Niña estaba aprendiendo a leer y cometió un error. La reacción de su madre se hizo viral

Hacer un video que se vuelva viral en redes se ha convertido en una alternativa económica para muchos. Se ha llegado al punto de ridiculizar los aspectos íntimos del hogar para alcanzar miles de visitas en línea.

Algunos de estos vídeos llegan a ser muy populares porque inspiran buenos sentimientos, en cambio hay otros que generan el rechazo de los cibernautas porque vienen cargados de humillaciones, casi siempre, contra menores de edad.

Según registró Viralistas, este vídeo publicado en redes ha sido el colmo. En él se ve a una madre sometiendo a una horrible humillación a su propia hija. Luego compartió el video que fue visto por miles de personas en todo el mundo.

En las imágenes se ve a una niña que está aprendiendo a leer. Mientras trata de pronunciar las palabras, sus familiares se portan como verdaderos idiotas. Cada vez que la pequeña se equivoca, su madre y sus familiares rompen en carcajadas de burla.

Lo peor es que la escena no termina ahí, la niña rompe en llanto al ver que todos se burlan de ella y su madre aprovecha para captar el vídeo. Algunos piensan que la madre hizo esto con la intención de ganar "likes" en Internet y recibir dinero por las imágenes.

Mira el video a continuación:

Este hecho se conoce como “maltrato infantil digital”. Se trata de ridiculizar a alguien con un vídeo en Internet sin su consentimiento. Existen casos donde los papás buscan momentos donde sus hijos se sientan incómodos o sientan dolor para usarlos y atraer la atención de las personas en redes.

En el caso de este vídeo, se ve cómo la niña está pasando por un momento de estrés, siente la presión encima y se siente asustada.

La publicación del video original tiene más de medio millón de reproducciones y ha sido compartido más de 20 mil veces. Algunas personas dicen que es “solo una broma”,pero en realidad desconocen las consecuencias que puede tener para la niña a nivel emocional.

Este tipo de sucesos pueden afectar la autoestima y desembocar en problemas de depresión, ansiedad, dificultad para socializar e incluso en suicidio. Los padres que hacen algo así a sus hijos violan por completo su derecho a mantener una reputación construida con su propia voluntad.