, he reservado una habitación en un hotel cercano para esta noche. Si quieres, puedes quedarte. Te prometo que nada inapropiado. Incluso puedes quedarte con la cama; yo me quedaré en el suelo".

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La sonrisa de Emma se desvaneció ligeramente. "¿No les importará a tu esposa y a tu hija?".

Él la miró, momentáneamente confuso, y luego comprendió. "Oh, has visto la foto". Sacudió la cabeza. "No tengo mujer. Mi hija está con mi ex".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Emma asintió lentamente. "Ah... ya comprendo".

Se aclaró la garganta. "¿Y tú? ¿Esposo? ¿Hijos?".

Emma bajó la mirada. "No puedo tener hijos. Aunque siempre los he deseado".

Su rostro se suavizó. "Lo siento mucho. No pretendía sacar el tema...".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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"No pasa nada", dijo ella con suavidad. "Lo descubrí siendo adolescente. He tenido tiempo de aceptarlo". Hizo una pausa y recuperó una leve sonrisa. "¿En cuanto a un Esposo? Lo más parecido a eso es fingir ser la novia falsa de mi amigo para la cena de Acción de Gracias".

Él se rio. "¡Vaya giro! No sé quién es más patético, si él o tú".

Emma le dio un codazo juguetón. "Oye, al menos yo no guardo fotos de mi ex en la cartera".

"Touché".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Ella se rio, y luego explicó: "Mi amigo oculta su orientación, y su familia empezó a hacer preguntas. Necesitaba a alguien que interpretara el papel, así que me ofrecí".

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Él asintió. "Lo entiendo. A mi hermano le pasa lo mismo. Cree que todo el mundo olvidó que llevaba vestidos de niño y todavía cree que se tragan que es heterosexual". Aquello la hizo reír.

Finalmente, llegaron al hotel, y Emma decidió que era mejor pasar allí la noche que en la fría y vacía estación.

Cuando entraron en la pequeña habitación, vio una botella de champán en el minibar y la sacó con una sonrisa. Él se rio, cogiendo un par de copas.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Pasaron horas hablando, compartiendo historias y escuchando el ritmo sordo de la música de una habitación vecina. En un momento dado, él se levantó y la hizo girar en un torpe baile, y ambos rieron hasta quedarse sin aliento.

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Emma no recordaba la última vez que se había sentido tan a gusto, tan despreocupada. Con él se sentía cómoda, quizá más de lo que se había sentido nunca con nadie.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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A la mañana siguiente, se despertó y lo encontró dormido a su lado. Apenas recordaba haberse dormido y, por un segundo, se preguntó si habría pasado algo.

Lentamente, salió de la cama y empezó a ponerse el abrigo, intentando no despertarlo. Pero entonces él se revolvió y abrió los ojos grogui.

"¿Ya te vas?", preguntó, frotándose los ojos mientras se incorporaba en la cama.

"Sí, mi tren sale pronto -respondió ella, con voz suave. Hizo una pausa y lo miró. "¿Hemos...?".

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Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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"¿Hemos hecho qué?", respondió él, con expresión de perplejidad. Luego lo entendió. "Oh, no. No lo hicimos".

"Qué bien. Eso está... bien", murmuró ella, mirándole a los ojos. Por un momento, sintió una oleada de coraje. Sin decir ni una palabra más, Emma se inclinó hacia él, lo besó y salió por la puerta sin mirar atrás.

Cuando se fue, él se quedó allí, sonriendo. "¿Hemos...?", repitió con una sonrisa. "Desde luego que sí".

Mientras el tren se alejaba, Emma observó cómo la estación se desvanecía en la distancia. Pensó en él y se dio cuenta de que ni siquiera sabía su nombre.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Le resultaba extraño, pero de algún modo no le importaba. La noche anterior había sido como un sueño, y tal vez eso era todo lo que necesitaba ser: un bonito recuerdo.

Cuando llegó el tren, vio a Travis esperándola. La saludó con la mano, aliviado, mientras cogía su bolso. Se detuvieron en una pequeña cafetería cercana a la estación para tomar un café, compartiendo sonrisas tranquilas mientras bebían. Pronto llegaron a la puerta de casa de los padres de él, y Emma pudo ver la preocupación en sus ojos.

"Esto va a ser miserable. No puedo con esta noche", murmuró Travis, moviéndose nerviosamente. "Y ahora, la ex de mi hermano ni siquiera le deja traer a su hija. Perfecto. Así que ahora toda la atención recae sobre mí".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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"Relájate", dijo Emma, dándole un apretón tranquilizador en el brazo. "Tu familia me querrá. Nadie se lo pensará dos veces. Lo tenemos controlado".

Travis exhaló, fortaleciéndose. "Espero que tengas razón", murmuró. Respirando hondo, abrió la puerta y la hizo pasar.

Y allí estaba: el hombre de anoche, su "sueño". El corazón de Emma dio un vuelco al verlo. No pudo contener la sonrisa.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Travis empezó a presentárselo: "Éste es mi hermano...".

El hombre se adelantó y le tendió la mano. "Liam", dijo, y sus ojos se encontraron con los de ella.

"Emma", respondió ella, devolviéndole la sonrisa, con la mano en la suya.

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Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney

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Este artículo está inspirado en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o lugares reales es pura coincidencia. Todas las imágenes tienen únicamente fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si quieres compartir tu historia, envíanosla a info@amomama.com

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