Papá echó de casa al prometido de su hija por unos zapatos sucios, sin saber que era hijo de un millonario
Steve se enorgullecía de dos cosas: sus suelos inmaculados y su orgullo inquebrantable. Cuando el prometido de su hija apareció con las botas llenas de barro en Nochebuena, LO ECHÓ. Pero por la mañana, el hombre al que había echado hizo algo que dejó a Steve limpiando su propio desastre.