
La supuesta amante y exasistente de David Beckham, Rebecca Loos, habla sobre su aventura
Rebecca Loos repasa los acontecimientos que rodearon su supuesta aventura con el icono del fútbol David Beckham, aborda su desmentido público, cómo afectó a su vida y por qué vuelve a hablar ahora.
Han pasado dos décadas desde que Rebecca Loos, en su día asistente personal de David Beckham, afirmara que había tenido una "apasionada aventura" con la estrella del fútbol a pesar de que él estaba casado con Victoria Beckham. Ahora, vuelve a estar en el centro de atención, explicando por qué se sintió obligada a compartir su versión de la historia.
Loos saltó a los titulares por primera vez en 2004 cuando denunció públicamente la aventura, afirmando que no tuvo más remedio que revelarse como la "otra mujer". En aquel momento, Beckham rechazó las afirmaciones, calificándolas de "ridículas". La negación, dice Loos, la hizo sentir que la llamaban mentirosa.
Aunque el enfado había ido dejando paso a la resignación, Beckham se marcó lo que ella llamó "un autogol" al referirse indirectamente a esa época de su vida ante las cámaras. Dijo que su decisión de sacar a relucir la terrible experiencia una vez más le dio a ella la oportunidad de devolver el golpe.
En 2003, Loos trabajó como asistente personal de Beckham tras su traslado a España para jugar en el Real Madrid. Ahora dice que fue una decisión que se replantearía si tuviera la oportunidad. Según ella, su conexión era innegable.
"La química entre David y yo era tan fuerte que todo el mundo se daba cuenta", afirma. "La gente no estaba contenta, obviamente, porque estaba siendo muy poco profesional, y él es un hombre casado". Loos explicó que Beckham le parecía irresistible porque era encantador y atento.
"Basta con mirarlo a los ojos y la forma en que te mira, y es bastante difícil no hacerlo. Tiene un cierto poder carismático", dijo. "Es muy guapo y creo que puede conseguir fácilmente lo que quiere y lo sabe".
Dijo que su atención hacia ella cambiaba cuando la mujer de Beckham no estaba cerca, y recordó la primera vez que hizo un movimiento. Según Loos, Beckham la invitó a su habitación de hotel tras una noche en un club nocturno. Aunque dudaba, acabó aceptando.
A la mañana siguiente, se despertó y se duchó en un cuarto de baño que creía que utilizaba la esposa de Beckham. "No me pareció muy bien", dijo, "pero al mismo tiempo tenía una gran sonrisa en la cara". Volvió a casa, donde su madre sospechó que había ocurrido algo y le advirtió que tuviera cuidado.
A pesar de saber que estaba mal, Loos admitió: "Estaba mal, pero al mismo tiempo estaba, ya sabes, enganchada". Aunque el tiempo ha difuminado algunos detalles, Loos dice haber conservado mensajes de texto de Beckham. "Son bastante íntimos; teníamos una relación bastante íntima", explicó.
En aquel momento, estaba encaprichada con él, pero eso cambió cuando le vio coquetear con otras mujeres, incluso en la fiesta de cumpleaños de Ronaldo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la habían "engañado masivamente". Su relación privada con Beckham se convirtió en una tormenta mediática internacional tras filtrarse fotos de ellos juntos.
Una llamada de News of the World la alertó de que las imágenes saldrían en la portada. Loos entró en pánico e intentó ponerse en contacto con la madre de Beckham para que la orientara. Cuando la prensa se apoderó de la historia, la cobertura se hizo implacable.
Loos se vio inmersa en un circo mediático, mientras Beckham mantenía su silencio. Las visitas a Beckham antes de sus partidos empezaron a parecer transacciones. "Me sentí barata y utilizada", declaró, aunque reconoció que en aquel momento seguía sintiendo algo por él.
Cuando le preguntaron por qué había decidido hacerlo público, Loos dijo que quería tomar el control de la historia y hacer que Beckham sintiera el mismo dolor que ella. La continua negación de él la llevó a hablar repetidamente.
Beckham retomó las acusaciones de amorío en su serie de Netflix, haciendo referencia a la tensión que supuso para su matrimonio. El estreno del documental reavivó las críticas contra Loos, pero ella cuestionó el doble estándar con que el público la trataba a ella y a Beckham.
"Hubo montones de historias horribles. Había historias horribles sobre mí. Hubo historias horribles sobre su mujer, Victoria. Nunca hubo historias horribles sobre él", dijo. "Él era 'Golden Balls'. Era 'el hombre'. Le daban palmaditas en la espalda. Bien por ti'. Nada cambió en su vida, pero todo fue culpa de Victoria. Mi culpa. Toda la culpa era nuestra".
Loos dijo que se sentía culpable por cómo sus acciones afectaron a la mujer y los hijos de Beckham. "Sí, lo sentí. Claro que sí. Creo que vivimos en un mundo muy injusto", declaró. Reflexionando sobre las consecuencias personales del escándalo, Loos dijo que luchó contra la soledad y el dolor emocional.
"Fue duro, y cuando estaba deprimida, estaba muy, muy deprimida y muy sola", recordó. En aquella época, explicó, la gente no era tan abierta sobre la salud mental. "No sentías que pudieras decirle a alguien: 'Oye, necesito hablar'. Era algo con lo que luchabas", añadió.
Dijo que la tensión emocional tuvo efectos duraderos. "Me enfrenté al hijo predilecto de Inglaterra", dijo. "Era un entorno duro al que enfrentarse".
Cuando se le preguntó si su fortaleza la ayudó a salir adelante, respondió: "Algo de eso se filtró y me afectó. Y de eso... me ha llevado tiempo recuperarme".