
El arte de la disculpa: reparar la confianza después de un conflicto
Los conflictos son una parte natural de las relaciones, ya sean familiares, platónicas o románticas. Y aunque puede ser difícil hacer las paces, empezar con una disculpa sincera siempre es un buen primer paso.
La buena comunicación es uno de los pilares fundamentales de cualquier relación, sobre todo cuando se trata de conflictos. Sin embargo, un problema persistente en muchas relaciones es la reaparición de las mismas discusiones en contextos diferentes.

Una mujer frustrada durante una discusión | Fuente: Getty Images
A menudo, esto hace que las partes implicadas se pregunten por qué las cosas nunca parecen verdaderamente resueltas. Una de las razones de que esto ocurra es que tendemos a disculparnos sin reconocer el impacto emocional de nuestras acciones.
Frases como "Ya te he dicho que lo siento", "No pretendía molestarte" o "Estás exagerando, ya te he dicho que no fue intencionado" son ejemplos típicos de este tipo de disculpa. A primera vista, estas declaraciones pueden proceder de un lugar bienintencionado.
Sin embargo, carecen de una parte fundamental de la disculpa: no se trata de defender tu carácter, sino de reconocer la realidad emocional de la otra persona. Si quieres mejorar a la hora de ofrecer disculpas significativas, aquí tienes algunos consejos.

Un joven pidiendo disculpas a su pareja | Fuente: Getty Images
Cómo ofrecer una disculpa sincera
Una disculpa sincera va más allá de decir "lo siento". Ayuda a reparar la confianza, muestra responsabilidad y demuestra empatía. He aquí cómo hacer que tus disculpas sean más significativas.
1. Reconoce lo que hiciste
El primer paso para una disculpa real es admitir que hiciste algo mal. Según Greater Good in Action (GGIA) – una colaboración entre la Universidad de California, Berkeley, y el laboratorio Hopelab, centrado en el bienestar – este reconocimiento debe venir de ti.
Utiliza afirmaciones en primera persona como "Te pido disculpas" o "Sé que lo que hice estuvo mal". Rachel Sussman, LCSW, psicoterapeuta licenciada y experta en relaciones, dice que estas frases ayudan a la otra persona a sentirse vista y comprendida.

Una mujer consuela a su amiga | Fuente: Getty Images
2. Explícate sin poner excusas
Una vez hayas admitido tu error, aclara qué salió mal, pero no justifiques tus acciones. GGIA sugiere explicar por qué actuaste como lo hiciste, evitando excusas como "Me estabas poniendo de los nervios". Una reflexión sincera ayuda a la otra persona a comprender tu forma de pensar sin sentirse culpada.

Dos amigos conversando | Fuente: Getty Images
3. Sé sincero
Una buena disculpa debe salir del corazón. Matt Lundquist, LCSW, MSEd, explica que una disculpa malsana es la que no es sincera. Seguir el procedimiento no funcionará a menos que lo que digas sea de verdad.
Sussman está de acuerdo, y añade que una disculpa debe "hablarse desde el corazón". Un estudio de 2014, publicado en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes, llegó incluso a la conclusión de que era más probable que las personas aceptaran las disculpas cuando percibían un remordimiento auténtico, no sólo palabras amables.

Dos amigas en plena conversación | Fuente: Getty Images
4. Muestra empatía
La empatía ayuda a reparar el daño emocional. Sussman señala que no siempre tienes que decir "lo siento". También puedes expresar arrepentimiento diciendo: "Lamento lo que hice" o "Sé que te hice daño".

Dos mujeres abrazadas | Fuente: Getty Images
5. Sé abierto y paciente
Las disculpas no son soluciones instantáneas. Como explica Lundquist, algunas personas tratan las disculpas como "tarjetas para salir de la cárcel", pero la verdadera sanación lleva su tiempo.
Mantén la mente abierta y siente curiosidad por saber cómo afectaron tus acciones a la otra persona. Como dice Lundquist: "Tómate tu tiempo para sentarte con ellos y preguntarles: 'Me gustaría saber más sobre lo que te ha molestado para poder entender mejor tu experiencia'".

Una madre y una hija sentadas en una entrada | Fuente: Getty Images
En el fondo, una disculpa sincera no consiste sólo en admitir la culpa, sino en reconstruir la confianza y mostrar interés por los sentimientos de otra persona.
Asumiendo la responsabilidad, escuchando con empatía y dejando espacio para la sanación, conviertes un simple "lo siento" en un paso significativo hacia unas relaciones más fuertes y sanas.