Lo que Luigi Mangione gritó a los periodistas tras ser acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare - Nuevos detalles

Se ha acusado a un sospechoso del reciente asesinato del director general de sanidad Brian Thompson. Sin embargo, su abogado insiste en que no es el autor. El abogado también reveló el contenido de los correos electrónicos que ha recibido en relación con su cliente.

Luigi Mangione se negó a ser extraditado tras ser acusado del asesinato del consejero delegado de sanidad Brian Thompson, al que dispararon antes de una reciente conferencia en Manhattan. Durante una tensa refriega con las fuerzas del orden fuera de la sala del tribunal, se volvió hacia los periodistas y pronunció unas palabras.

Mangione fue detenido el 9 de diciembre de 2024, después de que un empleado de McDonald's de Pensilvania informara de que un cliente actuaba de forma sospechosa. El individuo llevaba una pistola, una máscara y escritos que, según las autoridades, lo relacionaban con la emboscada.

Según los informes, un cliente llamado Larry, que estaba presente en ese momento, reveló que él y su amigo observaron al hombre sentado en un rincón con la capucha levantada.

El amigo de Larry comentó que el hombre se parecía al tirador de Nueva York, señalando que su mochila le resultaba familiar. Larry supuso inicialmente que el hombre era un empleado más que estaba de descanso debido a su aspecto encapuchado.

La detención de Mangione dio lugar a una tensa comparecencia ante el tribunal del condado de Blair. Con grilletes en manos y pies, entró vestido con un mono naranja de presidiario, custodiado de cerca por unos seis agentes uniformados.

Tras tomar asiento, Mangione desplegó un papel y esperó en silencio durante 15 minutos hasta que llegó su abogado para hablar con él. El joven de 26 años sólo habló dos veces. Cuando prestó juramento, dijo: "Sí, señor", y cuando el juez le preguntó si comprendía su derecho a impugnar la detención, respondió: "Sí, señor".

Tras el breve intercambio en la sala, el abogado de Mangione, Tom Dickey, se opuso a la orden de detención, argumentando que no incluía el término "homicidio criminal". El fiscal Peter Weeks respondió: "Sí lo incluye", lo que llevó al juez Dave Consiglio a desestimar la objeción.

Dickey impugnó entonces la extradición de Mangione y solicitó la libertad bajo fianza, alegando la ausencia de cadena perpetua sin libertad condicional para el cargo. Destacó el expediente limpio de Mangione y sugirió la vigilancia electrónica como alternativa.

El juez Consiglio denegó la libertad bajo fianza y ordenó que Mangione permaneciera en el SCI de Huntingdon. La defensa dispone ahora de 14 días para presentar una petición de habeas corpus, declaró Weeks tras la comparecencia de Mangione ante el tribunal.

"Tienen 14 días para presentar una petición de hábeas corpus, que consistirá simplemente en un documento que impugne la capacidad de la Commonwealth para demostrar que el acusado es la persona contra la que el estado de Nueva York ha emitido la orden de detención", explicó. Cualquier vista judicial relacionada con la petición se programará una vez transcurrido el plazo de 14 días.

Tras la denegación de la fianza, Mangione permaneció casi en silencio durante la vista, con la mirada fija en el frente. En un momento dado, Dickey le ordenó que guardara silencio.

Dickey señaló que Mangione "cerró la boca" después de que le dijeran que guardara silencio, "Lo cual está bien, es lo que tiene que hacer". Su comentario se produjo después de que creyera oír la voz de Mangione durante el proceso.

El esfuerzo de Dickey por mantener la compostura de Mangione no terminó en la sala. Cuando se le preguntó si sabía lo que Mangione había gritado al llegar al tribunal, Dickey respondió: "He oído distintas versiones, así que tengo que ver cuál fue la declaración. Espero que no haya más de eso".

La esperanza de Dickey en la moderación siguió a un arrebato anterior de Mangione. Mientras la escoltaban al tribunal, Mangione forcejeó con los agentes de policía y, al parecer, gritó a los periodistas.

"Está totalmente fuera de lugar y es un insulto a la inteligencia del pueblo estadounidense y a su experiencia vivida", declaró.

Tras el juicio, aparecieron pruebas adicionales que vinculaban a Mangione con el crimen. Una fuente policial reveló que los investigadores están revisando una "reivindicación de responsabilidad" manuscrita de tres páginas, que describieron como el manifiesto de Mangione. También están analizando las entradas de un cuaderno de espiral que escribió.

El cuaderno describe las tareas necesarias para llevar a cabo el asesinato e incluye notas que defienden sus acciones. En una de ellas, Mangione hizo referencia al Unabomber, concluyendo que una bomba "podría matar inocentes", mientras que disparar sería más preciso.

Señaló que no había mejor oportunidad que "matar al director general en su propia conferencia sobre contabilidad". La policía también ha informado de que Mangione llegó supuestamente a Nueva York el 24 de noviembre de 2024 y abordó un taxi hasta el New York Hilton, donde empezó a planear el asesinato.

Mientras tanto, Dickey sigue siendo escéptico sobre el caso contra su cliente. "No he visto ninguna prueba de que tengan al tipo correcto", declaró, añadiendo que los funcionarios de Nueva York "tienen que convencerme".

Dickey también reveló que su personal le informó sobre correos electrónicos en los que se ofrecían a ayudar a financiar los gastos legales de Mangione. "He recibido algunos correos electrónicos. No los he visto personalmente, pero mi equipo me ha informado de que hay gente que lo está haciendo", divulgó.

Sin embargo, Dickey indicó que "probablemente no" aceptaría las ofertas, y añadió: "Obviamente, mi cliente aprecia el apoyo que tiene, pero no sé, … simplemente no me parece bien".

Estas ofertas llegan cuando Mangione ha cosechado simpatías en las redes sociales, donde algunos usuarios incluso han llamado "héroe", lo que refleja la frustración generalizada con el sistema sanitario del país. Cuando se le preguntó por su papel en el caso, Dickey declinó comentar quién le había contratado para representar a Mangione.

A medida que se desarrolla el caso, siguen arremolinándose las preguntas sobre la culpabilidad de Luigi Mangione, sus motivaciones y la reacción del público. Con su equipo legal impugnando las pruebas y la extradición, y con una creciente oleada de comentarios en las redes sociales que reflejan la frustración por el sistema sanitario, el juicio promete seguirse de cerca.

Tanto si prevalecen las alegaciones de responsabilidad de Mangione como las dudas de Dickey, el resultado tendrá implicaciones más amplias, que afectarán a la justicia, al sentimiento público y al estado de la sanidad estadounidense.

Suscríbete a AmoMama para leer las mejores historias sobre el espectáculo y el mundo en un solo lugar.